lunes, 17 de marzo de 2025

EL ZIGURAT DE UR Y SU RECINTO SAGRADO DURANTE LA TERCERA DINASTÍA (2111 A 2004 A. C.).

La ciudad de la tercera Dinastía de Ur (2111 a 2004 a. C.).

Las Tumbas reales de la I Dinastía de Ur, tratadas en un artículo anterior, representan el primer momento esplendoroso de la ciudad entre los siglos XXVI y XXV a.C.. Sin embargo, en los siglos posteriores, la ciudad de Ur quedó sometida bajo el Imperio acadio, fundado por Sargón el Grande. Tras la destrucción de este estado, no sería hasta la ascensión al trono de Ur de Ur-Nammu, alrededor del año 2112 a. C., que constatemos otro momento de auge de la ciudad. La datación cronológica de este periodo es mucho más fiable, lo que ha permitido una mejor comprensión de los acontecimientos históricos de esta época. Ur-Nammu, junto con su hijo Shulgi (2094-2047 a. C.) y sus sucesores hasta 2004 a. C., constituyeron la III Dinastía de Ur (Ur III). Durante este siglo, Ur se convirtió en la capital de un reino que unificó la Baja y la Media Mesopotamia, es decir, Sumeria y Akadia, dominando antiguas ciudades rivales como Eridu, Uruk, Nippur, Lagash, Larsa y Umma, entre otras. Este imperio es generalmente considerado la última entidad política independiente sumeria y se le conoce como "neosumerio" o "renacimiento sumerio".

Figurilla de cobre, que representa al rey Ur-Nammu portando una cesta de tierra para hacer ladrillos, lo que simboliza su papel como promotor de la construcción de templos. Dimensiones 27,3 × 9,1 × 5,6 cm. Datación entre el 2112-2095 a. C. Es una "clavija" fundacional de algún templo de Uruk, que actuó como un registro para la posteridad y para recibir la bendición de Inana (Ishtar), la deidad patrona de Uruk. Actualmente esta pieza se conserva en el Metropolitan Museum de Nueva York.


La ciudad de Ur  y Sumeria resurgieron con Ur-Nammu. La riqueza generada por el comercio con el Golfo Pérsico y la India, junto con las mejoras agrícolas, gracias a la extensión del regadío, propició un renovado impulso constructivo. Durante este tiempo, se construyeron numerosos canales y templos a lo largo de todo el reino, destacando el zigurat de Ur. Otro aspecto destacado de este periodo es el código de Ur-Nammu, uno de los documentos legales más antiguos que se conocen, el cual antecede al Código de Hammurabi por aproximadamente 300 años. Este código no sólo refleja la organización social y legal de la época, sino que también subraya la importancia de la justicia y el orden en la sociedad sumeria.

La ciudad de UR en el siglo XXI a. C., cuando su población era de aproximadamente 65.000 habitantes y la superficie de ocupación de 108 hectáreas, extendiéndose más allá de las murallas de la ciudad. De hecho, parece que el principal barrio comercial (karūm) estaba situado fuera del tell principal. De hecho, la ciudad no se limitaba al interior del recinto, que según las estimaciones de Woolley sólo abarcaba una sexta parte de la aglomeración. La reconstrucción de abajo no es muy fiel desde el punto de vista arqueológico, pero sí es muy didáctica. Recomiendo verla a lo grande pinchando en la fotografía para leer los textos.


Los sucesores de Ur-Nammu lograron mantener el imperio durante casi un siglo; sin embargo, éste se fue desintegrando gradualmente bajo la acción combinada tanto de las incursiones del reino elamita del este y de los nómadas amorreos del norte, como de las fuerzas internas que devolvieron la autonomía a varias ciudades y regiones importantes. La ciudad de Ur fue destruida por tropas de Elam alrededor del año 2004 a. C. Más tarde llegó la "dinastía de Isin ", de origen amorreo, que persistió hasta aproximadamente el año  1700 a. C., cuando Mesopotamia fue unificada bajo el dominio babilónico.

Mapa de la extensión del imperio de la Tercera Dinastía de Ur en Mesopotamia y el Oriente Próximo asiático entre 2111 y 2004 a. C.  


Arquitectónicamente.

De nuevo, para hacer esta parte del artículo nos apoyamos en las fuentes originales de Woolley (memorias de excavación y artículos publicados en la revista del Museo de Filadelfia), pero también en las páginas web Urima y  Ur-On line y el trabajo de Giacomo Di Giacomo y Giuseppe Scardozzi de 2012, que usaron imágenes satelitales de alta resolución para reconstruir la topografía arqueológica de la antigua ciudad de Ur, sus monumentos, canales y caminos.

Memoria de las excavaciones, Zigurat de UR. volumen V.  Woolley,  Leonard, "The ziggurat and its surroundings " (1939).



La mayoría de las ciudades sumerias estaban fortificadas a principios del período dinástico temprano, por tanto, Ur también estaba amurallada y abarcaba un montículo de cuatro kilómetros de diámetro, cuyas laderas se revistieron para soportar la poderosa fortificación. El recinto exterior que rodeaba la antigua ciudad de UR tenía forma ovalada y medía aproximadamente 1200 metros de largo por 800 metros de ancho, con su eje mayor de norte a sur. Las investigaciones de Woolley mostraron que el muro original tenía entre 25 y 34 metros de ancho y una altura de 8 metros. Esa gran muralla, de la que poco resta actualmente, protegía las principales zonas residenciales y templos, así como también dos puertos interiores (norte y suroeste), hoy en día encenagados, a los que llegaban los barcos procedentes del Éufrates. 

En la imagen, plano de lo excavado perteneciente a distintos periodos de la ciudad Ur, según los planos de Woolley y la mejora realizada por el arqueólogo Fabrizio Ghio a los mismos tras el uso de las fotos por satélite. 
1 Muralla de la ciudad (posiblemente de época de Warad-Sin, rey amorreo del siglo XIX a.C.); 2 Puerto norte; 3 Palacio de Ennigaldi-Nanna (siglo VI a. C.); 4 Templo del puerto; 5 Casas en la muralla de la ciudad; 6 Fuerte de época kasita (siglos XIV-XIII a. C.); 7 Muros del recinto del Área Sagrada en el período neobabilónico (siglo VI a. C.); 8 Muros del recinto del Área Sagrada durante la III Dinastía (siglo XXI a. C.); 9 Patio oriental de Nanna; 10 Patio occidental del zigurat o Etemenniguru; 11 Zigurat propiamente dicho de Ur-Nammu (siglo XXI a. C.); 12 Capillas de Nanna; 13 Santuario del barco; 14 Templo de Ningal; 15 Giparku; 16 Edublamakh; 17 Ganunmakh; 18 Ekhursag; 19 Mausoleo de la III Dinastía; 20 Tumbas reales; 21 Templo de Nimintabba; 22 Casas (distrito EM); 23 Puerto oeste; 24 Casas (Distrito AH); 25 Casas neobabilónicas; 26: Templo de Enki. 

En la parte más alta del tell, sobresalía en superficie y en altura el área sagrada con el zigurat y otros edificios principales. Posiblemente, como nos indican las pruebas topográficas, hubo un canal que atravesaba la ciudad y que unía los dos puertos, dividiendo en dos la parte fortificada. 

Foto aérea de las excavaciones de Ur en 1930.




E

El zigurat y su recinto sagrado.

El monumento más impresionante y mejor conservado en la actualidad de la ciudad de Ur es el edificio del ziguratlevantado durante la III Dinastía. Esta estructura dominaba el complejo templario dedicado al dios Nanna, deidad lunar y protector de la ciudad. Esta zona estaba elevada sobre una plataforma y estaba rodeada por una muralla o témenos que servía de barrera física para separar el área divina del resto de la ciudad. Los edificios de este recinto se construyeron sobre los escombros de asentamientos anteriores que, con el tiempo, formaron una plataforma de diferentes alturas. Es probable que las diversas reconstrucciones realizadas, debido a las numerosas destrucciones que sufrió Ur. La intervención que confirió al zigurat su aspecto canónico fue la que realizó Ur-Nammu y su hijo Sulghi durante la Tercera Dinastía de Ur, en el siglo XXI a. C. De este periodo se conservan algunos ladrillos cocidos estampados que lo atestiguan.

Ladrillo de arcilla cocido y estampado cuneiforme con el sello de Ur-Nammu, 2100 a.C. Dimensiones, 7,5 x 15 x 23 centímetros. PeenMuseum.


El zigurat de Ur destacó no sólo por su imponente tamaño y diseño arquitectónico, sino porque también sirvió de modelo a otros muchos en toda Mesopotamia. Pasado el tiempo, durante el II y el I milenio a. C., Ur siguió siendo un importante centro religioso, donde se veneraba a Nanna, donde muchos reyes llevaron a cabo obras de restauración en el recinto templario de la ciudad, lo que evidencia su relevancia espiritual y cultural. Incluso en el siglo VI a. C., se levantaron estructuras en Ur como un nuevo témenos. En la capital, Babilonia, se levantó un zigurat en honor a Marduk que imitaban la forma del de Ur, lo que subraya la influencia perdurable de esta magnífica edificación en la arquitectura religiosa mesopotámica.


No obstante, es probable que la ciudad de Ur y el zigurat fueran abandonados hacia el siglo IV a. C., posiblemente como resultado de un cambio en el cauce del río. Desde entonces, el deterioro y saqueo redujeron estas estructuras a montones informes de ladrillos, que constituyeron un tell o montículo en la llanura desértica.

Imagen aérea del tell con las ruinas de Ur, tomada a comienzos de la década de los 20, que muestra un montón informe de ladrillos que una vez conformaron el zigurat. En la llanura mesopotámica, la piedra es inexistente debido a la falta de este material en esta región aluvial. Esta limitación provoca que los restos arquitectónicos de Mesopotamia presenten un aspecto diferente en comparación a los de Egipto, Siria, Palestina y Persia, donde la piedra era un recurso abundante para la construcción. Esta carencia también contribuyó al avanzado estado de deterioro de los edificios mesopotámicos, resultando en la notable pérdida de sus contornos arquitectónicos. En la foto de abajo, ladera de escombros del zigurat de Ur.

Analicemos lo que se conoce sobre el zigurat de Nanna y su recinto templario del siglo XXI a.C., ya que constituyen el ejemplo más paradigmático de la ingeniería y del diseño arquitectónico mesopotámico y evidencian la perdurabilidad de los mismos a lo largo del tiempo. De hecho, se conocen hasta 32 zigurats repartidos entre Irak e Irán.

Plano general de la zona del témenos de la ciudad de Ur, la zona sagrada delimitada por un muro, según Woolley. En color más oscuro, se destacan las construcciones realizadas durante la Tercera Dinastía de Ur, básicamente bajo los reinados de Ur-Nammu y Shulgi (siglo XXI a. C.). Aunque en este plano se data esta dinastía hacia el año 2.300 a. C., la fecha que se corrigió a posteriori. También se muestra, con un dibujo ténue, el témenos neobabilónico levantado  en el siglo VI a. C., durante el periodo del rey Nabuconodosor (Nebuchadnezzar). El plano también muestra la ubicación de varios edificios, todos ellos posteriores a las Tumbas Reales (siglo XXVI a. C.), que aparecen señaladas por un óvalo rojo. Estas tumbas de la primera dinastía de Ur habían sido olvidadas cuando se construyó sobre ellas la ciudad del segundo y primer milenio a. C.


LA FUNCIÓN DEL ZIGURAT Y DEL RECINTO FUNERARIO.
  • Su función. Es evidente que el zigurat de Nanna cumplía una función primordial como templo religioso, siendo el lugar donde se realizaban ofrendas y oraciones al dios de la ciudad. Sin embargo, su monumentalidad también le convertía en un símbolo del poder del rey Ur-Nammu, que lo mandó construir, y de la grandeza de su ciudad-estado. La presencia imponente del zigurat producía entre los visitantes un efecto entre intimidación y admiración, subrayando la supremacía de la ciudad en el contexto político y religioso.
Reconstrucción del zigurat de Ur realizada por F. G. Newton, el arquitecto-dibujante de la expedición de 1923-24. Una versión distinta de las que dio Woolley en publicaciones posteriores.


  • Función del complejo templario. En torno al zigurat existía un recinto templario amurallado con otros edificios y patios, que funcionaba como un centro administrativo y económico, donde se gestionaban los recursos de la ciudad. Esto incluía la recolección de tributos, el almacenamiento, la distribución de alimentos y otros bienes y la organización de la mano de obra. Un templo como el de Nanna tenía vastas propiedades agrícolas y talleres y, por tanto, desde sus templos se llevaban a cabo operaciones comerciales en sus patios. Éstos, además, podían servir para reuniones comunitarias y festividades. Estas actividades fortalecían los lazos sociales entre los habitantes de la ciudad y promovían una identidad colectiva.
Reconstrucción virtual de la Ciudad de Ur hacia el año 2000 a.C., por Luis Amorós & Miguel Orellana (404 Arquitectos, Barcelona & Vancouver). En primer plano, vemos el puerto oeste que era la forma de acceso y de recepción de los productos de otras ciudades y de regiones más allá de Mesopotamia. En medio, el gran recinto sagrado de la ciudad donde destacan plazas y edificios religiosos. Sobresaliendo por encima de todos en altura, el zigurat de Nanna. El río Éufrates hacía de foso y de canal de comunicaciones, rodeando la ciudad amurallada. Más allá, se aprecian los campos de cultivo de la llanura inundable. 






    E
    MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN DEL ZIGURAT Y DEL RECINTO FUNERARIO.
    • El material de construcción. El zigurat de Nanna y los otros edificios del recinto sagrado se caracterizaban por ser estructuras robustas, cuyos muros estaban compuestos por una sólida masa de adobes y ladrillos. Los adobes, fabricados a partir de una mezcla de barro y paja, eran moldeados en formas rectangulares y secados al sol. Eso les hacía materiales muy baratos, pero fácilmente erosionables. Para contrarrestar esta vulnerabilidad, los adobes eran recubiertos por una capa de ladrillos cocidos de dos metros de espesor. Los ladrillos se hacían con arcilla fina, que al ser cocida, incrementaban la resistencia del material. Además, estos ladrillos eran unidos mediante brea o betún, un recurso muy abundante en esta región petrolífera. Este mortero añadía impermeabilización y durabilidad al edificio frente a la erosión y las inundaciones.
    Foto de la excavación en 1925. Los trabajadores entre ingentes masas de ladrillos  y adobes.



    Además, en la masa de ladrillos se dejaron pequeños túneles y acanaladuras verticales y horizontales, probablemente con el propósito de desaguar las terrazas de manera eficiente y compensar las variaciones en el volumen de los ladrillos, causadas por el calor y la humedad. Para facilitar el drenaje del agua, también se construyeron grandes tuberías de cerámica, compuestas con secciones cilíndricas ensambladas con brea.

    Sistemas verticales y horizontales del drenaje. Fotos de 1925. Grandes tuberías de cerámica que recorrían los muros en vertical (izquierda y centro) y bajo los suelos en horizontal (derecha).


    En el caso del zigurat, propiamente dicho, los muros presentaban una inclinación hacia el interior (forma de talud) y contrafuertes no muy sobresalientes, lo que confería mayor estabilidad al edificio.
     
    Todos estos detalles de la construcción del zigurat reflejan una adaptación al medio geológico y climático y un conocimiento avanzado de técnicas de construcción para asegurar la longevidad del edificio.

     El piso inferior del zigurat de Ur, despejado de escombros después de la excavación de1924. Bajo los escombros aparecieron unos taludes casi intactos.


      ANÁLISIS DEL ZIGURAT.
      • Planta y forma del zigurat. El zigurat de Nanna, conocido en sumerio como É-temen-ní-gùr-ru  (que significa "casa de cimientos que causa admiración"), se destaca como la construcción más espectacular por su forma de pirámide escalonada. Fue construido por Ur-Nammu, probablemente en sustitución de un antiguo templo construido sobre una terraza que existiría desde UR I. Su base o primer piso era un prisma de base rectangular, con dimensiones de 62,50 × 43 metros y una altura de 11 metros. Se calcula que para la construcción de esta base del zigurat se utilizó siete millones de adobes y 720.000 ladrillos cocidos. 
      Planta, perfil y foto aérea de la excavación.



      Esta estructura se ha conservado relativamente bien y actualmente se puede ver en su versión reconstruida bajo Sadam Husein en la década de los 60. La restauración revistió todo el primer piso con ladrillos cocidos modernos, pero conservó el núcleo en su contexto original. 
      Sobre esta base se erigirían otros dos niveles con una superficie decreciente. El diseño escalonado tenía una finalidad práctica, la de permitir que el templo se elevara y pudiera librarse de las habituales inundaciones provocadas por las crecidas del río. Sin embargo, los pisos superiores son objeto de controversia en cuanto a su existencia y dimensiones, ya que no contamos con evidencias claras al respecto. Según Wooley, el segundo piso medía 36 x 26 metros y tenía una altura de 6 metros. Se cree que el tercer nivel se culminaba con una pequeña capilla donde se daba culto específicamente al dios Nanna. De esta manera, el edificio total alcanzaría una altura de cerca 30 metros de altura.

      Reconstrucción del zigurat por Woolley.





      Escaleras y torre-puerta. El acceso a la segunda planta del zigurat se realizaba sólo por una de sus caras mediante escaleras. Había una escalera perpendicular al edificio y otras dos adosadas a la fachada. Las tres terminaban en una pequeña terraza intermedia, ubicada únicamente en la fachada frontal, a la que se accedía a través de un templete cuadrado techado. Woolley denominó esta construcción como "torre-puerta". El triple acceso debe haberse prestado bien a procesiones rituales como las que podemos imaginar que formaban parte del culto al dios Luna. Existen más dudas sobre las posibles escaleras de acceso a los niveles superiores.

      Las rampas escalonadas originales se usaron para acelerar la excavación. Foto de 1923 durante las excavaciones. Los trabajadores en las tres escaleras que ascienden a la torre por un lado en tres ángulos diferentes.


      • Patios de la terraza del zigurat. El zigurat era el edificio principal de un recinto cerrado por un témenos amurallado. Este se organizaba alrededor de dos patios construidos sobre una terraza artificial que lo elevaba. El más grande era el patio occidental o “patio del zigurat”, como lo llamaron los excavadores, que medía 140 por 135 metros. En él se encontraba, como su nombre indicaba, el zigurat escalonado, el patio abierto y en sus laterales las principales instalaciones del templo del dios Nanna o Luna: almacenes y lugares para preparar ofrendas, así como capillas dedicadas a deidades secundarias mencionadas en los textos de culto. El acceso al patio occidental se realizaba a través del patio oriental y, durante el periodo Ur III, también por una puerta monumental en su lado sureste. El espacio abierto o patio propiamente dicho, medía 91 por 55 metros. Esta plaza estaba pavimentado con ladrillos y brea y se cerraba con los muros con contrafuertes de las dependencias laterales. Todo este paramento estaría encalado.
      El patio occidental fue excavado hasta los cimientos.


      El patio oriental era más pequeño, aproximadamente 65 × 43 metros. Estaba pavimentado y rodeado por un doble muro que incluía varias salas alargadas, posiblemente para los distintos recursos que se almacenaban y para oficinas y talleres. Probablemente era un lugar de reunión para los fieles. Se accedía a este espacio a través de una puerta triple que pasaba bajo una alta torre. Toda la estructura estaba construida con adobe con un revestimiento de ladrillo cocido y estaba rodeada por un muro de contención. Originalmente construido durante la Tercera Dinastía de Ur, el edificio sufrió numerosas modificaciones bajo diferentes gobernantes entre los siglos XX y VI a. C.

      Los dos patios del recinto sagrado de Nanna, distinguidos por colores. En verde, el occidental que Woolley denominó del zigurat o "E-Temen-Ni-Gur" y, en rosa ,el oriental que denominó de "Nannar".










       

      • Edificios del santuario de Ur III. Más alla de la terraza del zigurat y su témenos amurallado, que abarcaba los dos grandes patios, se encontraban en tiempos del rey Shulgi, al menos otros cuatro grandes edificios relacionados con el recinto sacro, puesto que se aprovechaban del amurallamiento del recinto sacro. Se tratarían de: un gran almacén conocido como E-nun-mah; el Giparu, que funcionaba como residencia de la sacerdotisa y templo de Ningal; el palacio real, denominado Ekhursag; y el E-dublal-mah, que servía como área donde se administraba justicia. 

      El recinto sagrado de Ur III.  Rotulación propia sobre detalle de  la maqueta de Marc Marín y AV62 Arquitectos para la exposición "Antes del diluvio, Mesopotamia 3.500-2.100 a.C.".

      - Al sureste del patio oriental del zigurat se situaba el E-Nun-Mah, traducido como «La Cámara Fuerte» o «La Casa de la Abundancia». Es un edificio de planta cuadrada con una base de 57 metros de lado, que probablemente se utilizaba como gran almacén y archivo, donde se guardaban tablillas cuneiformes que registraban los ingresos del templo. Estaba rodeado por un muro de 2,70 m de espesor reforzado por contrafuertes dobles, de los cuales había cinco en cada lado, y el área, así cerrada, se elevaba para formar una plataforma de unos 2,00 m por encima del nivel del suelo exterior. Probablemente la entrada al edificio estaba en el frente noroeste, pero no se han encontrados restos.

      Fotografía de la excavación del E-nun-mah, sección central frente NE del muro de la plataforma del zigurat.

      Originalmente el E-Nun-Mah fue construido en algún momento del período prehistórico de Ur y fue reconstruido bajo los reyes de la Tercera Dinastía, Ur-Nammu y Shulgi. Se restauró al menos 15 veces más a lo largo de los siglos, sin embargo, la planta de la estructura se mantuvo inalterada  hasta el siglo VII a. C., convirtiéndose en buen ejemplo de los problemas de datación y comprensión de estas excavaciones de Ur

      Contrafuerte del muro NE del E-Nun-Mah que muestra la complejidad y antigüedad del edificio. En apenas dos metros podemos apreciar 500 años de historia constructiva. Según Woolley, la letra A señala la fábrica de ladrillos de Bur-Sin (entre 1895 y 1874 a.C.); la letra B, la albañilería de Kudur-Mabug (entre 1770 y 1754 a.C.); y la letra C, la de Kuri-Galzu (fallecido c. 1375 a. C.).


      - Al suroeste del patio occidental del zigurat y separado de él por una calle pavimentada, se construyó el E-gipar, también conocido como Giparu o Gig-Par-Ku. Se trata de un magnífico edificio de aproximadamente 79×76,5 metro, que estaba rodeado por importantes muros de ladrillo de más de 4,5 metros de grosor y contrafuertes regulares. El Giparu era muy antiguo, probablemente fue construido durante las primeras dinastías y remodelado en el período Ur III.  
      Fue destruido durante el saqueo elamita de Ur, ocurrido en 2004 a. C., y reconstruido bajo las dinastías de Isin, que buscaban heredar todos los aspectos de la vida política y cultural del reino neosumerio. Como otros edificios del santuario, sufrió numerosos cambios a lo largo de los siglos posteriores, lo que sumió en la confusión a sus excavadores. De hecho, inicialmente, Woolley lo consideró el Palacio del rey Shulgi, pero posteriormente lo designó como templo la diosa Ningal, consorte del dios Nanna, y residencia de la sacerdotisa del culto de Nanna

      En el plano, el color verde señala el Giparu.
      La confusión a cerca del edificio se debió, además, a la complejidad de su diseño. Un estrecho pasadizo discurría justo paralelo al muro exterior, circunvalando tres de sus lados y facilitando un acceso rápido a las dependencias mas distantes y posiblemente a unas escaleras que conducían al tejado. Otro pasillo central, que partía del perimetral, dividía el edificio en dos secciones: al norte se encontraba la residencia de la suma sacerdotisa (entu) y al sur, el E-nun (é-nun) templo dedicado a la diosa Ningal. 

      Planta del Giparu. Las dos partes distinguidas por colores: el palacio de la sacerdotisa (azul) y el templo de la diosa Ningal (verde). Dividiendo las dos mitades un pasillo central marrón). Cada parte era bastante distinta y tenía su propia entrada formal, aunque había varias puertas que conectan con el pasadizo central, lo que hacía relativamente fácil llegar de una a otra. 


      Su funcionalidad como palacio de la sacerdotisa parece fuera de toda duda, ya que numerosos textos lo confirman. Por ejemplo, la propia entu Enanedu, del siglo XVIII a.C., se describe a sí misma como "patrona que mandó construir el Giparu para su oficina entu en el sitio sagrado", y que habla del Giparu como "mi morada de la entu-sacerdotisa". El cargo de entu era el rango más alto del sacerdocio. Según las listas de sacrificios, las entu ocupaban el segundo lugar después del rey, ya que se consideraba que la sacerdotisa era la representación humana en la tierra de Ningal, la consorte de Nanna. A diferencia de muchas mujeres de la Sumeria del tercer milenio, la sacerdotisa-entu poseía su propio sello, podía iniciar litigios y poseer y administrar tierras.

      Estatua de diorita negra. La inscripción registra la dedicación de la estatua por la suma sacerdotisa, Enanatumma, alrededor del siglo XX a. C. La estatua fue restaurada a partir de numerosos fragmentos encontrados en 1926 esparcidos en el pavimento del templo de Ningal de Ur. La estatua probablemente representaba a la suma sacerdotisa, hija del rey, como personificación de la diosa Luna en la tierra. Sobre la diadema, seis clavos de cobre, aún fijados en la piedra original, muestran que un adorno similar a una mitra, probablemente de oro o cobre dorado, adornaba la cabeza de la estatuilla. La mitra con uno o cuatro pares de cuernos es el emblema tradicional de la divinidad y demostraría que la figura que la porta es la de la propia diosa.



      Para complicar aún más la comprensión del edificio de la entu, éste contaba con varios patios, lo que sugiere que debía tener, al igual que las casas particulares, una parte pública y una parte privada. Incluía además dependencias de almacenaje, cocinas y capillas. Y sorprendentemente, también sirvió de lugar de enterramiento de las sacerdotisas, pues se conservan varias tumbas subterráneas de ladrillo. Afortunadamente, durante las excavaciones, Woolley encontró decenas de objetos con inscripciones votivas que le permitieron ir datando cada sala y sus transformaciones a lo largo del tiempo. Entre estos hallazgos se destacan los ladrillos timbrados, los conos fundacionales y los soportes de piedra de las puertas. No obstante, estos descubrimientos a menudo generaban confusión, ya que los objetos pudieron ser reutilizados o preservados por los restauradores del edificio en época mesopotámica por motivo religioso.

      En la composición inferior tenemos ejemplos de algunos de estos artefactos encontrados en el Giparu como conos y zócalos-soportes de puerta.  Los conos eran de arcilla y se ocultaban en los cimientos o en el interior de los muros. Los zócalos de las puertas, en cambio, solían ser de diorita  dura y eran visibles puesto que tenían la función de encajar la bisagra de la puerta. La inscripción de cada caso indica el nombre del rey durante cuyo reinado se erigió el edificio, en el caso del que presentamos la incisión cuneiforme de diez líneas contiene una dedicatoria del rey Bur-Sin, alrededor del siglo XIX a. C., a la diosa Ningal, consorte del dios de la luna. 

      El ala sureste está completamente ocupada por un templo dedicado a Ningal, la esposa del dios de la ciudad. La entrada sur al templo era monumental, con enormes torres a ambos lados de la puerta y un pasillo de entrada bastante largo. Típico de los templos mesopotámicos, el acceso al santuario era indirecto. Los visitantes primero debían atravesar un par de vestíbulos con puertas desplazadas, por lo que era imposible ver directamente el templo desde la calle. Los vestíbulos conducían a un pequeño patio delantero (C3) con pequeñas habitaciones en su extremo noroeste, donde el eje de acceso al santuario giraba 90 grados. El patio principal del templo (C7) estaba bien provisto de instalaciones de culto como un aljibe de ladrillo revestido de betún. sin duda para la purificación, y, junto a él, un pilar de piedra caliza, Woolley sugiere que sobre él se colocaba un recipiente con agua bendita. Justo enfrente de la entrada había una plataforma de 2,2 metros cuadrados y 90 cm de altura con una ranura bastante grande para sostener una estela de diorita (se encontraron varios fragmentos de ella dentro y alrededor de la cavidad). La entrada al santuario, propiamente dicho, estaba probablemente cubierta por una arco de medio punto, que conducía a antecámaras, en la principal estaría la estatua de Ningal sobre un podio bajo. 

      Planta propiamente del templo de Ningal en el Giparu. La estancia C7 es el patio que se representa debajo.









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      - El Ekhursag, era el edificio que ocupaba la parte del recinto al sureste. Se alzaba sobre una terraza elevada al nivel del Giparu de Bur-Sin y casi a un metro por encima del E-nun-mah. Otra vez, estamos ante un edificio controvertido. Se le suele considerar como un palacio, aunque los eruditos modernos aún difieren en sus interpretaciones sobre si se trataba de un templo de alguno de los dioses menores, de un palacio residencial (el de Shulgi) o de un edificio exclusivamente administrativo. Los ladrillos estampados utilizados en la construcción nos hablan, de nuevo, de una larga historia. Los de los cimientos revelaron que fueron construidos por Ur-Nammu, el fundador de la Tercera Dinastía de Ur. Los del pavimento llevaban el sello de su sucesor, Shulgi, y de reyes posteriores del período Isin-Larsa, tras la destrucción de Ur por los elamitas. 

       Planta del Ekhursag.

      El edificio medía 59 metros por cada uno de sus cuatro lados y constaba de 41 habitaciones y cámaras, incluyendo un gran patio y almacenes alargados. Cada habitación estaba pavimentada con ladrillos cocidos fijados con betún. Los muros exteriores eran de 1,70 m de espesor, que estaban reforzados por contrafuertes poco profundos de 3,00 m de ancho y 5,10 m de separación. Tanto su forma como el diseño de su planta recuerda al Giparu.  

      Actualmente parte del Ekhursag se puede ver in situ, ya que fue restaurado en 1961 con ladrillos antiguos y modernos.

       - El E-dublal-mah, "la casa de las tablillas",  era el área donde se administraba justicia. Inicialmente, sirvió como puerta de acceso al patio occidental del zigurat salvando un desnivel de 1,3 metros. En Mesopotamia, una puerta oriental -con vistas al sol naciente- se consideraba típicamente un lugar de justicia, y las puertas eran a menudo lugares donde testigos o jueces podían escuchar demandas. Por lo tanto, en tiempos de la Tercera Dinastía, este espacio era esencialmente una puerta donde se ejercía un tribunal de justicia y posiblemente con alguna sala de almacenamiento de las tablillas de arcilla que registraban las sentencias. El edificio fue destruido por los elamitas al final de este periodo y durante el período Isin-Larsa, el edificio fue reconstruido y expandido. Se cerró la puerta que daba a la terraza del zigurat y se convirtió en un santuario, aunque conservando su función como tribunal. 

      Planta del recinto sagrado con el E-dublal-mah ya convertido en santuario en el segundo milenio a. C. 







      Reyes posteriores, como el casita Kuri-galzu, así como los reyes babilónicos Nabucodonosor y Nabonido, realizaron sus propias reconstrucciones del santuario. Woolley se maravilló ante la bien construida e íntegramente conservada puerta arqueada, realizada por Kurigalzu en el siglo XIV a.C., durante el período casita. Para el período neobabilónico, la estructura se había integrado prácticamente con las funciones del Giparu vecino.  Pero esto es una historia que excede el periodo temporal que nos habíamos trazado al iniciar este artículo.   




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