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domingo, 28 de septiembre de 2014

EL ORIGEN DE LA ARQUITECTURA ROMANA. INFLUENCIAS DE LA ARQUITECTURA ETRUSCA, GRIEGA Y EGIPCIA. LA CREACIÓN DE UNAS CARACTERÍSTICAS Y DE UN ESTILO PROPIO.

Los orígenes arquitectónicos de Roma según los descubrimientos arqueológicos hechos en el Palatino y en las colinas cercanas nos muestran que a comienzos de la Edad del Hierro existía un poblado de cabañas ovaladas de madera y de techumbre vegetal. Una empalizada con foso rodeaba el recinto y lo separaba del ager agrícola y ganadero. La cabaña supuestamente de Rómulo que se conservaba en el Palatino era una buena muestra de estos primitivos y nada prometedores comienzos.

La colina Capitolina al comienzo del primer milenio a. C.


Reconstrucción de las cabañas de la primera Edad del Hierro en el Palatino.



La arquitectura romana se irá configurando en los siglos venideros, gracias a los contactos con otros pueblos y culturas del Mediterráneo. Las civilizaciones etruscagriega, las  más cercanas y potentes de su entorno, dejarán honda huella en los comienzos de Roma. Cuando su expansión imperialista le lleve al otro extremo del Mare Nostrum también será seducida, en menor medida, por el exotismo de Egipto y de otros pueblos de Oriente Próximo.

Con todas estas influencias Roma logra crear un estilo arquitectónico ecléctico del que saldrá una síntesis propia y superadora, que irán extendiendo a lo largo de sus fronteras como elemento de cohesión cultural de su basto Imperio. Momentos claves son los siglo II y I a. C. en los que los arquitectos romanos innovan materiales, sistemas y modelos constructivos que extienden como estilo propio a todas sus provincias (romanización). Desde el siglo I d. C. la arquitectura romana ya es capaz de crear hitos arquitectónicos como el  acueducto de Segovia, el Coliseo o el Panteón, edificios que no serán superados hasta el Renacimiento.

INFLUENCIAS ARQUITECTÓNICAS ETRUSCAS

Los etruscos, a partir del siglo VI a. C., crearán los primeros edificios de calidad y las primeras obras de ingeniería que conviertan a Roma de un poblado en una ciudad o urbs.


Los etruscos debían mucho al arte griego pero no lo imitaban servilmente, sino que adaptaban a sus gustos estéticos y a sus necesidades los modelos de edificios y las normas griegas, como más tarde harán los romanos.

Aunque la presencia física de los etruscos en Roma acaba con la monarquía de Tarquinio, su influjo en las costumbres y en la arquitectura -que es el objeto de este artículo- será el predominante hasta el siglo II a. C. Veamos algunos de los aspectos más significativos en los que influyó.


El modelo primitivo de templo.

El primer edificio notable y durante siglos el de mayor prestigio de Roma fue el Templo estatal de la Triada Capitolina erigido en honor a los dioses protectores de la ciudad Júpiter Optimus Maximus, Juno y Minerva (las divinidades Tinia, Uni y Mnivra etruscas). Fue consagrado el año 509 a. C., configurándose desde ese momento y por siglos como un referente artístico para otras ciudades del Lacio y del sur de Etruria por sus dimensiones (62,25 mts x 53,30 mts de planta) y por la riqueza de sus materiales de construcción y de las estatuas de terracota que lo decoraban. Sus características artísticas marcaron la tipología de los templos romanos sucesivos. La concepción del edificio era claramente etrusca más que griega, como podemos ver al compararlo con el de la vecina ciudad etrusca de Veyes o con los templos del santuario de Pyrgi, en la también vecina Caere. 



Templo de la Triada Capitolina. Reconstrucción.



- Sus proporciones eran las de un edificio relativamente bajo para el sentir griego y, aunque rectangular, estaba más cercano a la forma cuadrada.
- Otras características que le daban un aspecto poco griego eran: las tres cellas y el profundo próstilo de tres hileras de columnas; su asimetría, al acabar la parte trasera en un muro; el podium con escalinata de acceso sólo frontal; y  los alerones y la obra escultórica que sobresalían excesivamente…

Pese a todo, compartía con los griegos la concepción de que el templo no sólo debía ser un recinto ritual sino también un monumento estandarte de la ciudad.

Gracias a Altair4 podemos reconstruir en su esplendor este magnífico templo que coronaba el Capitolio.


Otras contribuciones etruscas

A los etruscos se les atribuye que los romanos dominaran la ingeniería. Ellos fueron los que desecaron las zonas pantanosas que se interponían entre las colinas fundacionales de Roma (donde se levantaría el foro) a través del primer sistema de alcantarillado, que culminó en la Cloaca Máxima. En este trabajo aplicaron por primera vez en Roma el sistema abovedado. A partir del siglo IV a. C. este sistema se aplicará a otros edificios a caballo de la arquitectura y de la ingeniería como las puertas de entrada a las ciudades, los puentes y los acueductos.

Otra herencia de Etruria fue el capitel toscano que, aunque inspirado en el dórico griego, resultaba algo más decorativo. En Roma se utilizó en vez del heleno.



También dejaron su impronta en otros edificios de hondas raíces como: el tipo de casa romana con atrio sin columnas y con hortus, habitual hasta el final de la etapa republicana (domus más modestas de Pompeya); la estructura y el orden de los campamentos militares, que después se empleó como modelo urbanístico para las ciudades de nueva creación; o la tumba en forma de túmulo que todavía fue el empleado, aunque monumentalizado, por Octavio Augusto o por Trajano en etapa Alto Imperial.

Tumbas de túmulo en Cerveteri. Etruria. En estudio del enterramiento etrusco en este artículo sobre la ciudad de Tarquinia.



Mausoleo de Octavio Augusto




INFLUENCIAS ARQUITECTÓNICAS GRIEGAS

El contacto directo con los griegos llegó desde el año 338 a. C., cuando los romanos se hicieron dueños de una amplia zona en el centro occidental de Italia y tuvieron frontera con las ciudades griegas de la Campania y del Sur. Al apoderarse el siglo siguiente de la Magna Grecia y de Sicilia comprobaron de primera mano cómo eran las ciudades y los santuarios griegos (Paestum, Selinunte, Siracusa...). Pero será en el siglo II a. C., a partir de la conquista de la Grecia metropolitana, cuando ésta se ponga de moda en Roma. Algunos decidieron imitar el refinamiento de esta cultura y otros se convirtieron en sus detractores. A nadie dejó indiferente. Tardó en imponerse varias generaciones al gusto etrusco-romano por el conservadurismo de las elites republicanas, que ya veían en peligro su forma de vida, e identificaban lo griego con lo decadente.

Por esta razón tuvo que ser a partir del siglo I a. C. y fuera de la ciudad de Roma donde se erigieran los primeros edificios inspirados muy directamente en el arte griego. Se trata de espectaculares santuarios que imitaban los de Zeus y Atenea en Pérgamo o el de Asclepios en Cos. Aprovechando el desnivel del terreno se levantaron complejos templarios escenográficos muy efectistas  como los de Hércules Victor en Tívoli (Tibur) o el de la Fortuna Primigenia en Praeneste (Palestrina). En ellos se ensayaban también nuevas técnicas de construcción como el mortero y la generalización de las bóvedas como soporte de las terrazas. También en ese siglo se construyeron villas fantasiosas en Campania imitando las viviendas palaciegas helenísticas. Para decorarlas nada mejor que los tesoros saqueados en Oriente.

Santuario de Hércules Victor en Tívoli



Santuario de la Fortuna Primigenia en Praeneste.



Julio César puso en marcha ambiciosos proyectos para transformar y monumentalizar la ciudad de Roma como una ciudad griega. Su muerte no los truncó porque los continuará su heredero Octavio Augusto, que además acabará imponiendo un estilo helénico a su gusto, un tanto conservador, en la línea del arquitecto Vitrubio. El nuevo amo de Roma comprendió que la arquitectura podía ser uno de los mejores instrumentos de propaganda de su persona y del nuevo régimen. Suetonio recogió la siguiente anécdota que como un eslogan solía decir Octavio: “Hallé una Roma de ladrillo y dejé una Roma de mármol”.

El uso del mármol, como en Grecia, se generalizó para los edificios religiosos y para los edificios públicos. Hasta la llegada de Augusto sólo se había aplicado en templos menores sufragados por particulares como el tholos dedicado a Hércules Portuno, para el que se trajeron materiales y artesanos de Atenas. El descubrimiento de las minas de Carrara le permitió abaratar costes y utilizar este espléndido mármol como revestimiento de los  nuevos foros y templos en honor de Divus Julius y de Mars Ultor (foro de Agusto). También restauró con este material los antiguos templos de Cástor y Pólux y de la Concordia en el foro republicano.

Pórtico del Foro de Julio César. Al fondo el templo de Venus Génitrix.



Templo de Mars Ultor en el foro de Augusto.



En los templos y en los pórticos de los foros se emplearon órdenes y motivos decorativos típicamente griegos (cariátides, medallones, flores). De aquellos templos nos quedan restos arqueológicos, que hoy podemos reconstruir con nuevas técnicas y  hacernos una perfecta idea de los mismos, gracias a la descripción que hiciera de ellos Vitrubio. En estas imágenes podemos ver que no existían elementos extraños a la tradición griega salvo algún arco de acceso.

Al patrocinio de Octavio también se debe la creación del paradigma de teatro en piedra con la construcción del de Marcelo (año 19 a. C.). Este teatro apenas modificaba levemente en planta el diseño griego, pero erigido -como podemos ver en la reconstrucción de abajo- mostraba ya muchos elementos extraños, notables mejoras superadoras de lo helénico, que nos dan la clave de las aportaciones de Roma a la arquitectura: la edificación exenta; la combinación del pilar-columna adosada; el empleo de bóvedas de cañón para los pasillos bajo el graderío; y el uso decorativo superpuesto en pisos de los órdenes griegos en el mismo edificio. Estas novedades se impondrán en otros edificios de ocio/religión (anfiteatro, circo, odeón), que también tomaron como inspiración de los griegos.

Teatro de Marcelo. Reconstrucción.



Al mismo tiempo que la Urbs empezó a monumentalizarse a la nueva manera greco-romana se produjo la extensión de su modo de vida a los territorios conquistados. Las nuevas ciudades fundadas por militares veteranos de Julio César y Octavio extendieron este estilo por la Galia, por Hispania o por el Norte de África, sentando los principios de la arquitectura occidental.


INFLUENCIAS ARQUITECTÓNICAS EGIPCIAS

Octavio Augusto también fue quien anexionó Egipto al Imperio Romano el año 30 a. C. Esta civilización tan distinta y deslumbrante supuso otra referencia artística, que influyó puntualmente en ciertos edificios a partir del Alto Imperio.

La primera referencia de esta admiración por Egipto la podemos ver en la tumba con forma de pirámide que  se hizo construir en Roma Cayo Cestio el año 12 a. C. Es una copia muy sui géneris de las que había podido contemplar cuando estuvo destinado como pretor en Egipto. Las dimensiones son de apenas 36 metros de alto y los materiales son un corazón de hormigón y ladrillo y un exterior revestido de mármol.



El año 10 a. C. Octavio Augusto hizo traer de Heliópolis el obelisco de Ramsés II (actualmente se encuentra en la plaza del Popolo) y lo colocó en al espina del Circo Máximo. Este fue el primero de otros tantos que se trajeron en los siglos siguientes para adornar los circos. En el mismo edificio se instaló el 375 d. C. otro del faraón Tutmosis III proveniente del templo de Amón en Karnak (hoy en la Plaza de San Juan de Letrán).

El Circo Máximo con los obeliscos en la espina. El más cercano es el que hizo traer Augusto y el más alto es el añadido en el siglo IV d. C.



En el siglo II el emperador Adriano recuperó la pasión por lo egipcio tanto en escultura y como en arquitectura. El año 130 d. C. incluso visitó  la región trayéndose ideas para aplicar en los edificios de Roma. Dos ejemplos arquitectónicos de esta influencia en su reinado son:
  • que hiciera traer desde allí las columnas monolíticas de granito gris y rojo con las que se construyó el grandísimo pórtico del Panteón.
  • que en su villa en Tívoli construyera dos de los espacios más significativos como son el Canopus con su lago artificial y el Serapeum con sus juegos hidráulicos y sus esculturas evocando el famoso santuario de Serapis cercano a Alejandría
El Canopo de Villa Adriana.



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