domingo, 28 de septiembre de 2014

BABILONIA, LA CIUDAD DE NABUCODONOSOR II. LA MARAVILLA QUE ASOMBRÓ A LOS GRIEGOS. EJEMPLO CARACTERÍSTICO DE LA ARQUITECTURA MESOPOTÁMICA.

Desde las primeras civilizaciones mesopotámicas, los núcleos urbanos se convirtieron en el centro de la actividad política, económica y cultural de una vasta región circundante, que acogía campos de cultivo y pequeñas aldeas agrícolas.

Historia de la ciudad antes de Nabucodonosor II.

Babilonia, cuyo nombre significa la puerta de los dioses, era el centro de culto del dios Marduk. Fue probablemente fundada por Sargón de Acad a mediados del III milenio a. C. y fue por mucho tiempo una oscura ciudad provincial. Bajo el dominio de Hammurabi (1792-1750 a. C.) se convirtió en la capital de un gran imperio en la Mesopotamia Baja y Media y vino a sustituir a la ciudad de Ur como hegemónica de la zona.

De Hammurabi es el código célebre que se conserva en el museo del Louvre. En su prólogo el rey nos presenta los dos pilares sobre los que ha construido su imperio, Babilonia y el dios Marduk, lo que se continuará siendo constante en los posteriores monarcas.

Detalle del remate superior de la estela de Hammurabi. El rey (de pie) es representado en el momento que recibe sus insignias reales de manos de Šamaš, dios del sol y la justicia. El rey babilonio tiene una mano sobre su boca en señal de oración. En esta estela se hallan grabadas las 282 leyes de Babilonia. La estela fue encontrada en Susa, a donde fue transportada en 1200 a. C. como botín de guerra por el rey de Elam, Shutruk-Nakhunte.​ Está expuesta en el Museo del Louvre (París). Basalto, 225 cms de alto.



La primera dinastía de Babilonia terminó cuando los hititas saquearon la ciudad hacia el 1595 a. C. Aunque siguió siendo una ciudad santa de peregrinación para toda Mesopotamia, la inestabilidad de la zona y los asirios destruyeron la ciudad por completo hacia el año 689 a. C. Una nueva dinastía de reyes independientes logró deshacerse del yugo asirio y devolver a Babilonia su resplandor original e incluso crear un imperio comparable al de Asiria.



La nueva ciudad capital del imperio neobabilónico.

Nabucodonosor II ( 604-562 a. C.) fue quien más empeño puso en crear una urbe bellísima. Tal fue el resultado que entre las listas que los griegos elaboraban sobre las Maravillas del Mundo Antiguo, llegaron a estar incluidas en ellas los Jardines Colgantes y las murallas de la ciudad. Herodoto, que se cree que la visitó hacia el 460 a. de C. hizo una larga descripción de ella y llegó a afirmar " que supera en esplendor a toda ciudad del mundo". Veamos sus principales monumentos gracias a la labor de excavación y reconstrucción que hizo el arqueólogo alemán Robert Koldewey desde 1899 hasta 1917. Estos edificios son modelos de las características arquitectónicas mesopotámicas.

Ubicada a la derecha del Éufrates, se desarrolló también en la ribera izquierda. Estratégicamente se sitúa también cerca del Tigris, le permitía controlar el eje de circulación fluvial de la  Mesopotamia central. Está a 90 kms de la capital de Irak, Bagdad, que vino a sustituirla en el control del territorio.

En primer plano la puerta de Isthar y el palacio, al fondo los templos y el zigurat. La avenida de las Procesiones era la calle principal. Partía de la puerta de Ishtar y discurría paralela al río. En ella se situaban los principales palacios, los templos, el gran zigurat y los famosos jardines colgantes. Babilonia, 550 a. C. Realizado para la revista histórica Arqueología e Historia DespertaFerro nº 10 "Babilonia y los Jardines Colgantes", por j. R. Casal.





La ciudad interior conforma un rectángulo irregular con un perímetro de unos ocho kilómetros. Estaba dividida en dos partes por el río Éufrates. Sólo la parte oriental, en la que los arqueólogos alemanes concentraron su atención, excede algo en área a la Jorsabad de Sargón. Se cree que la abarcaba aproximadamente 1000 hectáreas. Un tercio del espacio lo cubría la ciudad interna, la cual tenía unas dimensiones de 1,5 X 2,5 kilómetros de planta relativamente rectangular.

Reconstrucción a vuelo de pájaro de la ciudad de Babilonia.


Plano de la ciudad. Si pinchas en gran tamaño, por Byzancium 1200. El Tintir es la fuente escrita más importante en lo concerniente al aspecto de la ciudad. Se trata de un conjunto de escritos cuneiformes recogidos en cinco tablillas de arcilla que llegado a nuestros días a través de unas copias de las originales. Estos textos ofrecen una descripción de la topografía religiosa de Babilonia. En ellos se habla de los lugares sagrados como los templos, pero también se habla de las calles, barrios, murallas y puertas relacionadas con las procesiones religiosas. El plano de la ciudad se descubrió a partir de las tablillas IV y V y de los datos de las excavaciones.


La ciudad se encontraba dividida por el río Éufrates. Estas dos secciones se unían por medio de un puente que Quinto Curio incluye entre las maravillas de Oriente. Dicha estructura la componían seis pilares en forma de nave a nueve metros de distancia cada uno. Era una obra de ladrillo cocido que medía 123 metros de longitud. El puente es una muestra del nivel técnico de los arquitectos de Babilonia.

Babilonia, 550 a. C. Etemenaki o la Torre de Babel. Realizado para la revista histórica Arqueología e Historia Desperta Ferro nº 10 "Babilonia y los Jardines Colgantes", por j. R. Casal.



Las defensas

El relato de Herodoto no era muy exagerado en cuanto a las fortificaciones. La ciudad estaba defendida por dos cinturones de gruesas murallas. El cinturón interior constaba de dos muros reforzados por torres cada 15 metros. El cinturón exterior estaba constituido por una muralla de 18 km, de forma triangular, con torres. Delante se excavó un foso navegable, por donde corrían las aguas del Éufrates rodeando la ciudad por todas partes, que era atravesado por puentes frente a las seis puertas principales de la ciudad. Las murallas internas disponían de ocho puertas para accede a la ciudad. Gracias a las tablillas de Tintir sabemos que cinco de ellas llevaban el nombre de los dioses más importantes del panteón mesopotámico.



El principal acceso era por el Norte, una calle ancha o avenida procesional que llevaba a la puerta de Ishtar. Esta puerta está reconstruida en el museo de Pérgamo en Berlín. La Puerta de Istar (o de Ishtar) se levantaba hasta 10 metros de altura y tenía 14 de ancho. Se trataba de una construcción que la componían cuatro torres y una gran cámara rectangular. Fue decorada con ladrillos vidriados de color azul, debido al lapislázuli, lo que la hacía contrastar fuertemente con todos los edificios de su alrededor, que eran de adobe pardo.  Repite en hileras alternadas bajorrelieves de mušḫuššu ( dragones ), uros (toros) y leones, que simbolizan a los dioses Marduk, Adad e Ishtar, respectivamente. Una gran bóveda de cañón atraviesa el pasillo interior de la puerta.





Mushkhusshu, la serpiente dragón representada en la puerta de Ishtar, Museo de Pérgamo, Berlín. Un híbrido mitológico, es un animal con cuerpo de escamas, patas traseras que se asemejan a las garras de un águila, extremidades anteriores en forma de león, cuello y cola largos, cabeza con cuernos, lengua de serpiente y cresta. El mušḫuššu es el animal sagrado de Marduk durante el Imperio neobabilónico porque, una vez que lo venció, se convirtió en su  sirviente y animal simbólico. 



Uro, especie de toro ya extinta, que se estimaban por su ferocidad y simbolizaban al diós Adad.


El camino procesional también era de ladrillo vidriado policromo unidos con mortero de betún y  adornado con relieves de leones. El efecto de esos colores brillantes tuvo que ser muy llamativo, puesto que contrastaba con el omnipresente ladrillo de barro del resto de la ciudad.

Reconstrucción de la Via de las Procesiones y la Puerta de Ishtar de la ciudad de Babilonia (s. VII a.C). Reconstrucción por Rocío Espín.


Reconstrucción de la Via de las Procesiones y la Puerta de Ishtar de la ciudad de Babilonia (s. VII a.C.). Maqueta en el museo de Pérgamo de Berlín.


El León andante del palacio de Nabucodonosor II del pasillo procesional. Ladrillos esmaltados, 1,22 m de altura por 1,83 m de ancho.




Continuando por la gran calle rectilínea hacia el sur de 250 metros llamada Ay-ibur-sabu ("que el arrogante no pase") se dejaba  un lado el palacio se dirigía hacia el barrio central o Eridu con el temenos que rodeaba el templo de Marduk o Esagil y el  gran zigurat o E-temen-an-ki, la sede del templo alto de la misma deidad. Ambos ocupaban una superficie de 25 Ha. Paradójicamente estos dos edificios son los que con menos seguridad pudieron reconstruir  los arqueólogos debido a que habían sido esquilmados por los ladrones de ladrillos.

El Esagil o "Casa de la sublime morada" era el santuario del dios Marduk. Estaba hecho con ladrillos unidos por asfalto. Lo formaba un edificio principal, de planta casi cuadrad (85,5 por 79,3 m), organizado en trono a un patio central.


El Etemenanki era un gran zigurat que se levantaba sobre una basa rectangular de 406 x 456 metros justo a 80 metros al norte del Esagil. Era el edificio principal de un complejo. Un zigurat es una torre mesopotámica piramidal y escalonada. El nombre significa “casa del fundamento del cielo y la tierra”. A este recinto sagrado se lo identificó con la famosa Torre de Babel de la que habla la Biblia. Torre de Babel. Reconstrucción por Rocío Espín.


En la descripción de Babilonia de las tablillas de Tintir IV y V no hay mención a edificios civiles. Nuestra fuente de información en este campo son las inscripciones reales y la arqueología.


El gran palacio de Nabucodonosor estaba situado al oeste de la puerta de Isthar. Estaba estructurado en torno a cuatro patios principales, recordando a los palacios asirios. Formaba un gran trapecio de 322 por 190 metros. Se extendía entre la vía procesional y un enorme bastión amurallado que lo protegía del cauce fluvial. El salón del trono, lugar para las audiencias públicas del rey, se encontraba en la zona central, abierto al tercer patio. La sala también estaba decorado con ladrillos esmaltados.

La decoración estaba compuesta por una serie de árboles estilizados, algunos motivos florales y geométricos y un friso de leones en relieve. Esta decoración encerraba una clara simbología. El árbol (la palmera) era signo de fertilidad y longevidad; y el león, símbolo de la diosa Ishtar, representaba posiblemente la fuerza y la pujanza del rey.



Un edificio del ángulo noroeste, con sólidos almacenes abovedados, se ha tratado de identificar como emplazamiento de los jardines colgantes de la tradición griega, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Estos jardines los construyó Nabucodonosor para que su esposa, hija de un rey medo, no echara de  menos el paisaje montañoso de su tierra natal. En la actualidad hay personas que dudan de su existencia. Esto se debe a que no sólo no se han encontrado, sino a que no hay textos de Nabucodonosor II, Heródoto o Plinio el Viejo que den testimonio de dicha construcción. Los que los mencionan son autores que no pudieron ver los jardines y que, en ocasiones, tienen lagunas y confusiones sobre la historia de Mesopotamia como Diodoro de Sicilia, Quinto Crucio, Flavio Josefo o Estrabón.


Durante las excavaciones en la punta noreste del palacio del sur (en este palacio murió Alejandro Magno en 323 a. C.), situado junto a la Puerta de Isthar, se identificó una construcción de catorce salas alargadas cubiertas por bóvedas y formadas en dos hileras. Esta disposición hacía que sobresalieran terrazas enlazadas en las que se podían plantar grandes árboles gracias a las formas abovedadas. No obstante, la estructura encontrada puede corresponderse con un área de almacenes. Fueron los pozos y conductos hallados lo que llevó a pensar a los arqueólogos alemanes que se trataba de los depósitos de agua de los que emanaban los arroyos de los Jardines.




El plano residencial de la ciudad también es cuadriculado, lo que supone un diseño urbanístico previo, que forman manzanas habitacionales de 40 a 80 m de lado. Las viviendas se construían con ladrillos de barro. Las de las familias importantes constaban de dos o tres plantas y tenían un patio interior. Los más pobres vivían en pequeñas cabañas de techo plano.


La decadencia de la ciudad.

Babilonia fue incorporada al imperio persa en el siglo VI a.C., más tarde cayó en poder de Alejandro Magno y de sus sucesores y, por último, perdió su posición preeminente ante la ciudad griega de Seleucia, a orillas del Tigris.

2 comentarios:

  1. Nuestra imaginación vuela ante el realismo de la narración y de las pinturas, cuan intrigante fue nuestro origen, increible concebir tanto desarrollo en esos tiempos, el manejo del agua, de los multimencionados Jardines, es maravilloso lo que el hombre a creado, sueño con un dia conocer esos lugares que me subyugan, que me atraen, que me hicieron soñar de niño. Gracias por compartir. Saludos desde Nuevo Laredo Tamaulipas, Mexico.

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  2. La verdad todo eso es una maravilla el pensar que en esos tiempoa habia gente con una mente muy avanzada para poder desarrollar esas estructuras espacialmente los Jardenes colgantes muy simbolies a esos tiempos.

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