martes, 14 de octubre de 2014

DOMUS ÁUREA. EL PALACIO RESIDENCIAL, PRINCIPALES SALAS. Segunda parte.

Como ya hemos explicado en un artículo anterior, el año 64 d. C.  Roma sufrió un catastrófico incendio que afectó a casi la mitad de la ciudad, incluyendo la propia y recién estrenada residencia del emperador Nerón, la conocida como Domus Transitoria en el Palatino. Esa fue la oportunidad soñada por el monarca para construir un nuevo complejo residencial en el centro de Roma que superara todo lo hecho hasta ese momento, con varios edificios a cual más espectacular y extensos espacios verdes. Una parte del proyecto, como ya  he dicho, ha sido explicado en otro artículo, por lo que en éste nos centraremos en lo todavía no visto: el palacio residencial o de recreo, que es lo que hoy se conoce por reducción como Domus Áurea. Analizaré los aspectos técnicos o arquitectónicos, así como lo que el edificio aporta al arte romano. Dejaré para un tercer artículo el estudio de su decoración.

Reconstrucción en vista aérea de Roma y del complejo palaciego de Nerón, según Katatexilux.  Al fondo, justo al lado del río parte el Circo Máximo, que flanquea  la colina palatina donde se encuentran la Domus Tiberiana y la Domus Transitoria. Al otro lado, los foros en el valle y, ya en la Velia, el vestíbulo de entrada al recinto palacial con la estatua de Nerón y el  lago artificial. A la izquierda, sobre el monte Celio, se encuentra el templo/ninfeo y el acueducto de Claudio. Y a la derecha, sobre las estribaciones del monte Oppio/Esquilino, las Termas de Tito (junto al gran lago) y la Domus Áurea o palacio residencial (400 metros de largo). Entre medias de estos edificios el parque/jardín privado de la residencia imperial.

El palacio del Esquilino.

Emplazamiento y descripción general. El pabellón residencial se disponía a media ladera del monte Oppio (colina del Esquilino), aprovechando la pendiente para realzar la vista del edificio desde el valle.

Vista del palacio residencial sobre la colina Oppio y de los jardines que lo rodeaban. Reconstrucción según Katatexilux.

Lo actualmente excavado ha liberado hasta un frente de 250 metros de largo por 60 de profundidad, pero se calcula que el edificio aún se extendería en fachada otros 150 metros más hasta completar los 400 metros. Sólo se conserva la planta baja, que debió considerarse óptima para cimentar las termas de Trajano, construidas encima y gracias a lo cual debemos su salvación. El piso superior, que con seguridad se levantó en el tramo central, en cambio, fue destruido. Los arqueólogos creen que a través de ese piso se accedía desde los jardines que se extendían por el lado norte. Posiblemente formara parte también del conjunto, como zona de baño de palacio, las conocidas como termas de Tito, aunque se les bautizara con el nombre de este último emperador al ser terminadas en su época.

Planta y reconstrucción del edificio de palacio residencial según Altair4.

La fachada y la planta. De la fachada no sabemos gran cosa, aunque todas las reconstrucciones que se han hecho del edificio muestran un pórtico columnado rectilíneo que oculta un edificio con un diseño de planta que recuerda a un ave con alas desplegadas. El tramo central o principal desarrollaba dos concavidades o patios pentagonales de los que a su vez salían proyectadas sendas alas laterales. El ala oriental aún está sin documentar.

Planta con los principales zonas del palacio residencial excavado. Del ala Oriental sólo se ha excavado el arranque de los salones que rodeaban el segundo patio pentagonal, pero se supone que se desarrollaría en un esquema simétrico al ala occidental (Véase la reconstrucción de arriba).

Los espacios interiores. Los grandes sectores del palacio. Se ha excavado del edificio una sección bastante grande (2 terceras partes), que ha dejado al descubierto unas estructuras en relativo buen estado, aunque despojadas de los materiales más lujosos (fundamentalmente, los mármoles y mosaicos de suelos y paredes) que los recubrían.

Los corredores de la Domus Áurea sobrecogen por sus dimensiones.

Todos los espacios resultan espectaculares e impresionan pese a su deterioro y a la falta de luz natural que los iluminarían en tiempos de Nerón. Las reconstrucciones que se han hecho sobre los mismos nos acercan a una realidad de lujo y fantasía. Sin embargo, sorprende la escasa y confusa información que sobre esta obra se encuentra en la red, ya que, a mi juicio, es uno de los grandes legados que nos ha dejado esta civilización y debería tener un protagonismo especial en cualquier estudio sobre el arte romano al menos por cuatro razones:

  • 1.- las dimensiones que tienen  tanto en superficie como en altura; 

  • 2.- el provechoso y magistral uso que hacen de materiales de construcción como el  hormigón y el ladrillo; 
  • 3.- la utilización del sistema abovedado para cubrir todos los espacios con bóvedas de cañón, bóvedas de arista y  cúpula;
Sala 33 y 25 del ala occidental. Las salas eran simétricas. La reconstrucción de Altari4 muestra la sala tal y como la concibieron los dibujos de Mirri en el siglo XVIII. Se orientaban hacia el patio interior.

El ala occidental. Esta sección puede que formara parte del primitivo proyecto de Nerón conocido como Domus Transitoria. Los arqueólogos que argumentan ésto se basan en un supuesto tradicionalismo en el planteamiento arquitectónico de este sector que contrastaría con el atrevimiento de la  sección central. Mi criterio es que tal vez la sencillez de estas salas responda a que su función era distinta a las que acogen las dependencias de la sala octogonal. Esta parte occidental como la no excavada oriental, tal vez fueran las dependencias privadas o cubiculos de la familia imperial y, por tanto, responderían a diseños íntimos pero lujosos. Se sabe que Tito continuó utilizándolas a la muerte de Nerón porque debían ser las mejores dependencias que podía habitar un emperador en tanto en cuanto aún no se construyese un nuevo palacio, lo que no se hará hasta el reinado de Domiciano.

Sala de la bóveda negra (nº 32) según Mirri. Reconstrucción de Altari4. Esta habitación y su simétrica se orientaban hacia el parque.

Las habitaciones se orientaban o bien al sur y por tanto a las vistas sobre el parque y el valle, o bien hacia un amplio patio ajardinado cerrado en su lado norte por un criptopórtico o corredor cubierto. Todas estas habitaciones estaban ricamente decoradas con frescos en paredes y bóvedas de cañón y con mármoles en zócalos y suelos. Además debían ser extremadamente luminosas. Estructuralmente guardaban una relación de simetría en torno a una gran habitación central que daba al patio.

Principales salas del ala occidental.

Por el lado este del patio se accedía a una serie de habitaciones que daban a un ninfeo, que se ha llamado de Polifemo, porque en la bóveda de cañón que lo cubre se encuentra en un octógono central la escena de Ulises ofreciéndole una copa de vino a Polifemo. A partir de aquí también se podía acceder a las dependencias en torno al patio pentagonal.

Ninfeo de Polifemo.

El patio pentagonal.  El edificio se abría en una enorme exedra de 50 metros de diámetro o patio pentagonal que evoca los grandes iwanes de Persia. Las habitaciones principales se disponen en torno a esta concavidad de la fachada en disposición simétrica sobre una habitación central de cada lado. La que domina el lado más largo posee una bella bóveda de estucos y dorados (sala 80) que debía cumplir alguna función jerárquica que desconocemos con respecto a las otras. Por detrás recorría un pasillo de servicio que unía el ala occidental con el ala central.

Sala de la Bóveda dorada (sala 80).

Cuerpo central en torno a la sala octogonal. Los ambiente más interesantes desde el punto de vista arquitectónico son los que se disponen en el cuerpo central. Su diseño es audaz y tal vez, como algunos piensan, se originó como una unidad independiente que luego se uniría torpemente con el resto del edificio. Nunca lo sabremos con certeza. Sin embargo, podemos tener casi la seguridad de que ese fue el tipo de ambiente donde los arquitectos comprendieron por primera vez las posibilidades revolucionarias inherentes al empleo de la argamasa romana u hormigón.

La sala octogonal ocupa el centro del sector y es interpretada como una sala de recepción o coenatio (salón-comedor) para grandes banquetes. Su principal novedad es que se cubre con una cúpula de hormigón de 14 metros de diámetro en  la base y con un óculo central que preludia el alarde técnico del Panteón de Agripa. Los ocho lados tienen un tamaño promedio de 5,60 metros y en ellos se abren ocho grandes puertas adinteladas de una luz que varía entre los 3,55 a 3,85 metros. Tanto los dinteles como los ocho pilares que sustentan la cúpula también están hechos con un núcleo de hormigón que ha sido recubierto, cara vista, de ladrillo. La solución es muy atrevida para su época, teniendo en cuenta además que no posee siquiera de arcos de descarga. La altura máxima de la habitación es de 9,70 metros y el óculo central tiene un diámetro de 5,92 metros, muy grande proporcionalmente al conjunto de la cúpula (abarca el 41 % de la misma) y en comparación, de nuevo, con la proporción obtenida en el Panteón de Agripa-Adriano, por lo que más parece un atrio que un espacio cerrado.

La gran cúpula de hormigón de la sala octogonal. Sus pilares y dinteles sustentantes.

Este espacio estaba rodeado por un pasillo periférico, que comunicaban las habitaciones que se disponían a su alrededor, dos alcobas y dos triclinia que flanqueaban un ninfeo central abovedado del que se desprendía agua  a modo de cascada. La cubierta se realiza con bóvedas de cañón y bóvedas de aristas.

Planta y sección de la sala octogonal y sus triclinios, habitaciones y ninfeo. La gran cúpula de hormigón.

Estas cámaras estaban animadas con nichos decorativos de mármoles y estaban iluminadas con un ingenioso sistema de ventanas abocinadas abiertas hacia un pozo de luz poco profundo entre el extradós de la cúpula central y la extensión vertical superior de los muros del octógono interior. Hoy día, desprovistas de sus mármoles, mosaicos, estatuas y de su luz y su color, son sólo sombras de los que fueron en otro tiempo,  pero para remediar eso está la recreación en 3D que nos permite devolverlas ese esplendor.

Detalle de uno de los triclinium y de la fuente de la Sala Octogonal. Reconstrucción de Altair4.

Este artículo se va haciendo ya muy largo, así que dejo para un tercero el estudio de la decoración de este edificio, pero antes quiero que echéis un vistazo al edificio tal y como está hora mismo (julio de 2011) cerrado y en proceso de restauración después de que fuera cerrado el año 2010 por peligro de derrumbe.

El artículo sigue en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario