Dur Sharrukin en el contexto de la arquitectura palaciega asiria.
Sargón II se inspiró en Kalhu (actual Nimrud) para planificar el urbanismo de su nueva ciudad. Esta había sido la capital del Imperio asirio aproximadamente 150 años, desde su construcción por Asurnasirpal II en el siglo IX a.C., hasta que Sargón II inauguró Dur Sharrukin en el año 706 a.C.. Ambas ciudades poseían un recinto de dimensiones y forma muy parecidas, que incluía dos espacios amurallados internos: una ciudadela que albergaba el palacio real, las dependencias administrativas y los templos más importantes de la ciudad, y otro edificio situado casi en el lado opuesto, conocido como palacio militar o cuartel, pues unía las funciones residenciales y militares.
Plantas comparadas de las ciudades asirias de Dur Sharrukin y Kalhu. El palacio de Khorsabad tiene aproximadamente la misma orientación que la ciudad y mide aproximadamente 200 metros en su punto más ancho y 300 metros en el más largo, unas 10 ha.
También la residencia real de Dur Sharrukin presenta una notable similitud estructural con el Palacio del Noroeste de Kalḫu, ya que ambos separaban claramente los espacios privados de los públicos y ambos estaban compuestos de enormes estancias organizadas en torno a grandes patios. Las principales diferencias entre estos dos palacios radican en que el edificio de Sargón II aumenta el número y el tamaño de los salones de recepción, creando un interior más monumental. Además, es innovador que este palacio presente una planificación más flexible, alejándose de los estrictos criterios de correspondencia y simetría que habían caracterizado a los palacios de sus predecesores.
Plantas comparadas de los palacios noroeste de Kalhu o Nimrud y de Khorsabad o Dur Sharrukin. Plantas y asignación de funciones y colores de David Kertai.
Para este capítulo, además de las memorias de excavación de Victor Place (1867) o de Gordon Lud (1938), nos apoyaremos especialmente en la tesis doctoral de Michelle Leanne Glynn, titulada 'An Analysis of the Palace of Sargon II at Khorsabad: Its Organisation and Function' (1994) o en el magnífico monográfico del profesor David Kertai, "The Architecture of Late Assyrian Royal Palaces" (2015).
Dur Sharrukin. Palacio público y privado.
Un palacio asirio debía ser una estructura compleja que cumpliera múltiples funciones para el funcionamiento eficaz del mismo y para realzar el poder del rey. Por un lado, debía atender las necesidades administrativas y ceremoniales del imperio. Por otro lado, debía servir de residencia segura del monarca y proporcionar privacidad a su familia, contando con todo tipo áreas de servicio que facilitaran la vida en palacio, desde cocinas, despensas, almacenes o establos. También albergaría a miembros del séquito, soldados, siervos y visitantes importantes. Además, en un palacio mesopotámico era esencial incluir un recinto templario y un zigurat, donde se llevarían a cabo rituales que legitimaban la conexión entre el monarca, los dioses y el pueblo.
Espacialmente, todas estas funciones se organizaban en sectores diferenciados dentro del palacio, que tenían patios principales como elementos centrales y corredores como conectores. Los patios no sólo facilitaban el flujo eficiente de personas y actividades, sino que también proporcionaban luz y ventilación a las salas adyacentes. Los corredores principales conectaban las áreas más visibles y utilizadas del palacio, permitiendo un acceso rápido y eficiente a los espacios de recepción y ceremonias. por otro lado, los pasillos de servicio y privados garantizaban el funcionamiento discreto de las actividades internas, como el suministro de alimentos y el mantenimiento del palacio, así como la privacidad del monarca y su familia. De este modo, las áreas del palacio interactuaban de manera efectiva, mejorando la funcionalidad de los espacios y creando un ambiente más cómodo y agradable para sus ocupantes. Además, el palacio debería ser lo suficientemente grande e ingenioso para impresionar a los espectadores y estar decorado de manera que reflejase la riqueza y el poder del rey.
Planta del palacio de Khorsabad según David Kertai, The Architecture of Late Assyrian Royal Palaces (2015). En ella podemos ver los números de las salas y los patios excavados. En color, los seguros y posibles usos de las dependencias.
Analicemos las funciones y principales sectores de este palacio de Sargón.
La fachada del palacio y sus entradas.
La fachada de un palacio asirio debía transmitir una impresión majestuosa y poderosa, resaltando la grandeza del monarca y la importancia del recinto. Debía incluir elementos arquitectónicos imponentes, como grandes portales y torres decoradas, que simbolizaran la fortaleza y autoridad del rey. La decoración, con relieves de figuras mitológicas y motivos ceremoniales, reflejaba la riqueza del palacio y su conexión con lo divino, creando una atmósfera de respeto y admiración. Además, el diseño de la fachada debía facilitar el acceso y guiar a los visitantes hacia el interior, enfatizando la funcionalidad y el simbolismo del palacio como centro del poder asirio.
La fachada principal del palacio de Sur Sharrukin era la que daba al sureste, frente a la rampa principal que partía de la plaza de la ciudadela. Ubicada en lo alto de la terraza, sería la primera parte del palacio claramente visible para cualquiera que accediese a la ciudadela a través de la Puerta B. Debido al tamaño de sus portales y a su decoración con grandes toros alados y otras figuras talladas en relieve caben pocas dudas de que ésta era la entrada al recinto palaciego.
Sobre esta entrada, Víctor Place interpretó que tenía una triple puerta que en su informe denominó como M, M', M". en su análisis, la puerta M era el portal central, el más grande y decorado. Sin embargo, el sondeo que realizaron los arqueólogos estadounidenses en el siglo XX en la fachada no revelaron la existencia de los portales laterales u concluyeron que solo había una puerta, no tres. Aún así, su aportación no fue totalmente concluyente y los arqueólogos hoy todavía dudan sobre este aspecto. A pesar de que Place apenas encontró algunos restos en pie, con lo que tenía, dedujo que esta entrada poseía una gran puerta abovedada, flanqueada por dos torres simétricas con almenas en la parte superior, características de la arquitectura militar y ceremonial asiria. Además, imaginó que sobre el arco y las torres habría frisos de ladrillo vidriado con representaciones mitológicas o ceremoniales. También sugirió la inclusión de mástiles con banderas y adornos dorados para realzar el carácter del edificio. La altura total podría superar los 16 metros.

La fantasiosa reconstrucción de Victor Place no se limitó a elementos decorativos, sino que también imaginó una escalinata de acceso y dos grandes cúpulas sobre dos puertas menores. En la parte inferior de la fotografía de abajo aparece el dibujo de la realidad arqueológica que encontró. Loud y Altman (1936) consideraron que las bóvedas y cúpulas propuestas por Place eran influencias orientales del siglo XIX, y expresaron dudas sobre los portales laterales, reduciendo la entrada sólo al portal central. sin embargo, es evidente que el gran grosor y la altura de los muros a lo largo de toda la fachada de la entrada sugieren con gran probabilidad que existiera una planta superior situada por encima de ella, así como la presencia de torres con contrafuertes en la fachada exterior del palacio.
Puerta principal del palacio de Khorsabad, según Victor Place (1867).
El portal central pudo haber tenido más que ver con el tráfico entrante que con el saliente, debido a un segundo par de toros alados de menor tamaño que flanqueaban la entrada en el muro noroeste de la sala 98. Estos toros generaban un efecto canalizador que invitaban al visitante a entrar, pero de nuevo son especulaciones.
En el grabado superior, reconstrucción longitudinal de la puerta sudeste del palacio, atravesando la sala del cuerpo de guardia (sala 98) y llegando hasta el patio XV. En el inferior, la realidad arqueológica que encontró Victor Place.

Posiblemente, y según Victor Place, había un entrada secundaria monumental que daba al noreste del palacio con una única gran puerta de acceso. Sin embargo, dado que el montículo en esta zona estaba muy erosionado, fue imposible hacer más que una conjetura al respecto. Para justificar esta segunda entrada, Place imaginó que desde la ciudadela baja ascendería una larga rampa apoyada en el lateral noroeste de la terraza de palacio. Ésta no pudo ser probada. Si el portal hubiera existido daría paso directo al Patio del Salón del Trono (Patio VIII).
Con seguridad debería haber alguna otra entrada menor o portón que diera acceso directo desde el exterior al recinto templario o a los patios secundarios II y III.
Por la entrada sur o entrada principal (puerta M y sala auxiliar 98) se accedía al Patio XV o gran patio de entrada. Sus dimensiones eran las más grandes del recinto con 103 × 91 metros y presentaba, a diferencia de cualquier otro patio del palacio, contrafuertes o, posiblemente, torres similares a los de las murallas. Esto significa que, si el palacio hubiera sido atacado y se hubiera abierto una brecha en la fachada de entrada, el patio XV habría sido la segunda línea de defensa del palacio. Lo más probable es que su suelo fuera pavimentado con ladrillos cocidos, pero ya en la antigüedad fueron retirados. También se sabe que la parte más al sur del patio estaba a 3 metros de altura por debajo del nivel de la Sala del Trono, por lo que se conjeturó que tuviera una inclinación sutil que enfatizara el efecto de entrar por la puerta monumental D-D' (la que conectaba con el patio VIII), obligando a los visitantes a subir la vista al acercarse a el.
Patio XV o Gran Patio de entrada. Detalle de la reconstrucción de Victor Place (1867).
Reconstrucción de la segunda plataforma de la ciudadela de Khorsabad con los espacios principales enumerados. Vista aérea desde el este. Por Charles B. Altman (Loud y Altman, 1938, pág. 1) y numeración propia.
Esta plaza casi cuadrangular y con aspecto de fortaleza podría ser el espacio donde podían reunirse las tropas para entrenamiento (patio de armas) o el lugar de ciertas ceremonias cívico-militares del pueblo con su rey. Además debería contener dependencias administrativas en dos de sus laterales que habrían puertas directas al patio. Pero, indudablemente, el Gran Patio era el eje axial que organizaba y controlaba el tránsito hacia los diferentes sectores del palacio:
- al sureste, se accedía a través de 4 puertas (102, 106, 119 y 122) al sector de servicios del palacio;
- al suroeste y oeste, se abría el corredor 90 que llevaba al sector de recinto de los templos;
- y por el norte, se entraba al sector de palacio propiamente dicho, tanto a la zona la privada (a través de la puerta 74 y el corredor que partía desde allí), como a la pública o ceremonial, ya que dos vestíbulos alargados consecutivos (salas 81 y 80), a modo de puerta monumental (D-D') con cuerpo de guardia, establecían la conexión entre el patio de entrada y el patio VIII o patio del Salón del Trono.
El sector de servicios del palacio.
El sector de servicios del palacio, situado al este del patio de entrada, contaba con varios patios menores (del XVI al XXIII) y albergaba dependencias destinadas a diversas funciones cruciales para la vida cotidiana de palacio. El hecho de que haya cuatro puertas que conducen del Gran Patio, a través de una antecámara, a los estancias y patios ubicados en esta área indica que la relación entre estas regiones probablemente era estrecha. Aquí situaríamos las áreas de almacenamiento para alimentos y suministros, talleres para oficios necesarios como carpintería y herrería, oficinas, cocinas e incluso establos. Sin embargo, la escasez de objetos hallados limita nuestra comprensión sobre la funcionalidad específica de cada estancia en este sector. La única excepción sería el patio XVIII y sus dependencias anexas, donde se encontraron anillos de piedra fijados a las paredes, lo que sugiere que podrían haber sido utilizados para atar caballos. Es lógico que el rey guardara sus caballos en un lugar convenientemente cercano a la entrada del palacio, pero también a su residencia.
Planta del sector de servicio del palacio de Khorsabad, según la numeración de salas y de habitaciones del plano de Víctor Place. Sobre el mismo, los pasillos y corredores que servían de paso a esta zona desde los dos patios principales. La esquina sureste no llegó a excavarse debido al deterioro por la erosión.
El sector templario del palacio.
Al oeste del Patio XV, el pasillo 90 y el corredor 195 conducían al sector de templos de la segunda plataforma de la ciudadela. Victor Place cometió un error al identificar esta área como un harén, basándose en la presencia de una única puerta de entrada. Sin embargo, la reexcavación realizada por la expedición norteamericana reveló que se trataba de un recinto con patios y seis templos dedicados a las deidades Sin, Shamash, Ningal, Adad, Ninurta y Ea. Estos templos estaban bajo la autoridad real, y el nombre de Sargón se encontraba inscrito en algunos paneles de ladrillo, lo que indica la importancia religiosa y política de este espacio en la ciudadela.
Plano del recinto templario de la segunda terraza del palacio de Khorsabad, según lo excavado por Place y el OI de Chicago. Se señalan en él todos los templos de este área, así como los patios y salas vinculadas a este sector. La entrada se podía hacer a través de la puerta 90 que daba al Gran Patio o patio XV o desde una puerta secundaria (183) que se abría a la terraza exterior de la ciudadela superior. Otra forma de acceso sería desde el corredor del zigurat que terminaba en la sala 195.
El Patio XXX era el distribuidor de dependencia y el acceso a los corredores que llevaba hacia otros patios menores donde se levantaban los templos propiamente dichos. El Patio XXVII, de 30 x 30 metros, era en el que se hallaban las entradas de los templos más importantes.
Plano del templo de Sin y del patio XXVII en torno al cual se accedía a los otros templos. Memoria del OI de Chicago (1936). En los laterales aparecen las secciones longitudinales del patio y de los templos de Sin y Adad.
En el templo más grande, el dedicado al dios Sin o dios de la Luna, Victor Place encontró una fachada que conservaba numerosos restos decorativos, incluyendo vestigios de escenas elaboradas con ladrillos vidriados (de las que hablaremos en el siguiente artículo, por ser una de las últimas noticias sobre Khorsabad). También se encontraron restos de mástiles de madera de cedro, cubiertos con bandas de bronce, que interpreto como palmeras. Delante de ellas, se hallaron dos estatuas de piedra de un dios sosteniendo un jarrón del que brotaba un líquido ondulante.
Dibujo coloreado de Felix Thomas reconstruyendo, según V. Place (1867), la fachada Z del Harem del palacio de Khorsabad. Recogida en la memoria del OI de Chicago (1936), como fachada del templo de Sin.
Al norte de este complejo templario y sobre esta misma terraza del palacio, existía un montículo muy evidente de forma cónica que no pasó desapercibido a Botta, pero que no supo interpretar. Victor Place atacó el montículo esperando encontrar una gran construcción con habitaciones, pero pese a que hiciera profundas catas horizontales (túneles) y verticales (pozos), sólo encontró ladrillos y escombros amalgamados que le sumió en la decepción. Sólo al final de sus campañas Place, fue consciente que lo que intentaba excavar era un zigurat (realmente le llamó observatorio), de 43 metros de base, cuya construcción maciza con ladrillos se había desmoronado ocultando sus lados rectos, ángulos, pisos y escaleras de acceso. Sólo encontró evidencias arqueológicas de que el edificio tuvo 4 plantas helicoidales, aún así él imaginó que serían 7, y también afirmó haber visto que el enfoscado del mismo estuvo coloreado por plantas, lo que encontró lógico, argumentando que Herodoto ya había explicado que las 7 murallas escalonadas de Ecbatana estaban decoradas así.
El sector residencial del palacio.
La parte residencial de palacio es poco conocida porque solo se excavó en tiempos de Place y ocuparía la zona al norte del patio XV. Posiblemente poseía entradas de servicio través de largos corredores desde los dos grandes patios (XV y VIII). Estaba estructurada en torno al patio VI, que debía hacer de distribuidor de las habitaciones de Sargón y de conexión con el Salón del Trono y con el Patio exterior I. Cada uno de los cuatro lados de este patio tenía una puerta central con un par de toros alados, orientados hacia el patio, a través del cual se accedía a cuatro sectores diferentes de salas o suites. No podemos asignar funciones específicas a las salas, porque no se encontró nada en ninguna de estas habitaciones que aportase una prueba definitiva de su función. Son salas medianas de planta rectangular de unos 10 metros de largo, lo que facilitaba el adintelamiento de su techo. Su eje se disponía paralelo al lateral del patio al que se abrían. Una daba acceso a otra, pero las estructuras encontradas llegaron en tan mal estado que apenas se puede asegurar nada sobre ellas. Se supone que existiría una segunda planta a la que se accedía por escaleras.
Plano con los sectores del palacio de Khorsabad, estructurados por sus patios y sus puertas monumentales y corredores/pasillos de acceso.
El Patio I podría ser parte del palacio privado, conectando con el palacio público o ceremonial a través del corredor que lo unía al Patio III. En él encontramos un enigmático edificio que Botta designó como "Monumento X", que podría haber pertenecido tanto a la parte del palacio privado como pabellón de recreo o servir para alguna ceremonia oficial. Se levantaba exento, de ahí que se le llamara monumento, en el lado occidental del Patio I. Sólo conocemos testimonios poco fiables de él por haber sido algo estudiado tanto por Botta como por Place. Pudo tener columnas en su fachada, así como, estar construido con piedras blancas y tener una escalinata de acceso de seis escalones de basalto negro que contrastaba con el resto. La opción más probable es que fuera el bit-hilani o "casa de pilares" del que Sargón II se jactaba haber construido en sus inscripciones fundacionales a modo de palacio neohitita:
"(...)Construí un pórtico, inspirado en el palacio hitita, que en la lengua de Amurru llaman bit-hilani, frente a las puertas de los palacios" (...).
Reconstrucción ideal según Victor Place (1867) del "Monumento X", sección(1) y fachada(2). También la planta que ideó (3), según la planta de los escasos restos excavados (4).
También pudo tener un jardín real con ejemplares arbóreos diversos.
El sector público y ceremonial del palacio.
En cambio, el sector oficial y público del palacio se conoce mejor porque estaba decorado con relieves monumentales que representaban procesiones de dignatarios. El trono real estaba estaba en esta parte accesible del palacio, lo que no significa facilidad de acceso.Se accedía a él a través del Patio VIII o de la Sala del Trono. En la esquina sur del mismo estaba estaba la entrada de conexión con el Gran patio y al sureste la conexión con el sector de servicio. Al este había una fachada monumental con la entrada al Salón del trono y a través de él con la parte privada de palacio; y al norte, a través del corredor X, se llegaba al Patio III y a las salas de recepción y ceremonias públicas.
El Patio VIII y su decoración escultórica.
El Patio VIII era rectangular y de aproximadamente 110 m por 61 m. La zona noroeste del patio VIII parecía estar dedicada principalmente a la sala del trono y al funcionamiento ceremonial del palacio, mientras que la sureste, que contenía la mayoría de las puertas, estaba dedicada a la circulación administrativa y de servicios del palacio. Las diferencias en el funcionamiento de estas dos áreas se reflejan en su decoración. Los muros al noroeste estaban revestidos con losas de ortostatos esculpidos y los del sur no. Desafortunadamente, la parte noreste y este del patio VIII fue destruida por la erosión y no nos permite afirmar que hubo una entrada monumental por este lado a la terraza exterior de la plataformas superior. Al igual que el Patio XV, estaba pavimentado con ladrillos cocidos.
Sección del patio VIII desde la puerta central del lado oeste (con los toros alados). Continúa con el corredor 10 (iniciado y terminado por león alado y pasillo con relieves a dos alturas) y el patio III con otra puerta monumental que da paso a estancias de recepción. Las escenas en relieve representan una procesión de cortesanos portando ofrendas hasta la figura del rey junto a las entradas a la sala del trono. No es descabellado, por tanto, suponer que las escenas del tributo representaban las actividades que normalmente habrían tenido lugar en esta zona del patio.
En torno al Patio VIII apareció el conjunto escultórico más importante, recalcando su importancia propagandística. Contamos en él, al menos de 12 de los casi 30 lamassus encontrados en el palacio de Khorsabad, es decir, de los colosales toros alados con cabeza humana. A este tema, se unían otros elementos escultóricos simbólicos como el héroe agarrando un león, el genio alado con cabeza de pájaro, el genio con o sin alas y el árbol estilizado, así como relieves narrativos en el que el rey aparece con oficiales y soldados recibiendo a portadores de tributos. Todo diseñado bajo un esquema simétrico que realzaba el espacio arquitectónico.
Analicemos iconográficamente la fachada noroeste de este Patio VIII.
- Los lamassus, sin duda, son las esculturas más espectaculares. Ya los hemos visto aparejados en las puertas de la ciudad y de la ciudadela, pero también se utilizaban en los lugares principales de tránsito del palacio oficial. Se calcula que pudo haber unos 26 pares de ellos. Todos con un estilo y proporciones muy similares, lo que se puede suponer que se prepararon varios patrones maestros (vistas frontal, de perfil y posterior), que fueron utilizados por los canteros para la producción de las esculturas individuales. Estaban esculpidos en grandes bloques cuadrangulares de piedra caliza sólo por dos de sus lados, de perfil y de frente. Su altura varía, según su ubicación en el palacio, entre los 3,5 a 5,8 metros y su peso puede estar entre las 20 y las 50 toneladas. En esta fachada noroeste los vemos de dos formas: 4 vistos de perfil y con la cabeza vuelta hacia el patio en los contrafuertes que enmarcaban la portada frontal del Salón del Trono; y otros 6 aparecen por parejas y mirando al frente en las jambas de las tres puertas de entrada al Salón del Trono.
Lamassu reconstruido en el Louvre, según el conservado en el Museo del Instituto Oriental de Chicago. El toro alado se representaba invariablemente sobre una plataforma baja esculpida en el bloque de piedra original. El cuerpo del animal era tallado en altorrelieve con una profundidad de entre 24 y 30 cm. Su musculatura y caja torácica están modeladas con sumo cuidado. El ala visible del toro cubre el hombro del animal y se arquea elegantemente sobre todo el cuerpo. Bajo el ala del toro, una ancha banda de rizos compactos se extiende por todo el lomo y termina en la base de la cola, donde emerge un gran rizo. En la parte frontal, se aprovecha todo el ancho del bloque de piedra para tallar el animal en bulto redondo (cabeza, cuerpo y patas delanteras), que, una vez instalada la escultura en el portal, sobresalía de la línea del muro lateral.

Los rasgos faciales de la cabeza humana están modelados con precisión. Las cejas, gruesas y arqueadas, se arquean justo por encima del puente de la nariz. Los ojos tienen párpados e iris prominentes y bien definidos, lo que otorga al rostro una expresión intensa. La larga barba, formada por rizos que cubren las mejillas y la barbilla, se organiza en tres o cuatro capas de rizos en espiral. Encima de los labios carnosos y elegantes se asienta un pequeño bigote. A los lados de la cabeza, el cabello largo y ondulado cae hasta los hombros, terminando en seis o siete filas de rizos. Las orejas, que imita la forma de las de los toros, están adornadas con pendientes. El tocado consiste en un gorro alto, decorado en la parte superior con una hilera de pequeñas plumas, y embellecido con hileras de rosetas, además de dos o tres pares de cuernos.
- La arquitectónica. Ya que actuaba pareados como gran bloque que sostenían las bóvedas de ladrillo de los pasadizos.
- La política o propagandística, puesto que a través de su tamaño transmitían la idea del poder del rey. Además, por si no quedara claro, entre sus pezuñas, se escribía en una larga inscripción cuneiforme los títulos de Sargón, se relataba la construcción del palacio y el rey alardeaba de sus victorias, sus virtudes, su piedad y de las maneras en que los dioses lo habían favorecido.
- La protectora o mágica. Los lamassus eran estatuas de seres híbridos que fusionaban características anatómicas de tres criaturas distintas. Su cuerpo y sus patas eran de toro, simbolizando la fortaleza y el poder terrenal. Las alas de un águila representaban el dominio del aire, mientras que la cabeza humana otorgaba al monstruo la inteligencia del ser humano. Sin embargo, al observar sus grandes ojos, que miran por encima del espectador, se sugería que estaban enfocados en asuntos que trascendían lo humano. Esto reforzaba su naturaleza como personificación de una divinidad, lo que lo confirma la tiara que porta. En conjunto, los lamassus son la síntesis de las fuerzas más poderosas del universo, de lo terrenal y de lo supraterrenal, convirtiéndose en los genios protectores contra amenazas externas y espíritus malignos.
- La artística o decorativa. El tamaño de los lamassus es impresionante, pero aún más lo es el detallismo de su musculatura, pezuñas, rizos de barba y cabello, plumas y rosetas. La maestría en la representación de estos detalles se refleja en la nitidez y precisión de su repetición.
- Héroe sujetando un león. Este motivo junto con los toros alados formaban un conjunto especial que algunos historiadores han llegado a considerar como el gran emblema heráldico de Sargón II (Albenda, Pauline. The palace of Sargon, King of Assyria: monumental wall reliefs at Dur-Sharrukin, p.101. (1986)). Y en verdad, éste parece ser su cometido, pues sólo aparece en los dos sitios más especiales de palacio: la gran puerta de entrada de la fachada exterior de palacio y, notablemente, en los contrafuertes de entrada al Salón del Trono de este Patio VIII. En este caso, la escultura mide 4,70 metros de altura. Representa a un héroe, posiblemente Gilgamesh, sujetando firmemente y sin demostrar esfuerzo a un león (en una escala menor), que gruñe e intenta liberarse del agarre del héroe. Es la encarnación de la omnipotencia del rey y de su dominio sobre la naturaleza salvaje o sobre sus enemigos, pero también proclama la larga genealogía del rey asirio, que se remonta a orígenes míticos al introducir al héroe.
- Genios protectores y benéficos. Inmediatamente a la derecha de esta entrada, los bajorrelieves mostraban un genio de cuatro alas seguido de un genio sin alas, ambos de cara a la puerta. Su naturaleza divina se manifiesta en el tocado con cuernos, un adorno que sólo portaban las deidades. Los genios alados con cabeza humana sostienen un cono en la mano derecha levantada y, en la izquierda bajada, un cubo con asa. Una versión que no aparece en este patio, pero sí en otros lugares de palacio, es el genio alado con cabeza de águila. Estas figuras guardianas, junto con los toros alados con cabeza humana, con los que estaban íntimamente asociados, funcionaba como protectores del pasaje interior. El genio sin alas, al situarse detrás de un genio alado, sugiere que, en el ámbito religioso, ocupa el segundo lugar. En otros lugares, el genio sin alas se coloca a ambos lados de un árbol estilizado. Su brazo derecho, doblado, se alza y la palma está abierta. Esta acción probablemente sea un gesto de saludo o bendición. En su mano izquierda, bajada, hay una planta de tres ramas con flores. Las flores se han identificado como amapolas de opio o granadas.
- Rey Asirio con Oficiales y tributarios. En varias puertas del palacio, los muros laterales estaban revestidos con ortostatos que representaban al rey y con oficiales asirios hacia quienes se presentaban tributos portados por soldados. En el patio VIII, sus principales fachadas, al menos, representaban esta solemne escena con más motivo puesto que las comitivas de dignatarios y tributarios esperarían en este espacio para ordenadamente dar tributo y sumisión ante el rey en el Salón del Trono. Las figuras se muestran en un solo registro, que llegan casi hasta la parte superior de la losa de piedra de 3 m de altura.
Arriba, fachada sureste del patio VIII, junto al toro alado que da paso al corredor X. Sargón recibe a oficiales y dignatarios asirios. Debajo, fachada noroeste, procesión de dignatarios y portadores de tributos. Reconstrucción por Botta y Flandin (1849).
El Salón del Trono.
Cuando la mayoría de la gente imagina un palacio, la imagen del salón del trono es la que más viene a la mente. Esta es la sala del palacio que mejor ilustra la imagen pública de un gobernante. Es aquí donde el rey se sienta entronizado, gestionando sus asuntos, ya sean de estado o privados, y recibiendo visitas. En la mayoría de los palacios y residencias neoasirios, esta sala solía estar ubicada en una posición que permitía el acceso directo desde el patio exterior, lo que la situaba en una posición ideal para restringir el acceso al sector residencial y privado del monarca dentro del edificio.
El Salón del Trono, conocido como patio VII en los planos de Victor Place, estaba más allá de la portada de acceso del Patio VIII. Desde el punto de vista organizativo del palacio, servía como eje de separación entre los sectores público y privado, pero desde el punto de vista propagandístico era el eje del poder de Sargón II. Sin embargo, la falta de decoración y del enlosado de piedra llevaron a Victor Place a considerarlo un patio abierto, en lugar de una sala cubierta, y que sería la antesala de la sala del Trono, que para él sería la habitación 27. No obstante, los arqueólogos norteamericanos estaban convencidos de que realmente se trataba de la gran salón del trono. Un indicio clave para decantarse por esta hipótesis era la existencia de tres entradas desde el Patio VIII, cada una adornadas con toros alados con cabeza humana, lo cual no era lógico para la entrada a un patio secundario. Por esta razón, decidieron reexcavar el área para confirmar sus sospechas. Entre los hallazgos que hicieron, se descubrió en el lado corto sur una base de piedra con escalones de cuatro metros de largo y un metro de alto, lo que confirmó que sobre ella descansaría el trono de Sargón. Además, impresiones de vigas de madera revelaron que el espacio estuvo techado. Sus dimensiones, de 10,5 metros en su lado corto por 47 metros en su lado largo (aproximadamente 500 metros cuadrados), lo convertían en la sala cubierta más grande del palacio, capaz de albergar fácilmente a más de 700 personas. . Se pudo comprobar que los muros tuvieron relieves decorando sus zócalos, así como losas de piedra en el suelo, pero que en algún momento de la antigüedad fueron retirados, posiblemente por Senaquerib al partir hacia Nínive. También se encontraron restos de yeso pintado que demostraron cómo estaba decorada parte de las paredes.
Planta del Salón del Trono (patio VII, según Place). Tres puertas con altorrelieves de toros alados servían de tránsito desde o hacia el Patio VIII. En el lado opuesto otra puerta con estos seres híbridos daba paso al palacio privado. Dos puertas más pequeñas servían de acceso a otrs dependencias. Los pequeños círculos de esta planta señalan el lugar en que se encontraron restos de los frescos que decoraban los muros de esta sala y de las impresiones de las vigas de madera.
Desconocemos la altura de la estancia pero es probable que una sala como ésta tuviera al menos 14 m de altura. A la sala se podía ingresar desde el patio delantero principal (es decir, el Patio del Salón del Trono) o desde el interior del palacio privado. En el extremo noroeste de esta sala se accedía a través de una antesala (24) a una escalera (22,23) que podía llevara a un segundo piso o terraza/tribuna. En el extremo opuesto de la sala se encontraba la base o estrado del trono, situado en un nicho poco profundo. En el muro norte una pequeña puerta se abría a lo que podía ser un baño, cerca del estrado del trono. También a partir de este mismo muro se encontraba una cámara de retiro (27) que conectaba la sala del trono con el patio interior (VI). La sala del trono sigue el patrón de la mayoría de las demás salas del palacio, ya que su eje longitudinal está orientado paralelo al lado del patio al que daba.
En la parte superior de la imagen, se presenta la reconstrucción del Salón del Trono del palacio de Khorsabad, basada en las investigaciones del Louvre (PASdigital). Se aprecia al fondo de la sala el pedestal sobre el que se colocaba el trono, enmarcado en un nicho en la pared. Un segundo nicho aparecía frente a la entrada central, lo que hace suponer que a veces el trono se colocaba en esta dirección hacia el patio VIII. Esta representación muestra únicamente las dimensiones y los objetos hallados, aunque su apariencia real sería aún más opulenta, como se puede observar en la reconstrucción del palacio noroeste de Nínive que se encuentra en la imagen inferior.
Como hemos dicho, no se han encontrado los relieves que adornaban las paredes de esta sala, pero, a tenor de los que se rescataron en mal estado en el pedestal del trono, podemos inferir que se representarían en ellos campañas militares, procesiones y banquetes.
Dos relieves del pedestal del trono del palacio. El hallazgo fue del equipo arqueológico del OI de Chicago. La escena tallada en el lado noreste de la base del trono es la mejor conservada de las dos, aunque solo se conserva una pequeña parte (Fig. 79). Muestra al rey deteniendo su carro en el campo de batalla sobre el cuerpo de un enemigo caído. Frente a él, los oficiales apilan una pirámide con las cabezas de los vencidos. Que la batalla tuvo lugar cerca de un río, o posiblemente del mar, lo indica una franja horizontal que representa agua en la que nadan peces. Debajo, una franja de rosetas sirve de borde. En la cara opuesta (Fig. 80), el relieve representa a arqueros asirios atacando una ciudad montañosa. Portan sus escudos y armas mientras se acercan a la fortaleza. Se les muestra marchando sobre territorio montañoso, mientras la ciudad atacada se alza sobre una montaña más alta. Los defensores de la ciudad parecen encontrarse con la derrota, pues los vemos caer de bruces desde las murallas. Una franja de rosetas forma de nuevo el borde inferior.
El Corredor X.
La Sala o corredor X es el pasillo que conectaba el Patio VIII con la amplia terraza del Patio III, ofreciendo vistas a las montañas. Con una anchura de 3 metros y una longitud de 22 metros constituía la principal arteria de comunicación en el palacio oficial o ceremonial. Sus muros, cubiertos por losas de ortostatos esculpidos, y su pavimento de piedra evidencian el paso de importantes personajes por este pasillo. En ambos extremos, las puertas tenían toros alineados. Una bóveda o un sistema adintelado pudo haber servido de techo a este pasadizo.
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Este pasillo X había sido excavado por Botta y, tal vez, algunos de sus relieves fueron los que se hundieron en las aguas del Tigris cuando Victor Place se los llevaba a Francia. Desde la partida de Place, se produjo la destrucción de muchos relieves, algunos debido a la erosión del agua y la mayoría porque los nativos solían utilizar la piedra para quemarla y obtener cal. Los arqueólogos norteamericanos reexcavaron parte del corredor para comprobar su estado de conservación 90 años después y rescatar algunos relieves, pero se encontraron con una degradación evidente. Del muro noroeste, sólo dos losas, que se llevaron a Chicago, mantenían reconocible las escenas. Son las que muestran dos caballos y las piernas de su conductores con prendas de piel y botas altas de origen no asirio. Gracias a los grabados de Botta y algunos relieves que mandó al Louvre sabemos que había un registro superior y otro inferior separados por una banda inscrita. El conjunto representaba la llegada de portadores de tributos en procesión con una caravana de caballos y camellos o el regreso victorioso de una campaña de conquista, un tema siempre agradable a los ojos de un rey vanidoso y, para otros, un recordatorio constante del poder de Sargón.
Corredor X de Khorsabad relieves de los ortostatos laterales, según la memoria de P. Emille Botta (1849).
Corredor X de Khorsabad, lado oreste. Relieve de tributarios medos en el Louvre, traídos por Botta. Los medos son un pueblo de las montañas Zagros entre Mesopotamia e Irán, reconocibles por sus grandes botas con cordones y sus capas de vellones. A diferencia de los asirios, tenían el pelo corto y rizado, finas diademas y la mayoría lleva barbas rapadas. Dos hombres sostienen la maqueta de una ciudad fortificada en señal de lealtad a Sargón. El puño derecho levantado es un gesto de saludo y respeto. Dos de los hombres conducen caballos sementales ricamente ataviados como tributo al rey asirio. Los medos eran un pueblo especializado en la cría de caballos.
Palacio oficial. Salas de Recepción.
Al llegar al Patio III, la opción más evidente para el que accedía a esta zona era dirigirse hacia las estancias que se abrían al noroeste, puesto que otros dos grandes toros alados invitaban a atravesar sus puertas. Esta es una verdadera novedad con respecto al palacio de Kalhu, dando paso a una zona o terraza que sobresalía de la muralla con once habitaciones. En el interior, destacaban tres suites monumentales o amplias salas rectangulares paralelas (Salas 8, 5 y 2) conectadas por un pequeño pasillo. Estas seguramente servirían como salas de recepción de invitados y tributarios y formaban parte del aparato propagandístico de Sargón, ya que estaban decoradas con relieves que narraban las campañas militares del rey.
Reconstrucción de la sala 5 y pequeño pasillo que conduce a la sala 2, según vídeos del Louvre (PASSdigital).
Las campañas militares asirias en los territorios orientales están representadas en la sala 2, mientras que en la sala 5 están representadas las de los territorios occidentales. Desgraciadamente, casi toda esta decoración es sólo conocida por los dibujos que realizó Emille Botta y Eugène Flandin, pues la mayor parte se hundieron en el Tigris. Sabemos que eran bloques de piedra individuales de unos tres metros de alto y dos metros de ancho y que cubrían todos los muros.
Salas Privadas de recreo. ¿Jardines?
A la espalda de ese sector de palacio y en la zona que forma un ala que se extiende sobre la terraza al noroeste, se encuentran las Salas 7 y 4. Su función no puede determinarse con total certeza, aunque es probable que se planificara como un lugar donde el soberano pudiera recibir informalmente y con privacidad a algunos invitados íntimos, ya que no había una comunicación directa con el resto del palacio. Además esas estancias gozarían de una ubicación privilegiada, con vistas al río Khosr y a las montañas kurdas, nevadas durante gran parte del año, y, posiblemente, al jardín al exterior de las murallas.
En las salas de este sector las decoraciones se vuelven más amigables, lo que refuerza la idea que estas habitaciones fueron privadas del rey o para invitados especiales. Los relieves de la pequeña Sala 7 (recinto de 7 x 7 metros, ancho por largo) muestran dos conjuntos de escenas.
En el registro superior se adivina a un grupo de dignatarios en un banquete, algunos de los cuales alzan una copa. Mientras que en el registro inferior de esta sala se muestra la caza de liebres y aves con halcones, probablemente en el parque real. El rey, en carro, está acompañado por sus sirvientes y guardias a pie o a caballo que cazan y practican el tiro con arco. También se representan edificios destinados al ocio entre laderas boscosas y un estanque o lago, donde nadan peces y flotan barcas. Afortunadamente, se conservan los dibujos de Botta y Flandin, pero también parte de los relieves que fueron dibujados y que fueron rescatados por el OI de Chicago en la década de 1930.
Conclusión.
A medida que vamos concluyendo este análisis sobre el Palacio de Khorsabad, se hace evidente que su arquitectura y decoración no solo eran un testimonio del poder de Sargón II, sino también un reflejo de la sofisticación cultural y artística de la Asiria del siglo VIII a.C. En un cuarto artículo, exploraremos los nuevos descubrimientos arqueológicos e interpretaciones que han surgido en las últimas décadas sobre Dur Sharrukin, revelando más detalles sobre la vida y la organización de esta fascinante ciudad asiria, así como su impacto en la historia antigua.
Otros artículos de esta serie:
- El palacio asirio. El palacio de Khorsabad de Sargón II. Introducción, contexto y fuentes. (1/4)
- Khorsabad. Descripción del plano urbano, murallas, puertas y ciudadela. (2/4)
- Khorsabad. Recinto templario y el palacio privado y público. Decoración relieves. (3/4)
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El artículo en "X".
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— Alfredo García (@Algargos) June 15, 2025