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domingo, 15 de diciembre de 2024

LA PINTURA MURAL ROMANA. LOS ESTILOS POMPEYANOS.

Tras las conquistas de las regiones griegas, Roma comenzó a apreciar el gusto por la decoración de las viviendas. La élite romana entendió que sus domus y villas podían convertirse en un símbolo de reafirmación como clase social adinerada y culturalmente sofisticada.  De este modo, comenzaron a incorporar la elegancia de la pintura tanto a sus espacios privados de su casas (dormitorios), como a los públicos (tablinium y triclinium). 

Las pinturas murales de Pompeya y las zonas afectadas por la erupción del Vesubio son los primeros lugares donde se estudió la pintura mural, dejando ejemplos excepcionales que hoy podemos admirar en las más de 400 pinturas del Museo Arqueológico de Nápoles, así como en otros museos, en las excavaciones in situ o en la reconstrucciones virtuales. A partir de estos hallazgos, se estableció la clasificación y evolución  establecida conocida como los cuatro estilos pompeyanos. Todo ello, más los descubrimiento en otros lugares de Italia y del Imperio, junto con las restauraciones efectivas e investigaciones profundas de los dos últimos siglos nos han permitido profundizar en la evolución, los géneros y las técnicas de la pintura romana.

Fresco del muro sur del tablinium de la domus de Iulia Felix en Pompeya,  298 x 447 cm. MANN. Siglo I d.C. Pintura del cuarto estilo en los dos primeros pisos (zócalo y zona central)  y con un tercero (el superior) en el que se representa a modo naturalezas muertas (xenias) diversos objetos, posiblemente mercancías que comercializaba la propietaria.  

También se puede ver en este blog, otros ejemplos

- Roma. La pintura de un Imperio.

- La villa de los Misterios, Pompeya. Edificio y decoración pictórica.


- Los frescos del triclinium de la villa marítima de Positano. El cuarto estilo pompeyano.


Cubículo de la Casa de los Vetii. Segundo estilo.



  • La pintura romana del Primer Estilo (150-80 a.C.)  no fue arrancada de las paredes de Pompeya porque no era figurativa. Estas pinturas pueden contemplarse in situ en la ciudad y consisten en imitaciones marmóreas de sillares isodómicos o almohadillados, recreados con estuco coloreado. El ejemplo mas conocido es el de los sillares pintados de la casa de Salustio.
Muro de la Casa de Salustio. Además de la imitación de los bloques de mármol coloreado aparecen otros motivos decorativos en estuco como pedimentos, cornisas, pilastras, capiteles y arcos. 


  • El Segundo Estilo (80- 30 a. C), llamado también "arquitectónico", tiene su mejor exponente en la Villa de Fanius Synistor en Boscoreale hoy en el Museo Metropolitano de Nueva York, sobre un fondo de rojo cinabrio, se disponen paisajes urbanos, donde a través de la perspectiva se entrevén palacios, columnatas, templos, casa privadas, estatuas...
Fresco con detalle del segundo estilo de cubículo (dormitorio) de la Villa de Boscoreale de P. Fannius Synistor. ca. 50-40 a. C. Medidas de la habitación: 265.4 x 334 x 583.9 cm. Debajo el muro norte entero. 




  • El Tercer Estilo u ornamental (30 a. C. a 60 d. C.) comprende una serie de ejemplos de finísima ejecución: elementos ornamentales con gusto miniaturístico (edificios fantásticos, elementos vegetales muy estilizados, figuritas de animales, niños humanos y pequeños dioses) , junto con cuadritos que narran temas mitológicos, copias de celebres obras de la pintura helenística griega. Destacan las pinturas de la villa de Agripa Postumo y  las de la Casa del Amor Fatal o de Giasone donde la iconografía se inspira en el tema de la fatalidad del amor en las heroínas de la antigüedad con frescos que recrean a Medea, Fedra y Helena…
Tercer Estilo. Villa de Agripa Póstumo , 20 a.C.- 10 d. C. Los muros se convierten en superficies planas donde se pintan detalles arquitectónicos (columnillas y guirnaldas) que dividen en paneles el muro dejando una escena central con tema habitualmente mitológico o bucólico, a modo de tabla pictórica figurada. En la foto paisaje pastoril en el centro.



Los frescos de la domus de Marco Lucrecio Frontón en Pompeya sus pinturas fueron realizadas entre 35 y 45 d.C. y responden al final del Tercer Estilo pompeyano, que se caracteriza por el uso de colores unitarios, principalmente el rojo cinabrio, el amarillo y el negro. Las paredes se dividen en paneles con escenas figuradas de tema mitológico y cuadros con paisajes en miniatura, separados por motivos decorativos como tirsos, guirnaldas, candelabros fantasiosos y tallos entrelazados, preludio del barroquismo propio del Cuarto Estilo.


  • El Cuarto Estilo o ilusionista (60-80 d.C.), es la mezcla de los dos anteriores, es el más presente en la ciudad de Pompeya, muestra un gusto por la arquitectura teatral, pero sin la profundidad del II estilo. Los detalles arquitectónicos no son tan sólidos como en el segundo ni tan livianos como en el Tercero. Los motivos ornamentales son guirnaldas, cortinajes, pódiums, máscaras, paisaje idílico y figuras grotescas, mucho más elaboradas que las precedentes. Aumenta el numero de figuras decorativas flotando en los paneles o colgado de los elementos arquitectónicos. Ejemplos destacados los podemos contemplar en la Casa de las Vestales, la Casa de Meleagro, la Casa del Poeta Trágico, la Casa de Marte y Venus y la Casa de los Dioscuros. También, hay ejemplos excepcionales en villas marítimas como la de Positano. En las partes centrales de los muros suelen aparecer escenas mitológicas, como en el estilo III, con  destacando “Perseo y Andrómeda”, "Las bodas de Hera y Zeus", "Aquiles en Esciro", “El sacrificio de Ifigenia”,"los amores de Marte y Venus" o "Ariadna abandonada", entre otras...
Cuarto estilo. 'Pared con Narciso, por un artista desconocido, 62-79, siglo I d. C., fresco arrancado, 230 x 200 cm, Nápoles, Museo Arqueológico Nacional, Sala LXVIII, inv. 9701. Vista de toda la obra. Combinación de paneles: panel con una pintura ocre que representa a Narciso sentado sobre una roca; a la izquierda, un panel de fondo rojo: los dos están separados de una visión arquitectónica sobre un fondo blanco que se desarrolla en la zona superior, donde se encuentra una licencia con un aguilón rematado por un águila; abajo, una praedella de fondo negro con un delfín y un monstruo marino.

También hay frescos llamados por Vitrubio "Megalográficos", que se dan en el s. I a.C. y parte del I d.C. Representan personajes de tamaño natural que componen escenas. Pueden aparecer arquitecturas para dar un mayor realismo. No hay muchos, pero sí de una gran calidad. Destaca "La villa de los misterios".

Tema aparte lo constituye el paisaje idealizado sobre el fondo de las escenas mitológicas, como los frescos de los viajes de Ulises de via Graziosa en Roma. Se representan villas de ocio con sus jardines y pórticos. Los “hortus” con los que se decoraban triclinios y habitaciones para ampliar la perspectiva de las estancias, nos permiten recrear los que existieron en estas casas.

El retrato en Roma tuvo gran relevancia y en los frescos pompeyanos se pueden apreciar ejemplos muy representativos como la poetisa Safo y el retrato del panadero Paquio Próculo y su mujer.

De notable interés es el género de la naturaleza muerta o bodegón. Muy bellas son las que provienen de la Casa de Julia Félix.

Bodegón



Algunas pinturas aluden al mundo dionisiaco y de Afrodita, refugios de felicidad. En este sentido también hay que entender los paisajes y animales exóticos .

Otro género mucho más popular sería las pinturas que los tenderos encargarían para reclamar la atención del comprador o de lo que ofrecen sus establecimientos comerciales.

En definitiva, las pinturas romana no sólo son bellas desde el punto de vista formal, sino que, sobre todo, reflejan un imaginario colectivo tal vez no fue tan distante al nuestro.


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