martes, 24 de junio de 2025

KHORSABAD, MÁS ALLÁ DE LA CIUDADELA DEL PALACIO. NUEVAS PERSPECTIVAS SOBRE DUR SHARRUKIN. (4/4)

Este es el cuarto artículo que he dedicado al palacio de Sargón II. Por contextualizar, en el primero proporcioné una visión sobre la figura de Sargón II y las razones que lo llevaron a construir un nuevo palacio, así como las dificultades que enfrentó en este proceso. En el segundo capítulo, describí los trabajos arqueológicos que se llevaron a cabo en la ciudad para desvelar su diseño urbano y estructuras clave como las murallas, la plataforma inferior de la ciudadela y el templo de Nabu. Finalmente, en el tercer artículo analicé la plataforma superior de la ciudadela, donde se ubicaba el complejo palaciego y religioso, resaltando la importancia de sus espacios decorados y su papel en la propaganda del rey. Estos antecedentes son cruciales para comprender las nuevas perspectivas que se presentan en este cuarto artículo.



En este artículo se analiza una miscelánea de temas que van más allá de las excavaciones que se hicieron en la ciudadela de Khorsabad. Se abordan cuestiones que ni los arqueólogos franceses del siglo XIX ni los estadounidenses del siglo XX resolvieron o que tocaron marginalmente, y que son desafíos para el siglo XXI. Nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Fue Dur-Sharrukin sólo un palacio abandonado o llegó a ser una ciudad habitada? ¿Dónde se encuentra la octava puerta de la ciudad que el mismo Sargón II dijo machaconamente que había construido? ¿En qué medida eran los relieves de alabastro los únicos elementos decorativos del palacio? o ¿Hasta qué punto se puede seguir aportando conocimiento sobre Khorsabad a partir de las inscripciones o reinterpretando la iconografía de palacio?


Dur-Sharrukin, la ciudad habitada. Investigaciones arqueológicas recientes.

Durante años, la narrativa arqueológica ha sostenido que el ambicioso proyecto de Dur-Sharrukin fue abandonado en sus primeras etapas, dejando tras de sí solo un palacio y una ciudadela rodeada de ruinas de una metrópoli inacabada. De hecho, tanto Víctor Place como el  equipo del Instituto Oriental de Chicago apenas realizaron excavaciones en la ciudad baja, con lo que la vasta extensión del sitio está prácticamente aún inexplorado e invita a una nueva inspección. A la luz de los hallazgos desde la segunda mitad del siglo XX y el avance de las técnicas arqueológicas del siglo XXI, el potencial de descubrimientos en Khorsabad es más prometedor que nunca.

Examinemos algunas áreas que merecen una renovada atención :
  • - El Palacio F. Este complejo, a mi juicio, debería ser objeto de una reexcavación exhaustiva. Es evidente que Place y el equipo del Instituto Oriental de Chicago apenas rasgaron la superficie de lo que podría ser un descubrimiento monumental. Nos encontramos ante nada menos que el palacio militar de una capital asiria, un lugar clave, y, sin embargo, los arqueólogos sólo ahondaron en la parte que les pareció más prometedora, la sección más elevada del complejo. Al no encontrar grandes y vistosos relieves sobre ortostatos abandonaron la excavación, lo cual fue un error. Aún así, es evidente que el edificio fue sumamente importante en la ciudad como lo sugieren varios detalles. En primer lugar, el palacio se alzaba sobre una plataforma que se proyectaba, como una terraza, más allá de la muralla rectilínea de la ciudad, tal y como lo hacía el palacio real del noreste. Además, su tamaño no era desdeñable, ya que podría abarcar toda la esquina sur de la ciudad, entre las puertas 4 y 5. Lo que implica que no se excavó ni un 20 por ciento del mismo. No debería desanimar a los futuros arqueólogos la falta de relieves o pavimentos, porque sabemos que los tuvo y que en algún momento fueron retirados. Aún así, se hallaron in situ las bases de imponentes columnas que se abrían hacia la terraza exterior y las pezuñas de la escultura de un lamassu, mas  un Salón del Trono de dimensiones similares a las del palacio principal. Estos hallazgos sugieren que el sitio podría contener muchas más sorpresas y, por lo tanto, es fundamental que se realice una reexcavación completa para desentrañar los secretos que aún guarda este fascinante lugar. 
Planta de lo que excavó la OI de Chicago del palacio F. En recuadro de línea intermitente se muestra su ubicación dentro del plano completo de Dur-Sharrukin. En la fotografía con marco de línea contínua se puede ver las dimensiones de las bases de columnas basálticas  (contrasta con el tamaño humano) que se encontraron en la sala que daba salida a la terraza exterior.







  • - La Ciudad Baja. Las escasas catas arqueológicas que se hicieron en la ciudad baja para encontrar nuevas estructuras no lograron despertar el entusiasmo ni de Place ni del equipo norteamericano. A 150 metros de la Puerta B de la Ciudadela se excavó parcialmente una pequeña elevación la que se llamó Residencia Z,  la cual desilusionó al equipo norteamericano por no producir objetos notables, "este edificio no justifica el tiempo ni los gastos necesarios para su excavación completa"El arqueólogo Gordon Loud explicó en una carta a su colega James Henry Breasted en 1935 que consideraba inútil continuar excavando:
"Estoy convencido de que podemos abandonar el lugar con la conciencia tranquila (...). Necesitaríamos hacer un gran esfuerzo para excavar la ciudad en su totalidad, sin tener la certeza de lograr nada. Tenemos que detenernos en algún punto..."
A pesar de estas afirmaciones de Loud, desde la segunda  mitad del siglo XX se ha venido interviniendo en el yacimiento y se ha ido cambiando esta percepción. Por ejemplo, en 1957 el Departamento de Antigüedades de Irak, dirigido por Fuad Safar, llevó a cabo una excavación de urgencia en Khorsabad para hacer una carretera, y demostró que aún había mucho por explorar. Sus trabajos descubrieron el templo de Sibitti, ubicado entre la Puerta 7 de la ciudad y la Puerta A de la ciudadela. Este hallazgo fue un claro indicio de que la Ciudad Baja, lejos de estar agotada, podría contener numerosas estructuras aún no exploradas.

Ruinas del templo de Sibitti en los años 80, con 7 de los 9 altares descubiertos

Otro argumento a favor de la reactivación de las excavaciones en la ciudad baja de Khorsabad es que todavía es posible encontrar obras monumentales que atraiga el interés de los arqueólogos del mundo. Entre 1992 y 1993, una misión arqueológica que trabajaba para la Organización General de Antigüedades de Irak descubrió, en un estado de conservación excepcional, un nuevo toro alado en la Puerta 6 de Khorsabad. Este hallazgo inesperado no solo ilustra sobre el potencial de descubrimientos de este sitio, sino también sobre los peligros que corre el patrimonio artístico en Irak y las pérdidas que podrían producirse si no se toman medidas a tiempo. Me explico, dos años después de sacar a la luz esta pieza sufrió el vandalismo y el saqueo. La cabeza fue cortada en seis trozos con la intención de ser vendida en el mercado internacional de obras de arte. Afortunadamente, años después ha sido recuperada y trasladada al Museo Nacional Iraquí para su conservación, pero no se encontró otra solución para evitar más su deterioro y robo, que el enterrar el resto del cuerpo. Añadamos a los peligros de los ladrones, los desmanes de la guerra civil que sacudió Irak entre 2013 y 2017, con Mosul y el propio yacimiento como frente de batalla, para entender las dificultades de una excavación y de la protección de lo encontrado.

Tres fotografías del lamassu encontrado en los años 90. Arriba a la izquierda, fotografía de 1995 antes de que fuera robada la cabeza. Arriba a la derecha, el  mismo lamassu desenterrado en octubre de 2023, que muestra un excelente estado de conservación, salvo la destrucción provocada por el robo. Debajo, los trozos de la cabeza rescatados en 1998 antes de su restauración y exposición.

  • - El proyecto"Citadel de Sargon". Desde 2019, tras la mejora de los problemas de la seguridad en Irak, ha resurgido el interés por el yacimiento de Khorsabad. La iniciativa parte de los arqueólogos franceses de la universidad Paris 1 Panteón-Sorbona, dirigidos por Pascal Butterlin, que quieren ser dignos herederos de Emille Botta y Victor Place. Ellos son los que han puesto en marcha un proyecto, llamado "Citadel de Sargon", en el que también colabora, entre otras instituciones y empresas, el Museo del Louvre, que alberga gran parte de los relieves de la ciudad. El proyecto se ha planteado, como una iniciativa a largo plazo, reanudar las excavaciones a gran escala en cooperación con la Universidad de Mosul. Sin embargo, antes de llevar a cabo esta intervención, también consideran necesario que la situación en Irak se normalice y se cumplan ciertos pasos previos.
Pascal Butterlin en octubre de 2023 delante del Lamassu redescubierto en la puerta 6, que ya excavó Victor Place. Su altura es de 3,9  metros y su peso es de 18 toneladas.

En primer lugar, en Francia, se han llevado a cabo estudios de la documentación en los archivos y almacenes de todo el material que se posee de las excavaciones decimonónicas, así como se han analizado pormenorizadamente las imágenes aéreas de la zona realizadas desde el siglo XX. En segundo lugar, en el sitio arqueológico, se ha evaluado el impacto que los recientes años de guerra en Irak han tenido sobre el yacimiento, puesto que fue escenario de batalla entre los kurdos y el Daesh. También se han hecho prospecciones para determinar la ocupación de zonas que nunca fueron excavadas o los lugares donde se vertieron los escombros de las excavaciones pasadas. Y, en tercer lugar, entre diciembre de 2020 y enero de 2021, la empresa Iconem llevó a cabo un nuevo levantamiento topográfico por medio de drones para crear un mapa actualizado en 3D de la zona, que pudiera superponerse sobre los planos levantados entre Place y el Instituto Oriental de Chicago. 

Modelo en 3D realizado por la empresa Iconem del yacimiento de la ciudadela de Korsabad. Se aprecian algunas estructuras y zonas de escombros, además de construcciones nuevas fruto de la fortificación de este tell durante la guerra civil de Irak. Debajo la superposición de esta imagen 3d con el plano de la OI de Chicago.




Desde 2022 han comenzado las primeras tareas arqueológicas directas en el lugar. La más espectacular  ocurrió en octubre de 2023. Todos los medios internacionales recogieron la noticia que se volviese a desenterrar el lamassu descubierto en los años 90 (ved fotografía).  Pero, realmente los estudios preliminares de Butterlin han ofrecido opciones de trabajo arqueológico de campo muy interesantes. Los mapas topográficos  revelan, además del complejo militar de la esquina sur del que ya hemos hablado, otras zonas con gran potencial como: el rincón noroeste de la ciudad entre la Puerta 1 y la ciudadela; o, en el sector central el uadi que cruza de norte-sur la ciudad entre montículos que probablemente oculten restos de la ciudad. También las Puertas 3 y 4 constituye un conjunto muy particular para profundizar en el conocimiento del sistema fortificado, tanto interna como externamente.

Topografía de Khorsabad por medio de colores. Los colores rojos muestran las alturas máximas y las azules las mismas.

También han tenido lugar, los primeros trabajos de la moderna arqueología que podrían proporcionar información muy valiosa en el futuro sin los serios handicaps de seguridad y de abordar una excavación económicamente muy costosa. Con el mapa actualizado de la zona en 2022 el profesor Jörg Fassbinder, de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich, hizo un rastreo con un magnetómetro de alta resolución de aproximadamente el 7 % de la superficie intramuros de la ciudad para descubrir las estructuras que hay bajo la capa superficial de suelo.

La ciudad de Dur-Sharrukin en vista satélite con la superposición de las áreas en las que se ha hecho el rastreo magnetómetro del subsuelo. Debajo, Jörg Fassbinder pasando el pesado magnetómetro por los campos de cultivo que hoy ocupan el yacimiento.

Los resultados obtenidos han revelado la existencia de edificios e infraestructuras desconocidas sobre las que poder trabajar en el futuro. Por ejemplo, se ha podido entender el plan de acometida del agua a la ciudad. También se ha desvelado la posible ubicación de los jardines del palacio, además de cinco enormes edificios, entre los que se incluye un palacio de 127 habitaciones, equivalente en tamaño a los de la ciudadela. Con objeto de comprobar estos resultados visuales en pantalla, se han efectuado los primeros sondeos o zanjas de prueba para tener la certeza material. En una de las anomalías y se ha confirmado la existencia de un edificio muy sólido con muros de adobe de 4 metros de espesor, conservados hasta 1,20 m de altura. 

La ciudad de Dur-Sharrukin bajo un espectro cromático de la topografía del lugar. Las mayores elevaciones se muestran en colores rojos más oscuros, mientras que los puntos más bajos son los verdes más claros. Este cromatismo permitió seleccionar las áreas que podían interesar más para posibles excavaciones. Se resalta en cuadrado y círculo el "área 22A", una sobre la que se pasó el magnetómetro y que ha dado como resultado una estructura palacial.


 

También se ha vuelto sobre lo excavado por Victor Place en el palacio y que no reexcavó el equipo de arqueólogos del IO de Chicago. Por ejemplo, el profesor Juan Luis Montero Fenollós de la Universidad de La Coruña, participante en el proyecto francés, nos hablado de los resultados obtenidos de alguna de estas catas en el sector del palacio privado. Así, en la esquina suroeste de la sala 26 en torno al patio VI, se encontraron las estructuras todavía de los muros con ladrillos inscritos y restos policromados con motivos vegetales, dejando constancia que Víctor Place no excavó en su totalidad todo lo que dice que hizo. Su método para acceder a las estructuras, basado en la tunelización delimitaba a lo sumo las salas y dejaba gran parte del espacio de éstas sin excavar.

Pascal Butterlin supervisando la cata de la sala 26. Debajo de la localización de la cata en la planta del palacio, algunos de los fragmentos más interesantes encontrados. Las fotos proceden de la conferencia que dio el profesor Juan Luis Montero en el Museo Arqueológico Nacional, Dur-Sharrukin, la gran fortaleza de Sargón de Asiria, en diciembre de 2024.

En definitiva, existe una gran expectativa por conocer más sobre Khorsabad, pero los estudios que ya está llevando a cabo la expedición francesa sugieren que la ciudad prosperó más allá de la plataforma de la ciudadela y que, por tanto, no fue una ciudad incompleta. 



La búsqueda de la octava puerta de la ciudad.

Por no hacer más largo este artículo, voy a apuntar solo alguna polémica arqueológica más que podría ser también objeto de búsqueda arqueológica. Por ejemplo, la existencia o no de una octava puerta de la ciudad. Los estudios arqueológicos desde el siglo XIX han indicado que sólo existieron 7 puertas y, sin embargo, las mismas inscripciones fundacionales de Sargón II nombraban ocho puertas. 

Esto no tiene sentido y puede que tenga una explicación. Entre 1852 y 1854, Victor Place  identificó y excavó parcialmente los montículos más altos que cubrían siete puertas a lo largo de la muralla, numerándolas en sentido horario desde la esquina superior derecha: Puertas 1-2 en el tramo noreste, 3-4 en el sureste, 5-6 en el suroeste y 7 en el noroeste. Sin embargo, el perfecto plano que hizo del palacio de Khorsabad quedó incompleto. Debido a la erosión fue imposible definir los muros de algunas estancias y las murallas exteriores del apéndice de la plataforma de palacio, por lo que no especuló sobre que la ciudad debería tener una puerta más. Es importante saber que cuando Place hizo su excavación no se habían descifrado  las inscripciones de Sargón y, por tanto, no buscó la octava puerta mencionada en ellas. Luego, en los años 30 del siglo XX, los arqueólogos norteamericanos especularon con que esa puerta podría ser la puerta B de la ciudadela, y ya no se habló más de la misma.

Detalle del plano de Victor Place del palacio de Khorsabad (1867) que muestra con claridad el estado real de lo que excavó E. Botta (en negro) y lo que excavó él (en gris). El perímetro de lo excavado muestra la irregularidad del montículo que quedaba en pie.



Estudios recientes, como el de Julien E. Reade, Assyrian palaces reconsidered: practical arrangements at Til-Barsib, and the garden-gate and canal at Khorsabad (2019), plantean la hipótesis de que esta octava puerta de la muralla existió. Según su teoría, ésta sería una entrada directa desde el exterior de la ciudad al palacio, sin tener que atravesar el recinto urbano. Sería una puerta exclusiva de Sargón por la cual entraría y saldría directamente de la ciudad atravesando el jardín/bosque de recreo del rey, que estaría situado en esta ladera que rodea el palacio. Para reforzar su hipótesis, Reade argumenta que la escena narrada en la Sala 7 del palacio privado sería una escena que narraría una de las actividades habituales del ocio del monarca como sería las cacerías en las inmediaciones del palacio y el posterior convite en los templetes del jardín. Sitúa esta entrada en el apéndice del palacio, justo en la esquina este donde comienza el saliente hacia el exterior de la plataforma de palacio y llegando al patio II, entre el zigurat y el posible palacete conocido como Monumento X por Place o bit hilani. El desnivel entre el exterior de la ciudad y la parte más alta de palacio se salvaría a través de una rampa y posiblemente un túnel o pasadizo. 

Planta de la ciudadela de Khorsabad con la hipotética puerta exterior del palacio de Dur Sharrukin (la octava puerta). Una rampa permitiría el acceso a la plataforma del palacio, entre el zigurat y el bit-hilani. Dibujo del autor. Julien E. Reade (2019).

Si esta puerta existiera, y esto es cuestión mía, se podría poner fin a otra polémica sobre el edificio bit hilani, que las inscripciones sitúan cercano a la puerta de la ciudad, ya que efectivamente así sería. Y posiblemente también se podría dar un vuelco a la interpretación del recorrido de la ceremonia de procesión de tributos ante el rey, que sería a la inversa. Esta sería la puerta de acceso de los tributarios, que atravesarían los patios II y I y las salas con relieves 2, 5 y 8 narrando las glorias del monarca. Y desde allí hasta el patio VI y por el corredor 10 hasta el Patio del Salón del Trono.
 
Sería muy interesante que, si en algún momento se reanudaran las excavaciones, se tuviera en cuenta esta ubicación o otra posible en el lado opuesto, dando paso directo al Patio VIII o del Salón del Trono. Parece descartado una entrada por el lado noreste, ya que algo de la muralla fue excavada y no se encontró evidencias y también porque desde el punto de vista de la defensa del edificio no sería lo más recomendable.

Detalle del plano de Victor Place de la ciudad de Khorsabad (1867) con el dibujo topográfico de los terraplenes del montículo de palacio. Las flechas indican las posibles líneas de entrada a través de una hipotética puerta 8.




Sobre el ornamento de Dur-Sharrukin. 

El Palacio de Khorsabad  presenta un notable contraste decorativo entre su austero exterior y su opulento interior. Ya hemos visto que sobresale por sus relieves de alabastro, por eso no insistiré mucho más de ellos y nos centraremos en el color y el uso de distintos materiales como elementos claves para transmitir lujo y poder.

Exteriores. La ciudad de Khorsabad se caracterizaba por un conjunto de edificaciones sólidas y homogéneas. Todos los edificios, a excepción del zigurat, que según Place resaltaba cada nivel con un color diferente, estaban revestidos con muros de cal blanca. La ornamentación externa era escasa, pero destacaban las imponentes puertas de entrada de la ciudad, del palacio real y de los templos, que estaban decoradas con relieves murales y ladrillos vidriados, aportando color y un toque de majestuosidad a las fachadas.

Reconstrucción 3D de acceso desde el Patio VIII al Salón del Trono.




Interiores. La figuración y el color no faltaban en los interiores del palacio. En las salas residenciales y ceremoniales se usaba con profusión sobre las superficies de los muros, en diseños que cubrían desde el suelo hasta el techo. Como hemos visto, los espectaculares relieves han recibido la mayor atención por su calidad y porque transmitían mensajes. Eran también otros materiales los que enriquecían los interiores y de los que el mismo Sargón estaba orgulloso: los frescos y ladrillos vidriados que les darían colorido; o de las maderas nobles y marfiles que amueblarían estos espacios, junto con las puertas recubiertas con láminas de bronce, que le darían suntuosidad. 

- En el zócalo de las salas, hasta una altura de dos o tres metros, habría ortostatos de alabastro lisos o con relieves formando frisos coloreados. No voy a insistir mucho más en los relieves porque ya los hemos analizado en el capítulo anterior. No obstante, comentaré que, para enfatizar o quizás para aliviar la monotonía, se aplicó algo de color a las figuras o incluso a toda su superficie. Este tema sigue siendo objeto de debate en la comunidad científica.

Detalle de una reconstrucción 3D de relieves pintados del palacio noroeste de Nimrud por Learning Sites. En el centro el genio alado con la piedra desnuda y en con un fondo azul cobalto. a derecha e izquierda, la propuesta de coloración de estos genios y de los árboles sagrados. Arriba cenefas separadoras.




Detalle del relieve de los tributarios medos: cabeza de caballo con restos de policromía rojo para los arneses de los caballos y negro para el cabello y la barba de las personas. Corredor 10, alabastro de yeso, Museo del Louvre.



Ya Place había advertido que los frescos en las paredes interiores era uno de los recursos decorativos y que había encontrado restos de ellos, pero que como no era fácil recuperarlos y priorizó el rescate de la obra escultórica y arquitectónica. Según sus palabras: "en ningún punto, repito, las paredes estaban desprovistas de cualquier revestimiento destinado a ocultar las capas de tierra arcillosa utilizadas en su construcción. Si esta tierra, además, no hubiera estado protegida por un revestimiento protector, se habría deteriorado y se habría depositado en las habitaciones. Para evitar este inconveniente y dar a los interiores un aspecto presentable, los constructores de Khorsabad se ocuparon de aplicar una capa blanca y negra, o bien frescos, en todas las superficies sin bajorrelieves." Y más adelante concluía: "el estuco tenía el preciso propósito de reemplazar las esculturas ocultando las líneas de ladrillos sin revestir." Pero es que además en las habitaciones más importantes, en las que tenían relieves que llegaban a los 2 o 3 metros de altura, también tenían decoración al fresco por encima que incluso podría haber alcanzado hasta las vigas del techo: "Más arriba, la pared estaba cubierta con una capa de 3 a 4 milímetros de espesor, generalmente blanca, o con frescos que representaban arabescos, personas o animales."

Lámina de la memoria de Victor Place, la única en que recoge la decoración al fresco encontrada. La gama de colores y los motivos decorativos no encajan con los hallados años después, pero sí la disposición geométrica y rítmica.





Fueron Loud y Altman en el siglo XX los que pusieron atención en estos vestigios de decoración de las paredes. En sus primeros trabajos sobre habitaciones del palacio real, como el baño (sala 12) de las estancias privadas o en el Salón del Trono (patio VII),  se dieron cuenta de que se encontraban entre los escombros y contra el suelo numerosos fragmentos de estucos coloreados. Sus palabras son muy elocuentes: "En una parte de la depresión de la «bañera» y esparcidos por el suelo se encontraron restos de este yeso caído. El yeso se dañó tanto al caer que no se pudo manipular sin romperse en diminutos pedazos, pero el contacto con la tierra sobre la que había permanecido durante tantos siglos había reproducido, a la inversa, el diseño originalmente pintado sobre el yeso. El color se mantuvo vivo, sin duda con poca o ninguna variación respecto a su tono original.

Lámina I de la memoria de Loud (1936) , en composición con la fotografía que muestra cómo se encontraron algunos restos en la habitación 12 o baño del palacio privado. No hubo posibilidad de retirar estos restos del fresco, pero fueron copiados en color por el Sr. Wilensky y reproducidos en la Lámina I. Sus lugares exactos de hallazgo también se indicaron en la figura 22 de la Memoria.

En la Sala del Trono también atestiguaron claramente que sobre las desaparecidas losas de los muros hubo frescos con diseños rojos y azules delineados en negro, probablemente con matices amarillos y carnosos, que contribuyeron en gran medida a crear una atmósfera de esplendor digna de la magnífica corte que exigía un gobernante tan poderoso como Sargón. Los motivos eran círculos rosetas y palmitos. También se pudo probar que las tres caras expuestas de las vigas del techo estaban decoradas con estas combinaciones y que el propio techo estaba pintado de un azul, del cual se encontraron muchos fragmentos por toda la sala. Desgraciadamente, tras sacarlos a la luz, los colores se desvanecían rápidamente al contacto de sol y del agua de lluvia. Por eso hubo de diseñarse una estrategia para obtenerlos.

Láminas a color II y III de la memoria de Loud (1936) , en composición con  fotografía que muestra cómo se encontraron algunos de estos restos. Los colores eran predominantemente azul, rojo y negro, sobre un fondo blanco. El azul era granulado y bastante espeso, un color brillante. El rojo carecía del brillo. También se observaron verde y marrón.



El descubrimiento de la decoración con pintura al fresco más importante en Khorsabad llegó en la temporada de excavación 1934/35, cuando se excavaba la Residencia K de la ciudadela y, afortunadamente, ya se tenía la suficiente experiencia de cómo abordar el problema de la evanescencia de los frescos. Lo descubierto en la sala 12 de este edificio vino a reforzar la importancia decorativa que tenía el fresco en los palacios asirios y a probar las grandes alturas a las que se levantaban las salas que los acogían. La pared se había derrumbado de tal manera que se pudo recuperar con seguridad el diseño pintado sobre ella desde el metro y medio sobre el suelo hasta una altura de casi 10 metros.

Reconstrucción del fragmento de fresco más grande que se encontró en la sala 12 de la Residencia K de la ciudadela de Khorsabad. La forma como se desprendió de su muro y fotografía de lo que se encontró.




Los muros de la sala de audiencias de la Residencia K, como mínimo de 14 metros de altura, estaban pintados con solemnes frescos que representaban al rey y su hijo ante el dios Assur, que les recibía con los símbolos de la equidad y autoridad divina, el cetro y el anillo. Sin embargo, estas escenas, eran excepcionales y predominaban decoraciones con patrones repetitivos de figuras de genios alados, toros, rosetas, piñas y motivos minúsculos geométricos. Los colores utilizados eran predominantemente azul, rojo y negro, sobre una base blanca. 

Reconstrucción hipotética de una gran sección de decoración de yeso pintado que una vez cubría la pared opuesta al portal central de un "gran salón" (Habitación 12) en la Residencia K en Khorsabad.  Charles B. Altman, ca. 1935. ( Loud y Altman 1938, lám. 89).

















La inmensidad de la superficie es casi increíble cuando se considera la minuciosidad de los detalles, tan pequeña que es de lamentar la reducción necesaria para incluir la altura total del muro. Si esta era la decoración de un palacio menor, podríamos hacernos una idea del diseño dentro del palacio de Sargón.






 
En el Templo de Nabu se encontraron placas de marfil en numerosos fragmentos, las cuales son ejemplos de arte fenicio y neoasirio. Se utilizaban para decorar muebles y otros objetos suntuarios. Los temas más importantes son los de la "mujer en la ventana" y el de las esfinges. La primera, representan la cabeza de una figura femenina, mirando hacia el espectador desde detrás de una balaustrada de columnas. Estas placas se atribuyen al estilo del sur de Siria, combinando elementos del norte de Siria (como la cara redonda, orejas grandes y boca pequeña) con elementos fenicios (como la peluca corta de estilo egipcio). Aunque no hay una interpretación concluyente, algunos estudiosos asocian a la "mujer en la ventana" con la diosa levantina Astarte. Las esfinges aladas son muy típicas, con influencias tanto egipcias como sirias. También en este templo se hallaron fragmentos de láminas de bronce con figuración, que se cree recubrían las puertas de madera.

Algunos de los mejores fragmentos encontrados por la OI de Chicago en la excavación del Templo de Nabu.




Otro material para dotar de color a los edificios de Khorsabad es el ladrillo vidriado, usado en menor medida que en la Babilonia de un siglo después, también se utilizó para enfatizar la decoración exterior de las puertas en dovelas y zócalos. El vidriado siempre se aplica a ladrillos de tamaño "estándar" más pequeño, cuadrado o "medio cuadrado". En Dur Sharrukin, el esmalte se encuentra solo en los lados estrechos de los ladrillos. El uso más extendido de la decoración de ladrillo esmaltado es, sin duda, el de dovelas incrustadas sobre los grandes puertas. Aparecen además con frecuencia, pero no de forma abundante, entre los escombros de las numerosas habitaciones que se han despejado (véase, la cata de 2023 ya explicada en la sala de palacio), es lógico concluir que servían para crear una estrecha banda horizontal de rosetas cerca del techo. Sin embargo, el lugar donde se han encontrado muestras más espectaculares de ladrillo vidriado fue flanqueando las entradas de los tres templos principales del recinto del palacio, en las fachadas que daban al patio. 

Detalle de las dovelas superiores de un arco de puerta de entrada.








 
Inscripciones e interpretaciones simbólicas. Las figuras de los ladrillos vidriados del Templo de Sin.

El Templo de Sin ofrece un ejemplo excepcional de figuración sobre ladrillo vidriado en el zócalo. Fue descubierto por Place y reexcavado por la expedición norteamericana en el siglo XIX. Representa una extraña secuencia de cinco símbolos: un león, un águila, un toro, una higuera y un arado. El diseño figurativo es idéntico en ambos lados de la puerta, pero invertido, de modo que las figuras, en cada caso, miran hacia la entrada. Están mostrados en dos muretes a ambos lados de la puerta creando una repisa superior que sobresalía un metro por delante de los paramentos de los contrafuertes. Cada murete de ladrillo vidriado mide 7 metros de largo y se eleva desde el suelo hasta una altura de 1,50 metros. Desafortunadamente, aunque la estructura estaba bastante completa, el clima y el tiempo borraron gran parte del esplendor original del colorido. Aún así, Place las pintó a color en una de sus láminas.

Lámina que reconstruyendo la fachada del templo de Sin, según Place, con el zócalo de las cinco figuras creadas en un friso.





Aunque surgieron teorías que proponían que los símbolos representaban conceptos como constelaciones o el poder imperial a través de animales muy respetados, su verdadero significado seguía siendo un enigma. Esto fue así hasta que el Dr. Martin Worthington, experto en lenguas mesopotámicas antiguas del Trinity College de Dublín, descifró el código recientemente. Su solución, publicada en el Boletín de las Escuelas Americanas de Investigación Oriental, revela que los símbolos no son iconos abstractos, sino que codifican el propio nombre real de Sargón.Según el análisis de Worthington, las palabras asirias para cada uno de los cinco símbolos contienen componentes sonoros que, al unirse en secuencia, forman fonéticamente "Sargón" en la lengua antigua. Por ejemplo, la palabra para "león" es ūru, que aporta los sonidos "ū" y "r", mientras que el término para "higuera" es tittu, que aporta las consonantes "t". Al unir las letras de las cinco palabras se producen los sonidos que forman el nombre de Sargón. Para reforzar esta interpretación, Worthington señala que algunos sitios utilizan solo tres símbolos —león, árbol y arado— que siguen la misma lógica lingüística para codificar nuevamente a «Sargón». 

Láminas con las cinco figuras, Place (1867).




Pero los niveles de significado son aún más profundos. El investigador propone que cada símbolo representaba simultáneamente una constelación, consolidando el legado de Sargón en los cielos para la eternidad, a la vez que lo vinculaba con importantes deidades mesopotámicas. «El efecto de los símbolos era afirmar que el nombre de Sargón estaba escrito en los cielos, para toda la eternidad, y también asociarlo con los dioses Anu y Enlil, con quienes se vinculaban las constelaciones en cuestión», explicó Worthington. Con este código simbólico multidimensional, los templos entrelazaron ingeniosamente la escritura, la astronomía y la teología para glorificar a uno de los gobernantes más importantes del Imperio asirio. 

Lámina con las dos imágenes de Sargón II que flanquean la entrada al templo de Sin.
Estas decoraciones en el Templo de Sin, por tanto, conectan con la cosmología mesopotámica, donde los símbolos representaban no solo el nombre y los atributos del rey, sino también elementos de la creación y del orden cósmico. Así, la ornamentación del templo no solo realzaba su belleza, sino que también servía como un medio para afirmar el poder del rey en un contexto más amplio, donde lo terrenal y lo divino se entrelazaban, reflejando la importancia de Sargón II en la historia asiria. 


Conclusión.

La historia de Khorsabad está lejos de estar completa, y cada nuevo descubrimiento nos acerca a entender mejor la grandeza de la civilización asiria. a continuación, propongo estrategias para avanzar en la comprensión de Khorsabad y responder a las preguntas planteadas en el artículo, aprovechando al máximo las herramientas y técnicas disponibles en el siglo XXI.

1. Investigación Arqueológica Avanzada. 
  • Excavaciones Sistemáticas: Continuar con excavaciones en Dur-Sharrukin, utilizando técnicas modernas como la arqueología estratigráfica y el uso de drones y la fotogrametría para documentar el sitio desde diferentes ángulos. 
  • Utilizar estas tecnologías para crear modelos tridimensionales de las estructuras y relieves, lo que permitiría un análisis más detallado de la arquitectura y los elementos decorativos del palacio.
  • Espectroscopia y Análisis Químico: Aplicar técnicas de análisis químico a las inscripciones y relieves para identificar materiales y pigmentos, lo que podría ofrecer información sobre los métodos de construcción y decoración.
2. Estudios Documentales y Comparativos. Revisión de Fuentes Históricas y establecer comparaciones con otros palacios contemporáneos para entender mejor la función de Dur-Sharrukin en el contexto más amplio de la civilización asiria.

3. Análisis de Inscripciones y Iconografía. Realizar un análisis detallado de las inscripciones encontradas en el sitio, empleando herramientas de lingüística computacional para desentrañar significados y contextos que antes no se habían considerado. Colaborar con expertos en arte y simbología para reinterpretar los relieves y su significado, considerando las influencias culturales y religiosas de la época.

4. Difusión de Resultados. Publicaciones y Conferencias: Publicar los hallazgos en revistas académicas y presentar los resultados en conferencias internacionales para fomentar el intercambio de ideas y la colaboración entre investigadores.


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  1. El palacio asirio. El palacio de Khorsabad de Sargón II. Introducción, contexto y fuentes. (1/4)
  2. Khorsabad. Descripción del plano urbano, murallas, puertas y ciudadela. (2/4)
  3. Khorsabad. Recinto templario y el palacio privado y público. Decoración relieves. (3/4)
  4. Khorsabad. Análisis, interpretaciones, reconstrucciones y nuevas excavaciones desde finales del siglo XX. (4/4)
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Vídeos interesantes.

En el siguiente vídeo de Artehistoria puedes comprender aún mejor su estructura.



Vídeo de reconstrucción 3D del palacio de Sargón II en Khorsabad. Vídeo producido y presentado en la exposición «La historia comienza en Mesopotamia» en el Louvre-Lens (del 2 de noviembre de 2016 al 23 de enero de 2017). Philip Serba - PAS Digital. Museo del Louvre. Con la contribución de Iconem.



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