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jueves, 7 de enero de 2016

EL RELIEVE PRERROMÁNICO. EL REINO LOMBARDO Y EL ALTAR DEL DUQUE RATCHIS.

El prerrománico es el término "cajón de sastre" donde se incluye el periodo artístico que abarca desde la desaparición del Imperio romano en la parte occidental (siglo V)  hasta la creación y extensión de un estilo, más o menos, común en esa parte de Europa que conocemos como Románico (finales del siglo X - comienzos del siglo XI). Sería, pues, el arte de los pueblos germánicos que se establecieron en las antiguas provincias romanas de occidente donde se crearon nuevos estados inestables, monarquías que evolucionaron hacia formas sociales y de producción feudal.

Europa en el año 600. Por la expansión bizantina han desaparecido reinos como el de los ostrogodos en Italia o el de los vándalos en África. Sin embargo Bizancio ya ha empezado a retroceder en Italia donde se ha formado distintos reinos y ducados independientes, entre ellos el lombardo en el valle del Po y Liguria. Los reinos germánicos principales son el visigodo en Hispania (donde ha logrado someter a los suevos y recuperar algo del territorio que le arrebató Bizancio en el siglo VI) y la Narbonensis y el reino franco en este momento dividido. 





Desde el punto de vista artístico, esta época abrió en Occidente un periodo de decadencia. Los pueblos germánicos fusionaron su arte con la parcial pervivencia de la cultura clásica greco-romana y de las formas paleocristianas, seleccionadas y conciliadas por los poderes seculares (reyes y señores feudales) y la Iglesia.

Características de la figuración prerrománica.

Desde el punto de vista de la figuración, que es lo que tratamos en este artículo, no existen características comunes bien definidas, salvo:

  • - Escasez de obras escultóricas en bulto redondo y el predominio del relieve, la orfebrería y el miniado de libros.
  • - Alejamiento del realismo, ya sea como un acto premeditado de huir del concepto clásico de belleza o como el primitivismo propio de pueblos que nos habían desarrollado la figuración. Esta característica se plasma en  obras de rasgos arcaicos como son los trazos esquemáticos con los que se representan las figuras (pérdida de detalles o rasgos particulares), desproporciones corporales muy evidentes, rigidez e inexpresión de los personajes. 
Detalle del altar de Duque Ratchis (737-744), arte lombardo. Procede de la Catedral de Santa María de la Asunción y se conserva en el Museo Cristiano y el Tesoro de la Catedral de Cividale del Friuli (Udine).Visitación. Las figuras de la Virgen María y su prima Isabel son buena muestra de todos esos rasgos arcaicos que hemos enumerado anteriormente. Para identificar a la Virgen se la representa en un tamaño mayor (jerarquía de tamaños) y con una cruz sobre la frente. La escena se ubica en un espacio arquitectónico, un pórtico de arcos sostenidos por columnas de fuste sogueado, apenas reconocible. Como el abrazo ha dejado desplazada la composición hacia la izquierda, se añade una palmera bajo uno de los arcos, de esa manera se consigue el equilibrio y que el centro vuelva a ser la imagen de la Virgen.



  • - Se representan escenas religiosas cristianas del Antiguo y Nuevo Testamento así como composiciones simbólicas muy simples de influencia paleocristiana y bizantina (pantocrátor, tetramorfos).
Relieve sobre capitel en la iglesia de San Pedro de la Nave, Zamora. Arte visigodo, siglo VII.  Se representa el sacrificio de Isaac por Abraham, uno de los temas preferidos en la primitiva iconografía paleocristiana. El sentido iconográfico de la escena es el de la consecución de la protección divina por medio del sacrificio, pero sobre todo, gracias a la firmeza de la Fe.


  • - También son habituales las figuras de animales reales y fantásticos que actúan como símbolos.
  • - Abundan otros motivos simbólicos como cruces y  motivos decorativos vegetales, que tienden a la abstracción, y juegos de líneas geométricas, a menudo, creando entrelazados.
Pluteos de Teodote, de principios del siglo VIII, arte lombardo. Mármol, 177 x 66 cm. Proviene del oratorio de San Michele alla Pusterla, Pavia, Museos Cívico de Pavia. Representan, respectivamente, el árbol de la vida entre dos grifos y pavos reales alados que beben de una fuente coronada por una cruz. 



  • - Los relieves están supeditados a la decoración de mobiliario litúrgico (altares, pilas bautismales, baldaquinos...) o decoran lugares concretos de los edificios religiosos (capiteles, líneas de imposta, jambas de puertas...) 
Pila bautismal del Patriarca Callisto. Arte lombardo, , 730 a 740. Se encuentra en el Museo Cristiano de Cividale en Friuli. Caliza, Altura  354 cm. 



Los arcos están adornados con inscripciones y motivos vegetales, animales (de nuevo grifos y pavos) y geométricas.



En las placas inferiores entrelazados y dos de los símbolos de los evangelistas (tetramorfos): San Marcos como buey y San Juan como águila.


  • - Se emplea la talla a bisel, técnica difundida por los romanos desde el siglo II pero que también podría provenir de la talla en madera. Consiste en vaciar la superficie mediante planos inclinados que dejan aristas vivas en las líneas fundamentales del dibujo.  
Losa de mármol que podía formar parte de una balaustrada monumental quizá de un presbiterio de la iglesia de San Salvatore en Brescia, arte lombardo .Representa una cruz enjoyada de tipo profesional. Mediados del siglo VIII. Museo de Santa Giulia de Brescia. Ejemplo en piedra de cruz enjoyada que solía realizarse en oro.



Evangeliario de Teodelinda, 603. Arte lombardo. Museo de la Catedral de Monza. Dos placas de oro decorado con esmalte, piedras preciosas, ventanas y camafeos. Cada placa mide 34.10 x 26.50 cm. Las piedras están incrustadas con un patrón que recuerda a el gusto por las composiciones simétricas de la Antigüedad tardía. 



Cruz de Agilulfo, principios del siglo VII, arte lombardo. Oro y piedras preciosas 22,50 x 15 cm. Monza, Museo de la Catedral. Es similar a las cruces visigodas.


Los lombardos.

En las imágenes anteriores han aparecido algunas muestras del arte del reino lombardo o longobardo, un desconocido en España, pero que comparte muchos rasgos con la obra de los visigodos establecidos en Hispania, por lo que me ha parecido conveniente centrarme en este pueblo y así complementar lo que sabemos del arte visigodo.

Los lombardos fueron un pueblo germánico que llegó a Italia mucho después que el resto de otros invasores que lo hicieron en el siglo V. Su presencia como estado es perfectamente datable entre el año 568 y el 774.

En este mapa podemos observar como las primeras noticias lo sitúan en el siglo I a. C. habitando el sur de la península escandinava, como los godos, Algo les movió a desplazarse hacia la península de Jutlandia y el norte de Alemania, donde permanecieron hasta el siglo IV d. C. Junto con otros pueblos se fue desplazando hacia el sur el siglo V y en el siglo VI pasaron el Danubio y ocuparon la Panonia y Eslovenia. Allí recibieron las primeras influencias del cristianismo arriano y del arte bizantino. 


En la primavera del año 568, el rey lombardo Alboino, se vio suficientemente fuerte como para invadir el valle del Po, en poder de Bizancio. El exarca de la provincia bizantina de Italia fue cogido totalmente desprevenido y en pocos años cayeron las principales ciudades del interior del norte Forum Iulii (568), Mediolano o Milán (569) y Pavía (572), donde estableció su capital.  Al año siguiente, los lombardos penetraron más al sur, conquistando la Toscana y estableciendo dos ducados, Spoleto y Benevento (Lombardía Menor), que pronto se hicieron semi-independientes e incluso perduraron más que el reino norteño (hasta bien entrado el siglo XII). Los bizantinos consiguieron conservar el control de la región de Rávena y Roma, unidos por un estrecho corredor que discurría a través de Perugia.

El máximo esplendor de los lombardos fue el siglo VIII bajo los reyes Liutprando (712-744), que se convirtió al catolicismo, y Astolfo (740-756), que terminó de conquistar la franja entre Rávena y Rímini a los bizantinos. Sin embargo, este poder duró poco, puesto que Carlo Magno conquistó la Lombardía del Norte el año 774 y se proclamó rey de los Lombardos. Sobreviviendo como entidades lombardas los ducados de Spoleto y Benevento (la Lombardía Menor).


El duque Ratchis y su altar.

El primer ducado que fundó Alboino fue el de Cividale del Friuli, el Foro Iulii. Este territorio tenía una amplia autonomía puesto que debía defender la frontera oriental del reino de los ávaros y eslavos. Por ello sus duques fueron especialmente influyentes en el reino y llegaron a ser incluso reyes. Ratchis fue primero duque del Friuli y, tras la muerte de Liutprando, fue elegido rey de los lombardos (744-749). El año 749 renunció a la corona y se retiró para dedicarse a la oración en el Monasterio de Montecasino. No obstante, consiguió que su hermano Astolfo fuera elegido rey (749-756).  Con el Ducado de Ratchis, Foro Iulii vivió el momento de mayor florecimiento artístico y de estabilidad política.

El altar de duque Ratchis, 737 a 744. Piedra de Istria. Las dimensiones totales son 1,44 x 0,90 x 0,88 m. Museo Cristiano de Cividale. 


El contexto

Esta pieza artística es una de las más importantes de la escultura prerrománica, debido a la riqueza del repertorio iconográfico, con episodios  del Nuevo Testamento y los símbolos cristológicos, así como, por su excelente estado de conservación, intacta por los cuatro costados. Únicamente le falta la losa superior que servía de mesa. Además posee una inscripción por el borde superior que nos permite datar a la perfección la obra, ya que indica que la encargó el duque Ratchis para honrar a su padre y antecesor en el cargo. Posee restos de la policromía que lo decoraba.

El altar estaba originalmente en una iglesia dedicada a San Juan Bautista en Cividale. Se sabe que el altar estaba cubierto por un baldaquino desde el que posiblemente se descolgara alguna corona y cruz de oro y gemas preciosas. Dibujo reconstructivo de María Teresa Costantini y Tiziano Paganini.





El trabajo

El altar está diseñado para ser leído siguiendo el sentido de las agujas del reloj y el orden cronológico de la historia del Evangelio: La Visitación de María a Isabel, la Adoración de los Magos y la Ascensión de Cristo. Estos son temas que hacen hincapié en una preferencia por parte del cliente para el culto de María (la madre de Cristo), Juan el Bautista (el Precursor) y Cristo Salvator mundi.
En la parte posterior hay una ventana cuadrada entre cruces grabadas, originalmente cerrada por un puertecita que se utilizaba para la custodia de las reliquias y de los vasos litúrgicos.


La Adoración de los Magos presenta a la Virgen sentada en un gran trono de madera con el Niño Jesús y a la izquierda a los tres reyes magos con regalos. Un ángel en la parte superior, colocado en posición horizontal, les dirige en su camino. La Virgen se identifica por una cruz en la frente; Los Reyes Magos se caracterizan por prendas típicas de Asia (gorro frigio y túnicas drapeadas). La superficie está totalmente decorada de cruces, palmas, estrellas y  flores, en línea con el horror vacui (miedo al espacio vacío) que caracteriza a toda la escultura bárbara. También aquí se aplican proporciones jerárquicas entre los personajes.


Maiestas Domini.El Cristo en Majestad es la escena principal del frontal del altar. Cristo (Maiestas) asciende al cielo en una mandorla mística, sostenida por cuatro ángeles y está flanqueado por otros dos querubines. Un delicado patrón ornamental enmarca la escena. Originalmente, esta placa fue decorada con policromía, pasta de vidrio y pan de oro. La ascensión de Cristo alude simultáneamente al regreso de Jesús a la tierra y da un mensaje implícito de salvación y redención.


La losa posterior, la única que no presenta figuras humanas, tiene motivos decorativos familiares para la producción de la orfebrería germánica. Es particularmente evidente en dos grandes cruces en ambos lados de un nicho central.


En el siglo VIII, este altar se mostraba a los ojos de los fieles de una manera muy diferente de la que admiramos hoy en día: su talla fue policromada y posiblemente tuviera gemas y láminas metálicas, haciendo el objeto de una riqueza cromática similar a la de los mosaicos contemporáneos, miniaturas, marfiles y objetos de oro.

Placa frontal. Tomando como ejemplo la miniatura medieval, la leyenda estaría hecha en dorado y perlas y vidrios rojos enmarcan el perímetro. Toda la escena, estaba dominada por el cielo azul profundo.


Placa trasera. El alzado posterior se parecería a un valioso paño bordado con cruces similares a los objetos contemporáneos de oro. 


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