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jueves, 2 de octubre de 2014

GUDEA DE LAGASH. COMENTARIO HISTÓRICO ARTISTICO DE UN PATESI SUMERIO. LA REPRESENTACIÓN DEL SOBERANO MESOPOTÁMICO. CARACTERÍSTICAS ARTÍSTICAS.

Uno de los grupos más interesantes de la escultura sumerio-akadia lo integran las veintisiete esculturas, que hasta ahora se han descubierto, de Gudea de Lagash. Merece la pena detenerse a comentarlas porque son obras cumbres del arte sumerio y porque a través de ellas podemos ver la ideología que subyace sobre la representación del poder en estas sociedades mesopotámicas.

¿Quién fue Gudea de Lagash?

No está claro de cuál fue el origen de Gudea de Lagash, ya que no era miembro de familia real antes de llegar al trono. Su figura surge en el último cuarto de siglo, justo después de que se derrumbara el imperio acadio deSargón de Akkad (2334 a. C. – 2279 a. C.) y de Naram-Sim (2254-2218 a. C) que mantuvo unificado Mesopotamia. Al parecer sus sucesores no pudieron mantener esta cohesión y las antiguas ciudades-estado obtuvieron la independencia con distinta suerte.

Mesopotamia a finales del Tercer Milenio antes de Cristo.



Parece que Gudea (2144 a. C. y 2124 a. C., las fechas de su reinado no son seguras) fue un rey independiente (patesiensi o gobernador) de Lagash, pero no al estilo de los anteriores monarcas acadios. Del territorio sobre el que gobernaba no se sabe a ciencia cierta. Seguro que controlaba la ciudad de Girsu Ngirsu, al norte deLagash, donde se han encontrado la mayor parte de las estatuas de su persona, y que posiblemente mantuviera también algún tipo de control sobre el centro y el sur de Mesopotamia antes del renacer de las ciudades de UrukUr.

Los cilindros de Gudea, Museo del Louvre.


No destacó como gran guerrero, ya que en sus propias crónicas recogidas en los cilindros de Gudea, que se conservan en el Louvre, únicamente se jacta de sus victorias contra una confederación elamita y de Ashan. Dichos cilindros, sin embargo, le presentan principalmente como buen administrador, como gobernador (por delegación de Dios) y, sobre todo, como constructor. Las excavaciones de Girsu no han podido recuperar los restos de los quince templos que levantó Gudea, según los cilindros anteriores, ya que los arqueólogos se encontraron con un nivel de destrucción en los niveles inferiores de la ciudad, fruto de los arreglos palaciegos de un príncipe local que gobernó en la ciudad poco antes de Cristo. Pero sí nos han llegado buena parte de las esculturas que realizó como ofrenda a cada uno de los dioses tutelares, que son las obras que voy a analizar.

La representación del soberano.

La mayor parte de las efigies de Gudea se encuentran en el Museo del Louvre, nada menos que once. La tipología expuesta nos presenta a un Gudea de pie o sedente que se ofrece a los dioses con el gesto de entrelazar las manos.  Son también muy conocidas las imágenes que conservan  Museos como el British de Londres, elDetroit Institute of Arts y el Metropolitan de Nueva York. Para ver el catálogo completo de Gudeas con dimensiones y tamaño pincha aquí.
En el vídeo de Historia Antigua, puedes ver las salas del Louvre con las principales obras encontradas en Girsu.

La mayor parte de las obras están mutiladas o se encontraron en partes, pese a la dureza de los materiales en que se esculpieron, diorita preferentemente. El uso de este material, procedente de Magan (Omán), como en la tradición escultórica del periodo acadio, tiene un significado concreto, por el valor que se atribuía a esta piedra. Hay alguna otra obra en alabastro, esteatita y caliza (piedras de la zona). Quienes han estudiado este tema argumentan que las que se hicieron en estos últimos materiales pudieron ser las primeras, cuando su poder y las rutas comerciales aún no estaban consolidadas.

Gudea de Lagash cambió la manera de representar al soberano que venía haciéndose desde el periodo acadio. El monarca ya no aparece con un dios o como un héroe militar (ver la estela de Naram-Sim), sino como un buen dirigente de su pueblo siguiendo los designios divinos y como un hombre piadoso con los dioses a los que se ofrece con su actitud y con las inscripciones en cuneiforme que acompañan todas las representaciones.


Analicemos algunas de las tipologías más frecuentes.

- Gudea rey-sacerdote oferente. Es la imagen más difundida. Gudea aparece sedente o de pie, con las manos entrelazadas. La mayor parte de las veces porta una corona con borde alto repleto de rizos alineados que quizá pretendan representar un gorro de vellón, símbolo de la realeza/sacerdotal en la Baja Mesopotamia.


Lleva una  toga con forma de manto, que deja el hombro derecho desnudo, formando pliegues bajo la axila derecha, cubriendo, en cambio el hombro y el brazo izquierdo. El brazo que podemos ver nos muestra una musculatura fuerte, rasgo físico que hay que relacionar con las otras virtudes, morales e intelectuales, que ha de tener el soberano. La idealización del mismo es fruto de que los dioses le han elegido como jefe de la comunidad por su rectitud religiosa y por tanto debe encarnar la perfección.

- Gudea constructor y arquitecto. Se conserva en el Louvre una estatua acéfala de Gudea como constructor y arquitecto. Este modelo es totalmente novedoso en la iconografía de los soberanos mesopotámicos puesto que se aparta de la representación del rey exclusivamente constructor que llevaba un capacho sobre la cabeza como muestra de su participación activa en los trabajos de construcción.



Aquí se nos dice que Gudea es quien ha tenido la idea, quien ha proyectado el templo y lo va a construir. Es el arquitecto del templo de Ningirsu. La tabla reproduce el plano del edificio o de un complejo arquitectónico con torreones de entrada, hornacinas, contrafuertes y pilastras. Hay otra estatua que presenta la tablilla con el estilete, pero sin que se haya representado la planta.



- Gudea fuente de la vida. Esta figura es un tanto controvertida. Según la inscripción la estatua fue tallada por Gudea para el templo de la diosa Geshtinanna o Ningishzida, diosa de ultratumba asociada a la serpiente cornuda. Su procedencia no es directamente de la excavación de Girsu, pero la posee el Louvre adquirida en el mercado del arte. Se ha dicho que es una falsificación. está hecha en esteatita, a diferencia de la dura diorita del resto de las estatuas encontradas en la excavación oficial, y el rey aparece con un jarrón del que fluye agua, que en el resto de Mesopotamia sólo llevaban los héroes y los dioses. También se distingue de las otras por el estilo. Pero, en cambio, la inscripción sumeria parece auténtica y sería muy difícil de falsificar.

Gudea con jarrón de la fuente de la vida. 62 cm. Esteatita. Louvre.



La vasija de la que mana agua simboliza la fertilidad y evoca al gran dios Enki/Ea de Eridu. La asociación entre Gudea, Ningishzida y Enki también aparece en un sello, donde l dios del rey de LAgash le conduce en presencia del dios de las aguas.

Características artísticas de las estatuas.

Los rasgos artísticos de estas obras denotan arcaísmos que en gran medida están acentuados para aumentar la solemnidad de la obra.

  • - Rigidez, hieratismo y Geometría. La figura está quieta, rígida. Ha de mostrar elementos de calma y de perfección divina. El canon (la relación proporcional de las partes del cuerpo) y la geometrización de las formas también son características de la intemporalidad. Hay en estas obras un sello del arte oriental, sobre todo en la forma en que el artista tiende a encerrar las masas en formas geométricas. Así lo han hecho también andando el tiempo las corrientes modernas del arte occidental.
Gudea sin gorro y de pie del British Museum.


  • - Esterotipación de rasgos. Son el modelo humano del sumerio: de cuerpo voluminoso y algo rechonchete; cabeza rapada; grandes ojos que miran hieráticamente, con párpados en relieve y con globo ocular completo (ya no existe el hueco para la incrustación de la pupila de épocas anteriores; cejas unidas y con incisiones en forma de espina de pescado; los labios sinuosos y cerrados, esbozando una sonrisa arcaica; la barbilla cuadrada y prominente...


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