Durante el periodo que abarca de 1300 a 1350 la pintura de la Toscana dominó el arte europeo. La pintura igualó los logros alcanzados por los escultores durante los cincuenta años precedentes, rompiendo con una tradición bizantinista que hacía que todavía en el siglo XIII las iglesias italianas se decoraran con mosaicos a la "maniera greca".
Cimabue. Mosaico del ábside de la catedral de Pisa, 1301-02.
El proceso de ruptura comienza a finales del siglo XIII con artistas como Cavallini o Cimabue que, desde Roma y Florencia respectivamente, empezaron a abandonar la bidimensionalidad del estilo bizantino y se encaminaron hacia un mayor realismo, pero hay en ellos todavía mucho de la iconografía greca. Obras como la deesis del ábside de la catedral de Siena (1301-02) están realizados todavía bajo modelos humanos y técnicas del mosaico bizantino, pese a que el fresco, junto con la tabla al temple, ya iban ganando terreno como soportes.
Habrá que esperar al florentino Giotto di Bondone para inaugurar una verdadera nueva forma pictórica. Su obra convivirá con la de la escuela Sienesa, más ligada a la tradición bizantina. Duccio Buonisegna (1260-1319) y su discípulo Simone Martini (1284-1344), sus máximos representantes, también se dejarán influir por la obra de Giotto.
Giotto di Bondone (1266-1337).
Tradicionalmente se le considera el iniciador de la pintura moderna y el precedente del Renacimiento porque rompe con la pintura bizantinista. Su personalidad tan intensa se refleja en la reafirmación que hace de su valía al firmar sus obras o al hacer fortuna y gozar de gran popularidad en vida sólo por su genio creador. Este rasgo le aleja también de la Edad Media y le acerca al Renacimiento.
Trabajó en Asís, Roma, Florencia, Nápoles, Bolonia, Milán y Padua, siendo en esta ciudad donde realizó su obra maestra los frescos de la capilla de la Arena o de los Scrovegni (1303-1305). Analicemos las características más significativas de su obra sobre estos frescos, tomando como base (siempre que sea posible) la escena del Lamento sobre Cristo muerto, del ciclo de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Lamento sobre Cristo muerto, 1305. Mide 200 x 185 cm.
- 1.- La principal aportación de Giotto a la Historia de la pintura, tal vez sea, la de superar la representación plana de los objetos para lograr la tercera dimensión, es decir, crear una ilusión de volumen veraz. El pintor comprende que a través de tonos cromáticos se puede crear efectos de luces y sombras que doten a los cuerpos de relieve. En la imagen inferior las grados de verde, violeta y amarillo modelan el volumen de los personajes adquiriendo una presencia real, casi escultórica.
- 2.- La profundidad le interesa, pero en los planos inmediatos al espectador, no en los fondos (que ya analizaremos). En esta escena crea una sensación de verdadera profundidad al utilizar simultáneamente los siguientes recursos, que puedes ver gráficamente en las imágenes inferiores:
--- las espaldas de los personajes del primer plano crean un vacío, que sirve para que el espectador pueda ver con distancia la escena principal. Los personajes no se precipitan sobre nosotros, como era habitual en el gótico.
------- las figuras se solapan escalonadamente para ganar otros cuantos metros de profundidad. No lo hacen como era habitual en las tablas de la época en la que aparecían grupos de personas extrañamente superpuestas en altura unas por encima de otras.
------------ el escorzo de los brazos extendidos de San Juan proyecta aún otro par de metros más allá el espacio. Este recurso será muy utilizado por el Renacimiento y supone un alarde técnico para un pintor.
- 3.- En esta escena podemos apreciar como Giotto también pretende captar los sentimientos. Cada personaje que contempla a Cristo muerto expresa una reacción única de mayor o menor intensidad y sinceridad dramática.
-- Los discípulos de la derecha ponen gestos apesadumbrados, pero conteniendo su dolor.
-----Hay ángeles que se desesperan, gritan y lloran violentamente, mientras que otros maldicen.
------ Las mujeres de la izquierda están estremecidas por el suceso: una se recoge sobre sí misma como no creyéndose lo que está viendo y otra como San Juan gesticula con los brazos de desesperación.
--------- María Magdalena recoge con amor los pies de su maestro.
----------- La Virgen María abraza compungida el cadáver de su hijo para besarle, su corazón está roto.
- La composición. La escena principal no tiene que estar necesariamente en el centro. En este caso las figuras de Cristo y de la Virgen están desplazadas en el lateral izquierdo. Pese a romper la regla de la simetría como elemento de equilibrio, la obra resulta bien clara por varios motivos.
--- Todas las figuras confluyen con sus miradas en los rostros de Madre e Hijo.
------ Las figuras-bulto de primer plano, que ya hemos dicho, sirven para que nuestra atención no se detenga en el primer plano y se oriente, casi resbale por su espalda, hacia el foco temático que está en el segundo plano.
----------- La diagonal creada por la ladera de la montaña también nos está señalando el motivo principal.
------------------ No hay historia secundaria que distraiga nuestra atención.
- El fondo es para él como un telón teatral de arquitecturas y paisajes casi abstractos, donde ubicar sus figuras, que es lo que realmente le interesa. Aún así no se puede decir que desprecie la ubicación espacial.
--- Los cielos azules suponen un avance sobre los fondos dorados bizantinos.
-------- Las rocas descarnadas y los árboles solitarios y desnudos, como el que aparece en la escena delLamento, intensifican el dramatismo y el dolor de los personajes.
-------------- En las habitaciones intenta crear una perspectiva intuitiva con las líneas rectas de las estructuras arquitectónicas y de los muebles. En la Anunciación, que tenemos debajo, los balcones, el techo y el reclinatorio proyectan líneas que se alejan hacia la izquierda.
--------------------- Los paisajes ciudadanos demuestran un amor por la realidad cotidiana que no existía anteriormente.
Árbol y montaña de la Lamentación sobre Cristo. Interior y exterior de un edificio en la Anunciación.
- Modelo humano. Rompe con los cánones estilizados y elegantes bizantinos. Sus figuras son un tanto achaparradas y gruesas. Sus rostros son estereotipados con ojos rasgados.
- No hay jerarquía de tamaño. El personaje de Cristo es proporcional al resto de las figuras. El único elemento distintivo de su importancia es el halo, que por otra parte también tienen el resto de las figuras consideradas santas. Este elemento arcaico es una licencia que se permite Giotto para aclarar aún más la escena.
¡Icreible belleza!
ResponderEliminarMagnífico blog¡¡¡¡
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