sábado, 27 de septiembre de 2014

JOAQUÍN SOROLLA (1863-1923). EL IMPRESIONISMO EN ESPAÑA.

Este artículo sale a la luz con motivo de la gran exposición que desde el 26 de mayo ha inaugurado el Museo del Prado sobre Joaquín Sorolla, el principal representante del Impresionismo en España. La muestra presenta más de cien cuadros del artista de todas las épocas, desde las obras de realismo social como Otra Margarita o el más conocido Aún dicen que el pescado es caro a las obras puramente impresionistas donde juega con la luz levantina o con la pincelada rápida en los retratos y paisajes. Creo que merecerá la pena visitarla.

Para ir abriendo boca te ofrezco este video que he elaborado con algunas de sus obras más destacadas y al que acompaña una canción de Billy Joel, "She's Always a Woman".



Joaquín Sorolla nació en Valencia y se educó como pintor de forma muy académica. En 1885 marchó a Roma pensionado por la Diputación de Valencia, y allí se relacionó con los artistas de la colonia española como Pradilla. Desde allí se trasladó a París, donde permaneció seis meses, y surgió su interés por el realismo y por la pintura impresionista, aunque no mantuvo ninguna relación con el grupo. En 1889 ya estaba en Madrid. Todavía tardará en deshacerse del tema social que ocupa gran parte de sus composiciones de los años 90, pero poco a poco el camino aprendido en París irá ganando terreno.

En esos años son frecuentes los viajes a su tierra atraído por la luz.  Allí realiza sus cuadros más célebres, los de las orillas del Mediterráneo. El tema de los pescadores o costumbrismo marinero le granjeará los primeros éxitos, pero serán sobre todo las escenas playeras las que capten la atención del gran público por sus presupuestos claramente impresionistas. Nadie ha pintado como Sorolla el reflejo vidriado de los cuerpos mojados de los niños en la playa o las telas blancas deslumbrantes iluminadas por el sol. También le atraen notablemente las figuras femeninas a las que retrata una y otra vez con absoluta originalidad. El conjunto de su obra nos trasmite optimismo y alegría.

En 1900 obtuvo el Premio de Honor de la Exposición Universal de París, convirtiéndose en uno de los artistas más cotizados de su tiempo. Su fama y proyección internacional le puso en contacto con Archer M. Huntington fundador de la Hispanic Society de América. Esta institución le encargó en 1911 la decoración del salón de su sede en Nueva York: catorce paneles de grandes dimensiones que representan regiones españolas y una galería de retratos para la biblioteca, algunos de los cuales podemos ver en esta exposición. Esta obra ocupó al artista desde 1912 a 1919, años en los que viajó por toda la geografía española tomando apuntes y haciendo bocetos. El resultado es un conjunto de obras muy singulares de paisajes y tipos populares o folklóricos.
Como retratista captó a los principales españoles de la época: Benito Pérez Galdós (1894), Miguel de Unamuno, Mariano Benlliure, Ramón y Cajal, Juan Ramón Jiménez, Alfonso XIII... Pero sobre todo se recreó en su familia, su mujer y sus hijos.

Para más información véase también el artículo El impresionismo en  España, donde se repasa la obra de los principales pintores que trabajan con esta técnica o temática y además se pueden ver en la presentación que acompaña más cuadros de este pintor.

Benito Pérez Galdós, 1894.





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