Los primeros ejemplos de arquitectura gótica en la península ibérica se vieron a finales del siglo XII y primeros años del siglo XIII con los grandes monasterios fundados por la Orden del Císter que aportaron los nuevos conceptos arquitectónicos que conocemos como gótico cisterciense. En aquel entonces la península se encontraba dividida en varios reinos: los de Castilla y León, la Corona de Aragón, Navarra, Portugal y los reinos islámicos, que a partir de la primera mitad del siglo XIII se reducen al reino de Granada.
El Cister en España.
Los monjes cistercienses, como había ocurrido con la orden del Cluny, disfrutaron de una casi ilimitada protección real y pudieron levantar numerosos monasterios. En 1131 Alfonso VII de Castilla se dirigió a San Bernardo para obtener el envío de monjes que introdujesen en su reino la reforma del Císter. Destacan los de Moreruela(Zamora), copia directa del de la casa madre en Claraval, y el de Santa María de la Huerta (Soria) y de las Huelgas (Burgos). Éste, fundado por Alfonso VIII y su esposa doña Leonor de Lancáster, en las afueras de Burgos, se convirtió en el panteón de los reyes castellanos, como antes lo había sido la colegiata de San Isidoro de los leoneses.
Monasterio de Moreruela, Zamora, siglo XII. Tres imágenes: maqueta con reconstrucción del conjunto y ruinas exteriores e interiores de la iglesia.
También en Cataluña, Ramón Berenguer IV, en 1149, llama a los monjes del Císter para fundar, ligados a la última etapa de la reconquista catalana, los monasterios de Poblet y Santes Creus (Tarragona). El primero sirvió también de panteón real de los monarcas de Aragón, sustituyendo al de Ripoll, que lo había sido de los condes catalanes. En Aragón hay que recordar los monasterios de Rueda y de Piedra. En Navarra el de la Oliva.
Los monasterios cistercienses yuxtapusieron fórmulas de la tradición románica con nuevas aportaciones arquitectónicas.
Características del gótico cisterciense. Santa María de la Huerta, Soria. Exterior, claustro y refectorio.
A ellos se deben ante todo:
- El uso del arco apuntado.
- Las bóvedas de crucería sencillas de nervios sin fascicular.
- La pobreza decorativa interior y en fachada.
- El sentido colosalista de las proporciones.
Catedrales levantadas entre el románico y el gótico cisterciense.
Algunas catedrales, como las de Zamora, Lérida y Tarragona, se dejan influir por este estilo cisterciense y apuntan ligeramente sus arcos de las naves principales.
El caso de la catedral de Ávila es especial. Comenzada por el maestro francés Fruchel o Eruchel en 1172 presenta una amplia cabecera con capillas radiales escondidas como nichos en el espesor del muro y doble girola, integrado todo ello en una especie de enorme torre semicircular incorporada a las murallas defensivas de la ciudad.
Catedral de Ávila. Puerta principal y cabecera.
También se observa esa transición en la catedral de Sigüenza (Guadalajara) y en la de Ciudad Rodrigo(Zamora).
Las verdaderas características de la arquitectura gótica llegan a través de constructores franceses y de las catedrales castellanas comenzadas a comienzos del siglo XIII: las de Burgos, Toledo y León.
El maestro Enrique, de origen francés, interviene en la de Burgos y León dejando improntas en las plantas y en el alzado interior que recuerdan a la francesa de Bourges y de Amiens, mientras que el diseño de la fachada principal y de los arbotantes están relacionados con el más puro estilo gótico francés de las grandes catedrales deParís y Reims. No hay que insistir mucho en sus características puesto que responden al modelo francés que ya conocemos por otros artículos de este blog: tres naves cortadas por un crucero con portada en cada extremo, girola, claustro y dos grandes torres en los pies. Los pilares cruciformes se estilizan y las tribunas no existen dejando más espacio a las vidrieras que inundan con luz mágica el interior.
Catedral de León, fachada de occidente. Siglo XIII.
Catedral de León interior. Bóvedas sencillas, triforios y vidrieras.
La catedral de Toledo se erigió siguiendo el esquema general de Notre Dame de París: cinco naves de alturas escalonadas más crucero, que no sobresale del conjunto en planta, y doble girola, siendo, por tanto, su planta del tipo llamado de salón. Posee capillas entre los contrafuertes.
Catedral de Toledo, planta y vista aérea.
También el siglo XIII se fundaron las catedrales de Cuenca, Burgo de Osma y Tuy en Castilla y Tarazona yValencia en la Corona de Aragón.
Las grandes catedrales de la Corona de Aragón en el siglo XIV.
Muy diferente del modelo francés es el concepto de iglesia que se desarrolla, sobre todo a partir del siglo XIV, en Cataluña, Baleares y Reino de Valencia al amparo del comercio por el Mediterráneo. En él se impone unas características de gran personalidad, que aunque ya he repasado en otro artículo de este blog merece la pena recordar para compararlas con las del gótico francés.
- 1. Predomina la horizontalidad frente a la verticalidad.
- 2. La planta atiende a ser de salón y se va buscando la creación de un gran espacio diáfano.
- 3. Los muros cobran una gran importancia, calándose únicamente con ventanales pequeños.
- 4. La diferencia de altura entre las naves laterales y la central es muy escasa, creándose un magnífico efecto de gran espacio en altura.
- 5. Los pilares se estilizan como esbeltas columnas octogonales, a menudo sin columnas adosadas.
- 6. Los contrafuertes se aprovechan para instalar capillas laterales.
- 7. Los arbotantes y los pináculos, cuando no faltan por completo, son pequeños y generalmente invisibles.
- 8. Las torres son con frecuencia únicas y se alzan como prismas rematadas en terraza, brindando más aspecto de torreones de defensa que de campanario.
- 9. En las portadas se busca la limpieza del trazado geométrico y las molduras más que la decoración escultórica, lo que influirá en las construcciones civiles.
Entre las catedrales catalanas de la época, figura la de Barcelona, cuyas dos torres sobre los brazos del crucero escasamente acusado y el cimborrio, colocado excepcionalmente a los pies, se interpretan como un simbolismo de los clavos de Cristo.
Catedral de Gerona.
En la de Gerona que se inició con una cabecera muy parecida a la de Barcelona, su constructor, el maestroGuillem Bofill, para no interrumpir el culto y en un alarde que fue calificado de locura en su época, tuvo la genialidad de concluir el enorme templo con una única nave que absorbiera el ancho de las tres tradicionales. El espacio creado tuvo que cubrirse, por tanto, con las mayores bóvedas de crucería del gótico español, bóvedas cuatripartitas simples que abarcaban los 23 metros de ancho de la nave, a una altura de 34 metros.
Catedral de Palma de Mallorca, interior y planta.
La tercera gran catedral es la de Palma de Mallorca, cuya cabecera aprovecha una primitiva capilla levantada por el conquistador de la isla, Jaime I de Aragón. Las naves laterales son muy estrechas y sirven de contrafuerte a la central, de gran anchura y altura (42 metros), apoyada en sencillísimos pilares, provocándose así en el interior del templo una impresión de ingravidez y de dominio del espacio de una elegancia inolvidable. El ábside, que es la antigua capilla, acaba en cabecera plana y sin girola y al ser más bajo que la nave central permite incluir sobre él un gigantesco rosetón que domina la iglesia desde la cabecera.
Monasterio de Pedralbes, Barcelona. Siglo XIV.
Durante este periodo, se construyeron también otras iglesias muy importantes. Sólo en Barcelona, merecen citarse las del Pino, Santa María del Mar y la del Monasterio de Pedralbes, así como la capilla de Santa Águeda, anexa al Palacio Mayor.
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