Desde el 24 de Septiembre de 2009 se está exponiendo en la "Scuderie del Quirinale" una muestra muy completa de la pintura romana entre los siglos I a. C y V d. C.: "La pittura di un Imperio" (La pintura de un Imperio). En la misma colaboran con obras entre otros el Museo Metropolitano de Nueva York, el Museo Británico de Londres, el Louvre de París y, por supuesto, los museos más importantes de Roma (Vaticano, arqueológico..) y el Museo Arqueológico de Nápoles y de Pompeya. Si vais por Roma en estos meses tenedla en cuenta puesto que estará abierta hasta el 17 de Enero de 2010.
Es un repaso por todos los estilos y temas a través de unas 100 obras que abarcan cinco siglos de historia de Roma: del paisaje a la naturaleza muerta; de la decoración escenográfica y refinada de las domus a la pintura popular de los burdeles; del retrato al mito reinterpretado según la mentalidad romana. En este vídeo que os he preparado se pueden ver algunas de las imágenes reunidas más impactantes.
La exhibición está ordenada en cinco secciones de títulos sugerentes:
- La negación del espacio.
- Sombra y luz.
- Pinacotecas antiguas.
- La ciudad habla: de los exteriores a los interiores.
- Del descubrimiento de la Domus Áurea hasta los grutescos.
Se pueden ver reconstruidas habitaciones enteras con sus frescos y un columbario. De este modo se puede entender mejor la originalidad de la pintura romana, a la que con frecuencia se supedita demasiado a la griega. También podemos comprobar que los espacios arquitectónicos romanos eran mundos de colores, donde se reproducían tanto los hechos solemnes (históricos o mitológicos) como la vida cotidiana y la naturaleza.
Detalle de palomas del columbario grande de la Villa Doria Pamphili, 30-20 a. C.
Si nos acercamos suficientemente como podemos hacer con el retrato de abajo entenderemos que los pintores romanos utilizaban una pincelada rápida y vibrante que nos recuerda a la de los impresionistas. Observa como construye el rostro con breves toques de color con los que crea luces y sombras.
Retrato de mujer con joyas. El Fayum. Museo Nacional de Edimburgo, Escocia.
La primera sala está dedicada a la decoración parietal. A través de columnas, pilastras, cariátides y un sin fin de pequeños elementos decorativos se crea una escenografía donde enmarcar bellos ejemplos de paisajes bucólicos, vistas de villas y de santuarios rurales y jardines. La perspectiva es puramente intuitiva, sin las rígidas limitaciones de la perspectiva lineal. Destacan los frescos de la Villa Farnesina de Roma y los de la villa de Boscotrecase en el golfo de Nápoles.
Decoración de festones y figurillas de Villa Farnesina. Roma.
La segunda sala expone una selección de frescos del cuarto estilo pompeyano, arrancados a las domus en el siglo XVIII, con mitos representativos como Eros y Psique, Las Tres Gracias, Polifemo y Galatea, Hércules con su hijoTélefo, Ulises y sus aventuras narradas en la Odisea, Perseo y Andrómeda... Estos personajes están flanqueados por ninfas, sátiros y ménades suspendidas en el aire. Escenas cotidianas, ritos iniciáticos de casamiento, imágenes eróticas y bodegones completan esta segunda parte.
Ulises y las sirenas. Pompeya. 50-70 d. C. British Museum.
Los retratos que se pueden ver son magníficos y, lo más sorprendente hoy en día, de artistas desconocidos. Por primera vez se exponen juntos retratos de El Fayum (hechos con cera derretida sobre madera) junto a otros italianos hechos en mosaico, fresco o esmalte. Sus ojos transmiten la vida que ya dejaron.
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