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lunes, 9 de noviembre de 2015

LA TUMBA DE TUTANKAMÓN, EL ESCONDITE DE NEFERTITI. LA TEORÍA DE NICHOLAS REEVES.


  • "Estamos ante una tumba dentro de otra tumba"
  • El enterramiento del faraón niño, de planta anómala y pequeñas proporciones, escondería un almacén y el pasillo hacia la cámara funeraria de Nefertiti.
Decoración de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, Luxor.



Artículo realizado por la alumna Naiara Sanz como proyecto de investigación de este apasionante y polémico tema que se ha desatado en este año 2015, tomando como base la información periodística y las publicaciones del arqueólogo Nicholas Reeves. El profesor se ha encargado de la ampliación, la maquetación, la fotografía y los enlaces.


La Búsqueda de Nefertiti.

Durante décadas una legión de arqueólogos y forofos de la egiptología ha buscado sin éxito la sepultura de Nefertiti (1370-1330 a. C.), la atractiva esposa del faraón hereje Akenatón. El enigma podría estar, por fin, a un paso de ser descifrado. La escurridiza cámara funeraria de la reina se hallaría dentro del enterramiento de Tutankamón, en el Valle de los Reyes. Es la fascinante tesis que acaba de formular el británico Nicholas Reeves.


Busto de la reina Nefertiti de Egipto.



En los últimos meses este egiptólogo de la Universidad estadounidense de Arizona ha rastreado las fotografías en alta resolución tomadas por la organización Factum Arte que sirvieron para elaborar en su taller madrileño la réplica exacta de la tumba de Tutankamón, expuesta desde el pasado mayo de 2014 en los adyacentes de la casa de Howard Carter en Luxor. "La prueba que me alertó de la posible existencia de estancias adicionales dentro de la tumba KV62 (perteneciente al faraón niño) fue el reciente escaneado de las paredes realizado por Factum Arte. Las imágenes, al estar libres de cualquier distracción y color, ayudan a examinar con gran detalle la superficie de la cámara funeraria", señala Reeves.

Trabajos de creación y remate de la réplica de la tumba de Tutankamón, gracias a los trabajos de fotografía de Factum Arte.



"Sobre esa textura de yeso se pueden discernir trazos lineales que por su tamaño y posición indicarían la presencia de las jambas de una puerta".

A partir de las huellas localizadas en los muros, Reeves ha planteado un mapa que esboza las zonas que habrían permanecido ocultas desde que en 1923 Carter descubriera la sepultura.

La tumba KV62, las dependencias actuales y, en amarillo, la hipótesis de nuevas cámaras (y) y (x) de la Tumba de Tutankamón según N. Reeves.


"Estaríamos ante una tumba mucho mayor de la que conocemos ahora. Habría una cámara lateral debajo de la decorada pared oeste de la cámara funeraria y una prolongación de la tumba más allá del muro norte", dice Reeves.

Planta actual y ubicación de las pinturas de la tumba en la sala del sarcófago. En gris las hipotéticas puertas hacia otros espacios.


La cámara del sarcófago con los dos muros en donde, se supone, se abrirían las dos nuevas salas.


En el primer caso -camuflado bajo el mural de los doce monos, símbolo de las doce horas nocturnas que debía transitar el monarca antes de renacer-, la puerta conduciría a un almacén contemporáneo al resto de lo ya hallado.

Mural de los 12 monos, símbolo de las 12 horas nocturnas que debía transitar el monarca antes de renacer.


En el segundo, el pasaje llevaría hasta una cámara funeraria. "Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba. El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin. De ser así, habría un segundo enterramiento en los lugares más recónditos de la tumba", cuenta el arqueólogo.


Una hipótesis por probar.

Sobre lo que se esconde más allá de las supuestas habitaciones reformadas para acoger el descanso del faraón, el autor de la tesis suplica cautela. "De momento solo podemos especular sobre quién y qué podría hallarse en esas estancias. El primer paso sería inspeccionar el lugar con radar, que determinará si hay realmente agujeros. Si los hay, tendremos que planear el próximo paso con sumo cuidado".

Su hipótesis es que Nefertiti sería la inquilina que habría compartido vida de ultratumba con el fugaz faraón. Y es que algunos egiptólogos -en una de las tantas controversias aún por resolver- defienden que la esposa de Ajenatón reinó tras la muerte del primer faraón monoteísta de la Historia bajo el nombre de Neferneferuaten en un breve lapso de tiempo como regente hasta la ocupación de Tutankamón. Y que se tumba aún no ha sido encontrada.

Hipótesis de ampliaciones de la tumba creada inicialmente para Nefertiti y ampliada al menos dos veces, la primera, bajo la regencia de la reina y, la segunda, para servir de tumba a Tutankamón. En ese momento se sellaría la parte destinada a la reina aún por descubrir.


Las elucubraciones de Reeves disponen de más pesquisas de las que pudiera parecer. Su teoría responde a los interrogantes que desde el hallazgo de la KV62 han enunciado los eruditos:

1.- Las pequeñas dimensiones -inusuales para un monarca de la dinastía XVIII- y el anómalo esqueleto del enterramiento.

2.- El plano de la tumba, con el giro a la derecha incluido, es claramente el de la tumba de una reina con evidentes pretensiones regias a juzgar por el ensanchamiento del segundo pasillo.



 3.- El estudio de los frescos también refuerza su intuición. "Ciertos rasgos estilísticos en la decoración de la pared norte, que dataría del enterramiento original y sería anterior a las pinturas del resto de muros, son una reminiscencia de Nefertiti", confirma Reeves.

Las dos escalas proporcionales encontradas en la decoración de la cámara funeraria (J), KV 62: (izquierda) pared sur- Post-Amarna cuadrícula de 18 cuadrados (asociado con la Fase II); (derecha) de la pared norte - Periodo Amarna cuadrícula de 20 cuadrados (asociado con la Fase I).



El rostro del rey Osiris en la pared norte de la cámara del sarcófago (izquierda) comparado con el rostro de la llamada "Nefertiti anciana" para ilustrar las líneas que comparten. Frente, nariz, mandíbula recta y pequeña, redondeada barbilla y profundas arrugas en la comisura de los labios.


La cara del sacerdote ("Ay") en la pared norte de la cámara que muestra la misma papada y poco acanalada barbilla como la escultura del joven Tutankamón encontrada en la tumba KV 62.


Según Reeves la nueva interpretación del fresco del muro norte de la cámara del sarcófago a la luz de los nuevos parecidos físicos sería Nefertiti y su ka abrazando a Osiris (escena de la izquierda); Nefertiti recibida por la diosa Nut (centro); y Tuntankamón abre la boca a la momia de Nefertiti.



4.- Ante la repentina y temprana muerte del faraón Tutankamón, se tuvo que reutilizar la tumba y el ajuar. Eso explicaría que la mayoría del ajuar, unos 5.000 objetos amontonados entre todas las salas, fuera de segunda mano. Los objetos tendrían dos procedencias: un puñado de piezas empleadas en el entierro de Ajenatón -que, según el análisis de ADN efectuado hace un lustro, sería el padre de Tutankamón- y otras preparadas inicialmente en honor de su corregente o sucesora. "Los antiguos enterradores tuvieron que improvisar: echaron mano de lo que había en el valle de los reyes y lo que estaba en desuso en los almacenes de palacio fue aprovechado y adaptado", escribe Reeves en el ensayo publicado en la revista del Amarna Royal Tombs Project.

La tumba con la acumulación de más de 5000 objetos repartidos entre las distintas salas.


5.- Uno de los objetos que posiblemente pertenecieran a Nefertiti sería la máscara dorada del sarcófago, que luce el femenino detalle de las orejas perforadas. Esta es una joya excepcional que contrasta con "la modesta escala y la simplicidad de la tumba".


La máscara que cubre la momia de Tuttankamón.


Confirman la existencia de dos estancias ocultas en la tumba de Tutankamón

El ministro egipcio de Antigüedades Mamduh el Damati, que acompañó a Reeves en su excursión por el Valle de los Reyes, comparte con el experto cierto optimismo. "Después de la visita creo que hay entre un 60 y un 70% de probabilidades de que hallemos nuevas cámaras en la tumba de Tutankamón". Se han detectado en los muros oestes y norte de la tumba marcas y arañazos similares a las que fueron hallados en la puerta de entrada a la tumba de Tutankamón cuando Howard Carter la descubrió en 1922.

Reeves está ahora auscultando la tumba para probar su teoría. Las autoridades egipcias aprobaron el uso de radar y la termografía por infrarrojos, procedente de Japón, para verificar la hipótesis publicada el pasado agosto. La actuación pretenden descubrir zonas frías y corrientes de aire que permitan confirmar la existencia de esas cámaras adosadas a los muros norte y oeste.

Watanabe, el experto japones en escaneo termográfico, fue empujando lentamente la máquina a lo largo de las paredes y tras una primera lectura afirmó: "Hasta aquí es roca sólida. A partir de aquí hay un cambio". Una segunda lectura confirmó los primeros datos.


A 29 de noviembre de 2015 se confirma la hipótesis de Reeves de que pudiera haber dos cámaras más al menos en la tumba de Tutankamon. ¡¡¡El ministro de Antigüedades de Egipto ya ha subido el porcentaje al 90 por ciento de seguridad!!!



Bibliografía:





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miércoles, 15 de octubre de 2014

EL BUSTO O CABEZA CORONADA DE LA REINA NEFERTITI. ICONOGRAFÍA FEMENINA DEL PERIODO AMARNA.

Nefertiti, la esposa principal del faraón rebelde Akenatón o Ajenatón (1353 - 1336 a. C., durante la dinastía XVIII) y suegra de Tutankamón, es probablemente la reina más conocida del Antiguo Egipto. Ello se debe a su legendaria belleza (su nombre traducido significa literalmente "la bella ha llegado") y a las representaciones que sobre la misma se conservan. De ellas, sin duda, la más difundida es el busto que se encuentra en el Neues Museum de Berlín.

Busto de Nefertiti en el Neues Museum, Berlín.

Su historia es inicialmente la de su marido, un faraón que a los 21 años rechazó el politeísmo en favor de un único dios todopoderoso conocido como Atón (el dios del Sol) y cambió su nombre de Amenhotep IV por el de Akenatón (el amado de Atón). Con el cambio teológico vino también el cambio de la capital de Egipto, de Tebas por la nueva ciudad de Tell el Amarna, conocida con el nombre egipcio de Akhetaten (el horizonte de Atón). El faraón animó a los artistas a que se trasladaran a su nueva capital y a que desarrollaran un estilo acorde con sus nuevas ideas. Esto significaba que debían abandonar las convenciones artísticas que hasta entonces habían practicado y abrazar una nueva y fresca visión del mundo, llena de espontaneidad y de realismo.

Akenatón y Nefertiti con sus tres  hijas mayores. Museo Egipcio de El Cairo.

La mayor innovación del arte del Período Amarna fue la forma en la que se representaba a la pareja real y a su familia. Hasta entonces los faraones y sus esposas se retrataban como encarnaciones de dioses, más o menos inaccesibles a los simples mortales. En el arte de Amarna, el faraón y su esposa, Nefertiti, se presentaban al mundo en escenas de la vida cotidiana, jugando con sus hijas y protegidos por Atón, simbolizado por el disco solar que hacía recaer sus dones sobre la familia real en forma de rayos y pequeñas manos. Los reyes se mostraban como una pareja que comía, reía y bromeaba con sus hijas, lo que podríamos decir hoy como la imagen moderna de una pareja normal, feliz de vivir bajo la protección de su dios.

Estatuillas policromadas con las imágenes de Nefertiti y Akenatón, hacia el noveno año de reinado. Museo del Louvre.

Estas representaciones que resumen una intimidad afectiva, eran producidas por artistas que, asimilando las nuevas ideas del monarca, abandonaron el rígido simbolismo del pasado por un naturalismo que en ocasiones rozaba lo excesivo o caricaturesco. Akenatón y Nefertiti tuvieron seis hijas, a quienes retrataban de la misma forma que a sus padres, aunque una de las características típicas de los retratos infantiles era el cráneo deformado, redondo y alargado. Las facciones del rostro: es estrecho y alargado, con una barbilla prominente; los labios carnosos; el puente de la nariz marcado y los orificios anchos; los ojos entreabiertos almendrados y las cejas delicadamente arqueadas.

Pequeña cabeza de una princesa encontrada en los talleres de Amarna. Está inacabada, pero refleja todas las características más duras de las deformaciones convencionales de los rostros del estilo de Amarna. Neues Museum, Berlín.

Nefertiti apareció siempre muy unida a su marido tomando un protagonismo público tanto en el gobierno como en el culto religioso al dios Atón. Son muchos los relieves en donde aparece compartiendo casi el mismo status que el rey, aunque en una jerarquía de tamaño inferior. Pero en alguno de estos relieves aparece portando alguna de las coronas reales, símbolo de su poder en el estado.

Nefertiti y Akenaton, Museo de El Cairo.

Se conoce poco sobre su vida, de sus orígenes y de su fin.  Algunos historiadores sugieren que era hija de Ay, un familiar del faraón y funcionario importante que llegaría a reinar a la muerte de Tutankamón. Tampoco se sabe nada de cuál pudo ser su final, ya que alrededor de 1340 a. C. desaparece de las inscripciones. Es posible que hubiera muerto, o que fuese suplantada por otra de las esposas de Akenatón, aunque existe la posibilidad de que simplemente cambiara su nombre por el de Smenjkara y gobernara como co-regente en los últimos días del reinado de Akenatón, y brevemente como faraón tras la muerte de éste en 1336 a. C.

Se describía a Nefertiti como una mujer noble de muchos encantos que era "virtuosa en todas sus formas". No hay duda de que su belleza física causó agitación en la corte y que los artistas pagaron tributo a su belleza de muchas maneras y sus rasgos se convirtieron en paradigmas femeninos del periodo.

Nefertiti o su hija Merit-Aton. Tuthmosis, Tell- El-Amarna. Neues Museum, Berlín. Estatua inacabada.

El torso que conserva el Museo del Louvre en cuarcita roja muestra una de las muchas representaciones equilibradas de la reina Nefertiti o de una de las hijas de la pareja real. Era frecuente que las princesas fueran envueltas en ropas muy finas o incluso desnudas. El vestido es de fino lino plisado atado bajo el pecho en forma de abanico, dejando expuesto el brazo derecho. Es posible que el escultor se tomara una licencia artística en el número de plisados, para facilitar, en lugar de disimular, el cuerpo sensual de la portadora. Este ejemplo ilustra también el estilo dominante en la representación femenina del periodo Amarna, con un torso delicado, hombros estrechos y generosas caderas. La transparencia de la tela sirve para enfatizar el contorno del cuerpo y las redondeces de pechos, vientre, glúteos y muslos. El énfasis en destacar el ombligo es otra de las características del estilo.

Torso de Nefertiti o de una de sus hijas. Museo del Louvre.

El busto de caliza pintada es, sin duda, la representación más famosa de Nefertiti. Fue descubierto en Amarna por un equipo de arqueólogos alemanes en 1912 dirigido por Ludwing Borchardt y fue donado al Museo Egipcio de Berlín en 1920. Las fotografías del busto lograron su estatus icónico, convirtiéndolo en la escultura más copiada del Antiguo Egipto hasta el descubrimiento de la tumba de Tutankamón.

En el Imperio Nuevo, la posición de los jefes de escultura era muy importante. Ellos dirigían a los obreros en los encargos reales y formaban a los aprendices en las normas tradicionales de representación. En ocasiones también eran sacerdotes, lo cual no era extraño puesto que se suponía que el arte estaba inspirado por los dioses y los retratos eran creados como soporte del alma del difunto. Aunque no conocemos muchos nombres de escultores, sí conocemos los de dos jefes que trabajaron para AkenatónBak, durante el primer periodo del reinado, yThumossis, durante la segunda mitad.

Estatuillas policromadas con las imágenes de Nefertiti y Akenatón atribuidas a Bak. Museo del Louvre.

Bak había representado a Nefertiti con una apariencia similar a la de su marido, es decir con rasgos andróginos y con facciones semejantes al del faraón, como requería la tradición. Thumosis, como podemos comprobar en el busto, desarrolló, en cambio, un estilo que infundía a sus retratos idealismo, pero a la vez que prestaba atención a los detalles, lo que le hacía individualizar a cada una de sus figuras.

Las características de las obras de Thutmosis son:
  • Usaba el color más naturalisticamente que sus predecesores. La piel de Nefertiti es de un color marrón rosáceo que se alejaba del pálido aplicado a las mujeres. Sólo hay que comparar entre este busto y la escultura de la pareja real del Louvre, donde el contraste del color entre hombre y mujer se remarcaba.
  • El ojo derecho es un prototipo de gracia y sensibilidad en su trazado. Además tiene incrustada una pieza de cristal verde con la pupila pintada de negro que le da vida.
  • Alrededor de los ojos y del cuello de Nefertiti hay algunas finas arrugas, una calidad de detalle que otros artistas egipcios no incluían y que dotan de personalidad al busto.
  • Los labios rojos están perfectamente esculpidos y pintados con ocre rojo y reflejan los ideales egipcios de la belleza; sin embargo, son a la vez carnosos y sensuales y hasta reflejan una leve sonrisa.
  • Su collar de colores azul, turquesa, rojo, verde, dorado y blanco contrasta con su piel y se mezcla con su corona, que es una versión de la corona de guerra asociada con la de la diosa Tefnut
Después de la prueba de TAC (Tomografía computerizada) a la que se sometió la escultura en 2009 para ver el estado de conservación, podemos saber cómo trabajaba Thumosis. Se sabe que la pieza no es completamente de caliza pintada, sino que tiene un núcleo de caliza cubierto con una capa de yeso entre  4 cm en la parte de atrás del gorro y 1 mm de espesor en algunas zonas del rostro. Thutmosis hizo esto para descartar pequeñas imperfecciones, posiblemente tomadas del natural, como arruguitas de las mejillas, pómulos menos sobresalientes o un volumen de nariz y labios menos carnosos, y dotar a la figura de más belleza.

Nefertiti, detalle de TAC

Estas imperfecciones regularizadas no fueron tenidas en cuenta en la escultura de cuerpo entero que supuestamente la representa en otras de la esculturas inacabadas encontradas en el taller de Thutmosis. No hay ninguna inscripción que la identifique, sin embargo se la reconoce por la semejanza de su rostro o el ropaje y corona que porta.

Estamos ante una imagen de una mujer que sin haber perdido la esencia de su belleza y sensualidad se muestra envejecida tanto en el cuerpo como en el rostro. Sus senos caen con flacidez, las caderas y sus muslos no parecen esbeltos y sobre todo su espalda se comba ligeramente hacia adelante.

Pero es en su rostro donde más se aprecia su edad. Las arrugas en torno a los labios endurece su expresión y las bolsas bajo los ojos indican que estamos ante una Nefertiti envejecida.

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  • CARACTERÍSTICAS GENERALES.
  1. Función, materiales. Canon humano: realismo e idealización.
  2. Leyes arcaicas de figuración.
  3. La temática. Iconografía.
  • PRINCIPALES OBRAS.
  1. El juicio de los muertos. El pesaje de las almas.
  2. La pintura de los hipogeos. La tumba de Nadj.

viernes, 3 de octubre de 2014

SERES HÍBRIDOS EN LAS CULTURAS EUROPEAS DEL MEDITERRÁNEO DURANTE EL PRIMER MILENIO A. C.

Los mitos y los seres fantásticos mezcla de lo humano y de lo animal o de distintos animales, fueron creados en Oriente, en Egipto o en Grecia y trasmitidos por todo el Mediterráneo central y occidental (Etruria, Tartessos, Iberia, Roma) a lo largo del primer milenio antes de nuestra era.



Fueron fantasías espantosas, que en su horrible anomalía, se convirtieron en irresistibles atracciones de lo misteriosamente ajeno al hombre. En todas las culturas formaron parte de la religión y de los ritos, poniendo en relación los mundos de los inmortales y de los mortales. Miles de años después muchos de estos monstruos aún permanecen en nuestro imaginario colectivo. Sólo hay que ver que son la inspiración de muchos personajes de comics y de películas fantásticas.

Esfinge funeraria griega 560-550 a. C.



Os ofrezco a continuación una lista de aquellos seres híbridos que la imaginación humana concibió uniendo distintas naturalezas. Omito los monstruos creados por los egipcios y me centro sólo en aquellos que tuvieron reflejo en todo el Mediterráneo desde el mar Egeo hasta el estrecho de Gibraltar.
  • La esfinge, de rostro femenino y cuerpo alado de león.
  • La sirena, con cabeza de mujer y cuerpo de ave.
Esfinge, fondo de plato corintio. M. Louvre.



  • El centauro, de rostro y torso humano y parte inferior de caballo.
  • Pan, el sátiro mezcla de humano y de cabra.
Afrodita, Eros y Pan.



  • Aqueloo de cabeza masculina y cuerpo y patas de toro.
  • NereoTritón y Escila, de cabeza humana y cuerpo de pez o de serpiente.
  • El minotauro con cabeza de toro y cuerpo humano.
Teseo mata al minotauro, detalle de un skiphos de 550 a. C. M. Louvre.


  • El grifo, híbrido de león alado con cabeza de águila.
  • El hipocampo, un caballo con cola de pez.
  • La quimera, animal de tres cabezas y tres partes: león, cabra y serpiente.
Tridracma de plata de Corinto. Reverso representando a Pegaso. 308-306 a. C.



  • Pegaso, el caballo blanco con alas.
  • Y otros monstruos más : mantícorasbasiliscosarpíasgorgonas, hidra...
Las diversas culturas que los crearon o adoptaron les otorgaron diferentes funciones: símbolos de la divinidad, protectores, mensajeros, acompañantes y servidores del dios o de la diosa de los que eran métáforas de su poder.

Neptuno sobre su carro tirado por dos hipocampos. Mosaico de Sousse, Túnez.



El hombre, como su antagonista, había de someter esa fuerza salvaje para que reinara la razón y el orden en la tierra. Fueron adversarios terribles del héroe (TeseoHércules, Edipo..), pero también pudieron ser sus aliados.
Todos ellos habitaban en regiones antihumanas: en las agrestes e incivilizadas montañas; en los abismos del mar; en las islas situadas en el fin del mundo; en el espacio radical de la muerte -el laberinto-; o en los reinos intermedios -la tierra y el éter; la tierra y el mar- donde su hibridación era tanto de cuerpo como de espacio.

Bicha de Balazote o Aqueloo, escultura ibérica, s. VI a. C. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.


Como seres intermedios, circulaban de un mundo a otro y ponían en comunicación esferas y espacios opuestos de la existencia: la vida y la muerte. Por ello, protegían el espacio de la tumba (Aqueloo) y actuaban como vehículos o guías de las almas en su viaje al más allá a través del aire (sirenas, esfinges y grifos) o a través del mar (tritones e hipocampos).
Eran seres dotados de saber inmemorial y de capacidad profética. Guardaban secretos escondidos al hombre y conocían los caminos invisibles que permitían regresar de la muerte a la vida (sirenas, esfinges, Nereo, Tritón y Escila).

Edipo y la esfinge. M. del Louvre.



Su voz, su canto o su mirada podían ser sinónimos de muerte, pero también podían ser promesa de vida. Seducían con su poder erótico a sus víctimas (esfinges y sirenas), pero ese poder era fecundador y engendraba una nueva existencia. Por sus actitudes extravagantes, su naturaleza salvaje y desmedida, pervertían el comportamiento humano (sátiros y centauros), convirtiéndose en su contramodelo, pero también expresaban la subversión y la ruptura que el dios proponía al hombre para acceder al ámbito beatífico de la vida eterna.

Nereo. 490 a. C.


Se representaban en escultura, en pintura y en mosaico. En sarcófagos, en templos, en viviendas, en cerámicas y en monedas. Eran parte de la fantasía y de la iconografía cotidiana del mundo antiguo.

EL ESPECIAL DE EGIPTO. MAS DIFÍCIL TODAVÍA. EL JUEGO DEL DETALLE PERFECTO.

Aquí tenemos el segundo juego que os propongo para investigar sobre Egipto. Para ver el primero pincha aquí.

En este habrá que
1.- Descubrir a quien representan estas imágenes (Título).
2.- Donde se encontraron.


CONDICIONES DEL JUEGO.
  • La contestación será a través de los comentarios  y habrá que contestar las seis obras de una vez en una lista numerada por orden (imagen 1, 2, 3...). Esta vez no consiste en elegir una única obra y contestar a la misma sino que debe darse solución a las 6 para que la respuesta sea válida.
  • El premio es suculento. Todo aquel que conteste correctamente la lista completa obtendrá medio punto en el controlSi se falla, aunque sólo sea una de las seis obras y se haya contestado las cinco restantes, no se obtiene nada. Puede haber un premio especial a la contestación más completa y  trabajada, que podrá alcanzar hasta un punto más adicional.
  • Sólo hay una posibilidad de comentario por personaPor ello,  hasta que no tengáis todo el ejercicio hecho no lo mandéis.
  • Vuestros comentarios no aparecerán en el blog hasta el jueves por la tarde. Ese día publicaré todas las contestaciones y diré si hay ganador o ganadores. 


RESPUESTAS CORRECTAS Y GANADORES

Hay ganadora. Alejandra ha contestado con precisión e incluso se ha hecho merecedora del punto extra por los comentarios.
IMAGEN 1


La estatua de Hathor. 
Se encuentra en el museo de Luxor.
La imagen de la cabeza de la diosa fue esculpida en los capiteles de las columnas de varios templos y capillas erigidos en su honor: son los denominados capiteles hathóricos. Era la única diosa egipcia representada de tan singular manera.
Fue una divinidad cósmica, diosa del amor, de la alegría, la danza y las artes musicales, diosa nutricia y patrona de los ebrios en la mitología egipcia. Su forma es de una vaca o como una mujer con orejas y cuernos del mismo animal entre los cuales mostraba un disco solar. Su atributo era el sistro.


IMAGEN 2


Templo de Hatshepsut o Deir el-Bahari (Egipto). Son estatuas de Osiris en el último pórtico.
Son estatuas en la tercera terraza del Templo de Hatshepsut en Deir el Bahri, Tebas, Luxor. 
Una segunda rampa nos conduce desde el centro del pórtico central hasta la terraza superior, cuyo pórtico consiste en columnas decoradas originalmente con estatuas osiríacas de la reina que en
su mayor parte aparecen destruidas. Por un portal de granito rosado se entra a un patio rodeado de columnas.


IMAGEN 3

Tumba de la reina Nefertari. 
Valle de las Reinas. Dinastía XIX. Época de Ramsés II (ca. 1260 a.C.)
Aparece la diosa y un halcón con un símbolo en la cabeza redondo y rojo para hacer un culto al sol. Es una de las pinturas que decoran las paredes de la Tumba de la reina Nefertari.


Realmente son la diosa Maat y Horus de la Tumba KV 14 de Tausert y Setnakht., esposa de Seti II.

IMAGEN 4


El escriba sentado.
El escriba sentado. 2620-2500 a.C. Egipto. Imperio Antiguo. IV Dinastía. Museo del Louvre, procedente de Saqqarah. 
Esta escultura de bulto redondo, representa a una de las figuras más destacadas del Egipto faraónico.
Se trata de un escriba, es decir, un funcionario de la administración y burocracia faraónica. Está realizada en piedra caliza y policromada en color ocre. Los labios son finos, la mirada penetrante.


IMAGEN 5


Escultura encontrada en el taller del escultor Thutmose en Amarna. Ojos rasgados, labios gruesos, mandíbula prominente y cuello estilizado y cráneo alargado. Ejemplo del estilo artístico de Amarna.
Posiblemente un retrato de una de las hijas de Akenatón.

IMAGEN 6


Es una pintura que representa una batalla.
 El rey Tutenkhaman de Egipto a la carga contra los nubios, alrededor de 1350 a.C. Los carros egipcios estaban diseñados para una fuerza de ataque rápido, con una estructura de madera muy ligera y los costados de lona o cuero. Las ruedas estaban colocados muy separadas. El arco del rey puede compararse con ventaja con los arcos ingleses del siglo XVI.
Decoración de una caja de la Tumba de Tutankamón.