Este es el segundo artículo sobre Dur Sharrukin, la nueva ciudad y su palacio que construyó Sargón II a finales del siglo VIII a. C. En el artículo anterior, exploramos el contexto histórico y las razones de autoridad y prestigio que llevaron al rey asirio a construir en Khorsabad una capital "ex novo", así como los desafíos logísticos y arquitectónicos a los que se enfrentó. También vimos cómo fue descubierta arqueológicamente desde el siglo XIX y la valiosa información proporcionada por las inscripciones o fuentes directas que han permitido reconstruir su historia. En este artículo, abordaremos la descripción en conjunto de la ciudad, destacando el diseño del plano urbano, las murallas y sus puertas, así como la plataforma inferior de la ciudadela, que servían como el corazón de la vida pública y religiosa de la ciudad al albergar palacios menores y el templo de Nabu. Dejaremos para un tercer artículo la plataforma superior de la ciudadela, donde se encuentran las estructuras más significativas del palacio de Sargón II y otros templos. Y para un cuarto, aspectos relacionados con la decoración y las nuevas perspectivas de investigación sobre la ciudad y el palacio.
Descripción de la ciudad. Delimitación. Murallas, puertas y plano urbano.
Dur Sharrukin fue construido durante una década por Sargón II en tierras vírgenes, sin las limitaciones de una construcción anterior. La ciudad presentaba un diseño, más o menos rectangular, de 1600 x 1750 metros, ocupando una superficie de 280 hectáreas. Su forma y tamaño era similar a los de otros recintos amurallados mesopotámicos, como Babilonia, que llevaban en pie desde cientos de años. Además, estaba orientada de tal manera que sus esquinas apuntaban aproximadamente a los puntos cardinales. No sabemos si llegó a haber una ciudad extramuros o arrabales, pero lo que sí sabemos es que la ciudad amurallada tenía una terraza entre artificial y natural que llamaremos ciudadela que se levantaba 18 metros sobre la ciudad baja y que también estaba fortificada.
Murallas.
Cuando llegaron Botta y Place a Khorsabad, las murallas presentaban la apariencia de cuatro colinas alargadas de pendiente suave. La erosión de la arcilla que las conformaban hacía que resultara difícil distinguir que allí hubo muros verticales. Las antiguas puertas se elevaban ligeramente sobre el terreno formando montículos. Botta pensó que éstos eran tumbas e inició el desenterramiento de uno de ellos. Sin embargo, al no encontrar nada interesante en los primeros metros, interrumpió la excavación, ya que tenía otros puntos en la ciudadela donde estaba obteniendo magníficos relieves. Años después, Victor Place regresó a esta anomalía del terreno y descubrió que en realidad se trataba del recinto amurallado de la ciudad. Excavar un área tan extensa habría implicado un esfuerzo innecesario, por lo que decidió concentrar sus esfuerzos en las zonas más relevantes, es decir, en las esquinas, las puertas y algunas secciones de las fachadas interior y exterior del muro. Sin embargo, el equipo norteamericano demostró que algunas puertas, como la Puerta 7, no fueron totalmente desenterradas y que en tramos de la muralla que Place afirmó haber excavado, como el del complejo militar, no se observó que este sobresaliera de la línea recta.
Las conclusiones a las que llegó Place fueron que las murallas tenían 24 metros de grosor y que sus cimientos y base eran de piedra y mientras que sus muros estaban construidos de ladrillos y adobes, sin uso de mortero. En un caso, donde la conservación era especialmente buena, se observó que se habían empleado capas de esteras como aglutinante cada nueve hiladas de adobe. Conjeturó, además, que su altura llegaría a los 23 metros, aunque apenas se conservaban unos metros en vertical. Las murallas estaban reforzadas con 157 torres o bastiones salientes en altura y en alineación que le proporcionaban mayor resistencia estructural y defensiva.
Place excavó especialmente el tramo entre las puertas 3 y 4 para establecer el patrón de construcción. De ahí, obtuvo que las torres sobresalían 5 metros de la base de la muralla durante 13,50 metros y que entre torre y torre había 27 metros, es decir el doble del largo de una torre, lo óptimo para tener un adecuada distancia para un tiro de flecha. Al final entre estas dos puertas había 5 torres. La cara interior de los bastiones era lineal y estaba revestida de cal. Es probable que tanto la cara interior como la exterior de las murallas de la ciudad y la ciudadela terminaran con parapetos almenados.No encontró evidencia de que hubiera foso.
Puertas.
Las murallas contaban con siete montículos, que Place identificó como las puertas de acceso a la ciudad. Sin embargo, la lógica de la ubicación de las puertas de entrada en otras ciudades sugería que lo habitual era que tuvieran dos puertas en cada lado. Además, una inscripción de la Sala XIV del mismo palacio de Dur Sharrukin mencionaba que la ciudad tenía 8 puertas: "Por delante, por detrás y a ambos lados, mirando a los cuatro vientos, abrí ocho puertas (...)". en la misma inscripción se especificaba cómo cada una ellas estaba dedicada a los principales dioses mesopotámicos. En el lado noreste es encontraban las puertas dedicadas a Ninlil y Enlil; en el sureste, las de Shamash y Adad; en el suroeste, las dedicadas a Ea y Belit-ilani; y en el noroeste, junto a la terraza de la ciudadela, la puerta dedicada a Anu-Ishtar. La octava puerta, según las inscripciones, debería estar dedicada a los dioses Bel-Belir y haber aparecido en este último lado noroccidental, pero su lugar estaba ocupado por el área de la ciudadela. El equipo del Oriental Institute de Chicago propuso que la puerta "B" de la ciudadela podría ser esta última. Sin embargo, recientemente se ha presentado una explicación más convincente sobre esta octava puerta, que se abordará en el cuarto capítulo de esta serie, donde se detallarán los últimos descubrimientos e investigaciones.
Planta de Dur-Sharrukin, según las excavaciones del OI de Chicago (1938, Lámina 69).El área de la ciudad es un cuadrilátero oblicuo con protuberancias irregulares formadas por las terrazas del palacio y del edificio F. Las puertas de la muralla están numeradas del 1 al 7. En la ciudadela hay otras dos puertas una principal, la "B", y otra secundaria, la "A".
Las puertas de entrada a una ciudad en Asiria tenían un significado profundo y multifacético. No solo servían como puntos de acceso físico, sino que también eran símbolos religiosos y de poder. Poseían un carácter mágico y propagandístico ante visitantes, ciudadanos o miembros de los pueblos conquistados. Se creía que protegían a la ciudad de fuerzas malignas y aseguraban la bendición de los dioses sobre sus habitantes, además de impresionar a los visitantes y reafirmar la grandeza del rey y su reino. Seis de los dioses de las puertas hacían referencia a la prosperidad que deben aportar a la ciudad (v.g., "Adad es quien le provee de abundancia"), uno representa la solidez del poder y, por ende, de la legitimidad del rey (“Enlil es quien pone los cimientos de mi ciudad”); y el último destaca la fuerza indestructible del rey, respaldada por el apoyo divino ("Shamash es quien me hace triunfar").
Hasta las ruinas de las puertas de la ciudad de Khorsabad, generaban miles de años después la conmoción de estar ante un espacio mágico. Cuadro de Félix Thomas, "El bajá de Mosul visita las excavaciones en Khorsabad", (1863). La puerta del óleo es la Puerta 3.
Victor Place estableció dos categorías de puertas de entradas: las monumentales y las sencillas. También planteó que cada sector de la muralla disponía de una puerta reservada para peatones (monumentales) y otra asignada al servicio de transporte (sencillas). Veamos sus características:
Puertas monumentales eran tres: la número 1, en el lado este del recinto; la número 3, en el lado sur; y la número 6, en el lado oeste. Estas puertas estaban adornadas con esculturas de varios metros, lo que realzaba su majestuosidad. El pasaje, sin embargo, no era muy amplio. Place llegó a la conclusión de que este tipo de puerta era exclusivamente peatonal por dos evidencias claras. En primer lugar, contaba con escaleras internas que permitían superar la barbacana exterior, lo que hacía imposible el paso de vehículos. En segundo lugar, los relieves decorativos se encontraban en perfecto estado, sin signos de erosión que indicarían el paso diario de animales o carretas cargadas.
La puerta número 3 fue objeto de estudio especial por parte de Victor Place. Este acceso comprende un conjunto de salas y patios abiertos, atravesado por un pasaje central abovedado, cuyas medidas eran de 4 metros de ancho por 6,46 de alto. La dimensiones finales del edificio eran de 67 metros de largo × 49 metros de ancho. Los adornos de esta puerta son especialmente notables, ya que presentan toros androcéfalos alados en altorrelieve, así como genios en bajorrelieve. El estado de conservación de estas esculturas es excepcional; no solo se encuentran intactas, sino que también preservan parte de su policromía original, lo que añade un valor significativo a su estudio y apreciación.
Arriba, sección longitudinal del tramo central del pasillo central, en la zona decorada. Debajo, planta de la puerta en conjunto.
La bóveda de cañón del pasadizo estaba ornamentada al exterior por una capa de ladrillos vidriados cara vista que formaban las dovelas exteriores del arco de medio punto. En realidad, el arco coloreado era una aplicación externa, un revestimiento superficial de un solo ladrillo, puesto que la verdadera cubierta era una bóveda hecha exclusivamente de arcilla. se trata de un ornamento pero además de otro elemento de protección, ya que con los ladrillos ser representaban genios alados como los escultóricos del pasillo. El genio alado se muestra con un cono en la mano derecha y un cubo en la izquierda, lo que confirma su función ritual. El círculo con diseño floral podría ser un símbolo del árbol sagrado asirio, que representa la fertilidad y la protección de la tierra.
Arriba, detalle del arco de la puerta 3 de la muralla de Khorsabad con los toros alados androcéfalos y la decoración con ladrillos vidriados que completaba el arco de medio punto y continuaba lateralmente por el salmer. Debajo, se pueden apreciar el colorido de estos ladrillos vidriados y su decoración.
Las otras cuatro puertas (números 2, 4, 5 y 7) eran mucho más sencillas en comparación, pues su único adorno era un arco de ladrillos comunes. Estas puertas servían de paso de carros puesto que no tenían escaleras en su paso y no tenían decoración elaborada, sino simples losas de piedras en su zócalo. Posiblemente, la falta de ornato llevó a Place a no excavarlas por completo y, que conocida su ubicación, asignar a todas la misma planta en el plano de la ciudad. Años después, los arqueólogos de Chicago exploraron la Puerta número 7 y descubrieron que el plano atribuido por Place no era correcto. Este mostraba diferencias significativas en el diseño de su planta con la realidad arqueológica. Además, se pudo comprobar que la puerta estaba bloqueada por piedras y que, por tanto, no fue utilizada ni llegaron a ponerse las puertas de madera en su sitio para cerrarla.
Alzado, sección y planta ideal de una puerta de carros según Place (1867).
Plano de la ciudad. ¿Ortogonal o irregular?
Atendiendo a la forma casi rectangular del espacio amurallado, Victor Place conjeturó que las principales vías tejerían una malla hipodámica u ortogonal y que, por tanto, lo que implicaba que en Khorsabad se aplicarían conceptos de planificación urbanística racional. Supuso que desde cada puerta de entrada partiría una vía rectilínea que se cruzaría perpendicularmente con las que salían de las otras puertas, formando así un plano en forma de cuadrícula. Para reforzar su hipótesis, llegó a excavar durante 40 metros una de estas avenidas, que tenía 12 metros de ancho. No obstante, años después, los arqueólogos norteamericanos descartaron esta posibilidad, argumentando que la conexión entre las vías que surgían de puertas opuestas era inviable debido a la falta de alineación. Ellos sugirieron que la ciudad tendría realmente un plano más acorde al de la ciudadela, que era totalmente irregular. Además, propusieron que las puertas serían el acceso a plazas o puntos importantes de la ciudad, como templos, sin que fuera necesario que estas vías siguieran direcciones rectilíneas. Al no llegarse a excavar esta zona de la ciudad baja, todo quedó en una especulación. Sin embargo, nuevas tecnologías, como la magnetometría, pueden que nos aclaren esta incógnita.
Planta de Dur-Sharrukin. Los espacios excavados (negrilla) y probables (líneas intermitentes de las vías). La muralla con sus puertas y los dos apéndices en la misma: en la muralla noroeste la ciudadela y en la muralla suroeste el otro apéndice sobresaliente a la muralla, que se denominó Palacio F por creer que era el palacio del heredero, pero que hoy se identifica como el arsenal.
Materiales de construcción. Adobe, ladrillo cocido y piedra.
A lo largo de las memorias de excavación de los distintos equipos arqueológicos que desde el siglo XIX han ido desvelando la ciudad de Dur Sharrukin, se ha indagado sobre los materiales de construcción utilizados, como el adobe, el ladrillo cocido y la piedra. Esta cuestión es fundamental para comprender aspectos diversos. En primer lugar, la elección de estos materiales influyó directamente en la rapidez con la que se levantó la ciudad. El uso de adobe y ladrillos cocidos, que eran abundantes y fáciles de producir localmente, permitió que la ciudad pudiera ser construida en una década. Sin embargo, el hecho de que el adobe fuese el material básico en la construcción generó un problema en la altura en las edificaciones y en la existencia de pisos superiores. Este desafío fue posiblemente superado por los artesanos asirios mediante técnicas eficientes como el engrosamiento de los muros y la combinación con otros materiales, como esterillas y madera. Finalmente, la rápida degradación de las estructuras es un tema crítico que está intrínsecamente relacionado con los materiales de construcción. Factores medioambientales como la humedad y la erosión afectan de manera diferente al adobe, los ladrillos cocidos y la piedra. Mientras que la piedra puede ofrecer una mayor durabilidad, el adobe y los ladrillos cocidos son más susceptibles a daños por condiciones climáticas adversas. Comprender cómo interactúan estos materiales con el entorno permite a los arqueólogos y conservacionistas desarrollar estrategias más efectivas para la preservación del sitio.
Analicemos los materiales utilizados en la construcción del palacio.
- El material básico en la construcción de Khorsabad era el adobe de 40 × 40 × 10 cm. Este se moldeaba en el mismo lugar de la obra con una mezcla de arcilla y paja que se dejaba secar al sol unas horas. Cuando los adobes ya se habían endurecido lo suficiente, se colocaban aún húmedos para conservar la adherencia necesaria al usarse y, como era habitual, sin mortero, creando muros de masa sólida. Se usaban los adobes como relleno de muros, terrazas, escaleras/rampas, pero siempre recubiertos por otro material. Eran la base del nivel de los suelos y entre capas de esteras descansaban sobre vigas para formar techos y en consecuencia tejados. Las tres excavaciones comentaron la dificultad de rastrear los muros, donde no se veían ni yeso ni estelas. El antiguo método de colocar los adobes mientras aún estaban húmedos daba a los muros la apariencia de un todo fundido, que durante la excavación fue extremadamente difícil de distinguir de los escombros (compuestos a su vez por las partes superiores derrumbadas de los muros).
- El ladrillo de arcilla cocido, en distinto tamaño y forma, se usaba en la pavimentación de pisos de habitaciones y de patios, así como en el revestimiento de alcantarillas y desagües. Estos pavimentos se hacían con dos capas de ladrillos cocidos fijados con betún y arena para reforzar la superficie e impermeabilizarla. El rey, según la costumbre y siempre atento a la oportunidad de perpetuar su fama como constructor de esta ciudad, hizo grabar en un buen número de ladrillos inscripciones que mencionaban su ciudad, palacio o nombre.
- El tercer material más utilizado para construir la ciudad fue la piedra caliza y el alabastro blanco, conocido como «mármol de Mosul», ambos procedentes de canteras cercanas de Asiria. La caliza se empleó especialmente en la cimentación de la muralla y como revestimiento del paramento de la terraza del palacio y en el parapeto almenado que coronaba esta muralla. También se utiliza para umbrales de puertas y escaleras y para pavimentar estancias importantes de palacios y templos, así como para tapas de desagües en habitaciones y patios pavimentados con ladrillo cocido. Sin embargo, el alabastro por su belleza y blandura era el material ideal para que el escultor asirio realizara los relieves que decoraban los zócalos de las estancias interiores de palacio y las altorrelieves de los toros alados.
Fotografía de la izquierda, piedra caliza irregular utilizada en la cimentación de la muralla. Fotografía de la derecha, caliza labrada en grandes losas en zócalos y pavimentos de edificios principales. Fotografía memoria del OI de Chicago (1938).

Muro de adobe recubierto por mampostería de caliza y, sobre ella, placas de alabastro esculpidos con relieves. El montículo central es un desplome del techo donde se puede ver la impresión de las vigas de madera. Fotografía del OI de chicago. Sala 7.
- La madera se utilizaba para techos, hojas de puertas, dinteles y ejes verticales que flanqueaban las entradas de los templos. Se han descubierto innumerables rastros de tablones y vigas, generalmente en forma de simples impresiones o "moldes", que a menudo indican el tamaño de la pieza. Las inscripciones encontradas relacionadas con la construcción de la ciudad mencionan especies como arce, boj, morera, cedro, ciprés, enebro, pino y pistacho. La madera provenía de la región del Alto Tigris y de los montes Amanus, en la frontera con Anatolia, pero también se incautaba madera de los reinos sometidos como Fenicia. En este caso, los troncos se transportaban por mar hasta algún puerto al norte del Mediterráneo oriental, para ser se arrastrados hasta la cabecera del Éufrates y Tigris y desde allí acercados con balsas a Khorsabad. El relieve del transporte de madera del palacio de Sargón es quizás una representación de estos grandes convoyes.
La ciudadela. Su muralla y su plataforma inferior.
La ciudadela era el recinto elevado y adosado a la muralla en el tramo noroccidental. Estaba separada del resto de la ciudad por una muralla e incluía los edificios estatales y religiosos desde donde, durante un período inesperadamente breve, se concibió y dirigió el curso de Asiria. Las dos puertas de entrada (A y B) daban paso a un complejo compuesto por dos plataformas escalonadas, la inferior y la superior. En esta parte del artículo veremos sus puertas y la plataforma inferior que excavaron los arqueólogos del Instituto Oriental de Chicago en los años 30 del siglo XX. Dejaremos para el tercer artículo, la plataforma superior de la ciudadela con el recinto templario y el palacio público y privado.
Reconstrucciones de la ciudadela según Loud (1938) con colorido propio para distinguir las dos puertas de acceso y las dos plataformas.
Como la ciudad, el perímetro de la ciudadela estaba encerrado por una gruesas murallas, reforzadas por torres que encerraba un conjunto casi rectangular. Las características constructivas de estas murallas son similares a las del recinto exterior. Sorprende que las dos puertas, obviamente situadas para facilitar el acceso al palacio, no se encuentran en los ejes directos de las rampas que hay que subir para llegar a la terraza del palacio. Un espacio abierto permite un acceso diagonal entre la Puerta B y la rampa principal, mientras que la avenida que conecta la Puerta A con la rampa más pequeña en la esquina sur del palacio hace que los edificios a ambos lados estén torcidos. La Puerta A fue encontrada por los arqueólogos norteamericanos en un estado de conservación notablemente bueno. Mientras que la B se excavó, pero se comprobó que fue desmantelada y sus toros alados androcéfalos y genios son los que hoy se exhiben en el Museo Británico.
Reconstrucción del OI de Chicago (1938) de la Puerta A desde el exterior de la ciudadela. Se trata de una puerta monumental, pero simplificada, ya que se pueden ver los toros alados y genios protectores que flanqueaban la puerta. Debajo la sección longitudinal. El paso por la puerta era una pasillo de más de 40 metros en los que se atravesaban el umbral exterior bajo una bóveda de cañón, que continuaba rectilíneamente y en el que se pasaba por dos patios estrechos hasta acceder al interior de la ciudadela.
Reconstrucción del fresco encontrado en la sala 12 del palacio K de Khorsabad, una sala que podía servir de vestíbulo o sala de espera para entrar al patio principal del edificio, según el OI de Chicago (1938). a la derecha, se muestra cómo se desplomó el muro, lo que permitió su reconstrucción.
Planta del templo de Nabu, según el OI de Chicago (1938). Al norte se encontraría una vía que dividía las dos plataformas, la del templo y la del palacio. Desde la plataforma del palacio se podía llegar directamente al templo a través de un puente hecho sobre la vía.
Dos fotos de la sala 21 del templo de Nabu, durante la excavación del OI de Chicago (1938). Escalinata de acceso a la sala y altar o podium de ladrillo con nicho detrás. Las dimensiones de esta sala se aprecian al escalarse con las del hombre.
Plantas de las salas de las dos cellas del templo de Nabu y sección longitudinal de las salas 21 y 22 y transversal de la sala 22, según el OI de Chicago (1938).
La fotografía de la OI de Chicago (1938) muestra la rampa de acceso a palacio por la esquina sur palacio de Sargón y, a la derecha, el pasadizo de comunicación de la calle que partía de la Puerta A y que llevaba a la gran plaza. Todavía quedaban en pie varios de los sillares de piedra con los que se realizaba una falsa bóveda. Este pasadizo actuaba, a su vez, de puente que por encima conectaba la plataforma superior y la plataforma del templo de Nabu. Esta entrada no aparece en los planos de Place y probablemente se construyó para facilitar el acceso al palacio desde la Puerta A de la Ciudadela.
La primera plataforma de la ciudadela, o plataforma inferior, constituía un área de unos 650 × 300 metros con edificios de funciones múltiples, pero todas relacionadas con el palacio. Su posición, dominada en altura por la plataforma del palacio real, indicaba arquitectónicamente que esta zona dependía de la plataforma superior o residencia del soberano. En esta superficie encontramos edificios civiles (K, L, J y M), que se han identificado como palacios o residencias de altos funcionarios que trabajaban para el rey, el templo más grande de la ciudad (templo de Nabu) y una gran plaza, que al estar entre este templo, el palacio y la puerta B podría servir como espacio para grandes fiestas religiosos y políticas. Estos edificios fueron explorados durante las excavaciones estadounidenses.
La ciudadela y la planta.
Las residencias eran de gran tamaño, por lo que entrarían en la categoría de palacios, y estaban destinadas a altos funcionarios del estado, pero solo la Residencia L ha sido claramente identificada como perteneciente al Gran Visir, hermano de Sargón, Sinahusur. Los cuatro edificios palaciales siguen una organización alrededor de dos o más patios descentrados, que parecen articular una separación de espacios entre la zona de administración y la de las viviendas, como en el palacio real. En el palacio K, en la zona que podía servir de recepción del centro del patio se descubrieron pinturas murales, que originalmente debían elevarse unos 12 metros, con motivos decorativos geométricos, rosetas y animales y una escena que representaba al soberano rindiendo homenaje a una deidad, similar a los bajorrelieves del palacio real. Estas pinturas tan lujosas nos hablan de la importancia de estos edificios y del rango de los funcionarios que las habitaban.
El templo de Nabu (Edificio H), el dios de los escribas, es el templo más grande de Khorsabad con unas dimensiones de 132 × 85 metros. Se construyó en la terraza inferior, pero estaba elevado por un podium de 5 metros que le igualaba en altura a la plataforma del palacio. De hecho, desde la plaza de la terraza inferior se accedía a él por medio de una rampa, como se hacía para acceder a la plataforma superior del palacio real, y tenía una conexión directa con ésta a través de un pequeño puente de piedra que servía para unir todos los templos.
Reconstrucción del OI de Chicago (1938) de la puerta A y el templo de Nabu, restaurado, como podría haber sido visto por alguien que mirara hacia el sureste desde lo alto del zigurat. A lo lejos, se encuentran el palacio F (el arsenal) y las puertas de la ciudad 4, 5 y 6.
Las 45 habitaciones del templo de Nabu se organizaban en torno a dos patios sucesivos con vestíbulos de acceso. Desde estos patios se accedía al templo propiamente dicho y a las habitaciones adyacentes que servían de zona de alojamiento y como áreas administrativas. Del patio principal se accedía hacia el oeste a un vestíbulo transversal (sala 19) que precedía a una sala alargada (sala 21) que continuaba hasta la cella con la estatua del dios (sala 22), que se encontraba al fondo. Precisamente, una de las innovaciones de este templo es que, por primera vez en Mesopotamia, se usó un eje recto o axial, que, partiendo del patio principal hasta la estatua, aseguraba que la imagen de culto podía ser vista a lo lejos por los fieles que se encontraran en el patio.
El santa sanctorum (sala 22) de este templo de Nabu estaba diseñado para hacerlo aún más visible y reverenciado, elevándose por una escalera de seis peldaños. En el fondo de este espacio sagrado, la estatua de culto de Nabu se elevaba aún más con un podium, que podía funcionar como altar, construido con ladrillos. El lugar sacro se resaltaría aún más por estar enmarcada por un nicho que albergaría la imagen, creando un efecto visual que acentuaba la importancia de la deidad adorada. Adyacente a esta sala, se encontraba otras dos habitaciones (salas 23 y 24), destinadas a ser la celda de su padre, Tasmetu. El suelo de toda esta zona más sagrada estaba pavimentado con losas de caliza. Algunas de las paredes interiores fueron pintadas, otras exteriores fueron decoradas con ladrillos vidriados.
Las fachadas del templo de Nabu debían ser simples, salvo en las puertas de acceso desde el exterior y desde los patios. El Instituto Oriental de Chicago llegó a reconstruir estas fachadas del patio principal en su acceso a la cella. Incluyeron los relieves de alabastro encontrados in situ al que añadieron elementos hipotéticos como el aspecto de torres almenadas flanqueando la puerta de entrada y arcos abovedados y abocinados que daban acceso a las salas del santa sanctorum.
Alzado reconstruido de la fachada oeste del patio principal, según el OI de Chicago (1938). Debajo las estructuras y decoraciones que se hallaron en la excavación y aún más abajo, la planta.
La segunda plataforma de la ciudadela, estaba delimitada por el apéndice de la muralla de la ciudad, las rampas y el gran zócalo de muros con contrafuertes de piedra que la aupaban sobre la terraza inferior otros 7 metros. Las 10 hectáreas de esta terraza estaban ocupadas por un grupo de edificios protegidos por una muralla en la que incluía el palacio público y privado de Sargón II, más una serie templos pequeños y el zigurat.
Reconstrucción de la plataforma superior de la ciudadela de Khorsabad a vista de pájaro. En ella se ve, en la esquina izquierda la puerta B que daba paso a la plaza de la ciudadela. De ella partía una ancha rampa que salvaba el muro de contención de la segunda plataforma. Sobre ésta otro recinto amurallado con tres grandes puertas de entrada a palacio y zona de templos. Esta reconstrucción está hecha según las aportaciones de Victor Place y del Instituto Oriental de Chicago.
Planta de la plataforma del palacio, según Victor Place (1867). Nótese como los accesos a la plataforma son distintos a los que hoy en día se suponen o que la zona de templos las consideró el harem del palacio.
El acceso al recinto superior ha sido controvertido. Place pensó y trazó en sus planos y reconstrucciones escalinatas frontales y una rampa lateral al norte, pero la expedición arqueológica americana demostró arqueológicamente que se llegaba a arriba mediante una gran rampa, de 25 metros de ancho, desde la plaza de la plataforma inferior, frente a la puerta B. Una segunda rampa se situaba en la esquina suroeste de la terraza del palacio. Era una rampa más modesta, de cuatro metros de ancho, integrada en la plataforma. Formaba una extensión de la ruta que provenía de la Puerta A de la Ciudadela.
La fotografía de la OI de Chicago (1938) muestra la rampa de acceso a palacio por la esquina sur palacio de Sargón y, a la derecha, el pasadizo de comunicación de la calle que partía de la Puerta A y que llevaba a la gran plaza. Todavía quedaban en pie varios de los sillares de piedra con los que se realizaba una falsa bóveda. Este pasadizo actuaba, a su vez, de puente que por encima conectaba la plataforma superior y la plataforma del templo de Nabu. Esta entrada no aparece en los planos de Place y probablemente se construyó para facilitar el acceso al palacio desde la Puerta A de la Ciudadela.
Al finalizar nuestro recorrido por la primera plataforma de la ciudadela de Khorsabad, queda claro que esta área no solo era un centro residencial, sino también un centro administrativo y religioso de la antigua Asiria. La transición hacia la segunda plataforma promete desvelar aún más aspectos fascinantes de la vida en Dur Sharrukin, que veremos en tercer artículo de esta serie. Este nivel superior, con su imponente palacio y recinto de templos, no solo era un espacio de poder, sino también un punto de convergencia espiritual y política.
Otros artículos de esta serie:
- El palacio asirio. El palacio de Khorsabad de Sargón II. Introducción, contexto y fuentes. (1/4)
- Khorsabad. Análisis, interpretaciones, reconstrucciones y nuevas excavaciones desde finales del siglo XX. (4/4)
Tal vez también te interesen alguno de estos otros artículos sobre la arquitectura mesopotámica.
- Características de la arquitectura.
- La ciudad sumeria de Ur. El origen de las ciudades mesopotámicas.
- Las tumbas reales de Ur. Ajuar y características arquitectónicas.
- El zigurat de Ur y su recinto sagrado.
- La Babilonia de Nabucodonosor. Babilonia (1/4)
- Babilonia. Fuentes antiguas y arqueológicas. Reconstrucciones originales y virtuales. (2/4)
- Babilonia. La ciudad y sus sistemas defensivos: murallas, fosos, puentes y puertas monumentales. La puerta de Ishtar. (3/4)
- Babilonia. Palacios y templos. Del mito a la realidad arqueológica. (4/4)
El artículo en "X".
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— Alfredo García (@Algargos) June 9, 2025
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