El goticio cisterciense.
El Císter pretendía una vida ascética y austera para los monjes. En arquitectura eso se traduce en obras simples en lo formal, reduciendo las construcciones prácticamente a la estructura sin sofisticaciones visuales:
- Plantas sencillas.
- Simplificación de los soportes.
- Altura moderada.
- Capiteles lisos o vegetales simples, alejados de la fantasía románica.
- Ventanales sin vidrieras.
Iglesia de la Abadía de Fontenay, Borgoña.
Los monasterios franceses más llamativos de este siglo XII son el de Fontenay y Senanque. Más información sobre gótico cisterciense este otro artículo de este blog.
Los orígenes ciudadanos del gótico.
La Isla de Francia y Normandía se disputan la creación de la bóveda de crucería, elemento esencial de la arquitectura gótica, pero es en los alrededores de París donde se utilizará sistemáticamente ésta desde mediados del siglo XII.
El primer gran monumento es la abadía de Saint-Denis (a partir de 1132), construida bajo la dirección del abad Suger, consejero del rey Luis VI. Hay una intención política en hacer triunfar esta nueva arquitectura como una expresión peculiar del poder real, frente al influyente clero cluniacense y a la nobleza feudal. Esto explica que todas las primeras grandes catedrales francesas se construyan en los dominios de los Capetos. A diferencia del Císter la iglesia de Saint- Denis no busca la sencillez, sino la grandiosidad y el ornato, la creación del escenario ideal para la consagración y el enterramiento de los reyes de Francia. Sólo se conserva de los tiempos de Suger la fachada y el deambulatorio con sus capillas radiales.
Deambulatorio de Saint-Denis. Columnas como soportes y bóvedas de crucería, 1144. Sepulcros reales.
Poco después se construyen las catedrales de Sens (1137), Noyon (1152) y Laon (1156-60) que inspiran al arquitecto de Notre Dame de París (1163). En ellas se busca la mayor elevación y la mejor iluminación a través del sistema de la bóveda sexpartita. La de París ha sufrido notables transformaciones en siglos posteriores, pero aún conserva la fachada principal, comenzada en 1200, que va a ser el modelo de muchas otras.
El gótico clásico. El siglo XIII.
A finales del siglo XII (1194) se comenzaba la reconstrucción de la catedral de Chartres, de la que ya hemos hablado en otro artículo. Su principal aportación consistió en la eliminación de las tribunas sobre las naves laterales, gracias a la utilización de los arbotantes, lo que permitió además la construcción de bóvedas de crucería simple.
Catedral de Amiens. Interior. Impresión de altura (43 metros).
Este es el punto de partida para las catedrales construidas en el siglo XIII como Reims (1211), Amiens (1220) y Beauvais (1227). El resultado son espectaculares interiores por su ingravidez, regularidad e iluminación. Los arquitectos se afanan en una carrera por ganar altura: apuntan fuertemente los arcos y consiguen que los ventanales acentúen su altura por la desproporción respecto a su ancho. Los interiores se llenan de luz coloreada mágica proveniente de las vidrieras y de los rosetones.
Catedral de Reims. Contrafuertes con hornacinas y pináculos.
Las catedrales tienen también sus encantos en el exterior. Los arbotantes y contrafuertes en vez de afear los edificios les dan pujanza e incluso sirven para concentrar en ellos elementos decorativos como pináculos, gárgolas y hornacinas con esculturas. Las fachadas se llena de esculturas y elementos arquitectónicos: tres pórticos rematados por gabletes cobijan firmamentos de ángeles, santos y visiones divinas; más arriba tropezamos con el rosetón y con las galerías de hornacinas y de arquerías y con las torres.
Detalle de la fachada principal de la catedral de Amiens.
Hacia mediados de siglo se levanta La Santa Capilla de París, capilla del antiguo Palacio Real, uno de los ejemplos más característicos de la arquitectura gótica. Es un modelo perfecto del arte gótico más refinado (el radiante), con un cerramiento formado exclusivamente por columnillas muy ligeras y vidrieras que dotan al interior de un ambiente irreal.
Santa Capilla de París.
Los siglos XIV y XV.
Las obras realizadas en la primera mitad del siglo XIV consisten más bien en remates y capillas accesorias de las grandes catedrales levantadas anteriormente o en edificios de menor entidad. A mediados de siglo la Peste Negra sume a Europa en una crisis profunda, que se agrava en Francia por la Guerra de los Cien Años.
En este contexto bélico y defensivo cobra importancia la arquitectura civil y militar. Ya había precedentes en el siglo XIII con el amurallamiento que hizo la monarquía de la ciudad de Carcasona para asegurar la posesión del Languedoc, recién conquistado.
Palacio-castillo de los Papas en Avignon.
En 1335 el papa Benedicto XII comenzó el grandioso castillo de los Papas de Avignon, palacio y fortaleza al mismo tiempo, que Clemente VI acabó a partir de 1346.
En el siglo XV la transformación más profunda afectó a la decoración con la aparición de los arcos conopiales y los gabletes flameados en las ventanas. Desde mediados del siglo XV hasta comienzos del XVI asistimos a una de las etapas de mayor actividad arquitectónica de Francia, que tiene que rehacer las destrucciones de la Guerra.
- Se terminaron o se embellecieron las catedrales: el crucero inacabado de Sens; la cabecera de la catedral de Beauvais; los campanarios de Chartres y Rouen...
- Los castillos, aunque conservaban formas del pasado como los torreones y las barbacanas, tienden a convertirse en residencias destinadas a la vida placentera.
- Las ciudades se monumentalizan con viviendas de sus familias más ilustres (hôtel). La más bella de estas mansiones conservadas es la que Jacques Coeur se hizo construir en Bourges en 1443. También se crean ayuntamientos, mercados cubiertos y universidades. Destaca el conjunto de la ciudad de Rouen, reconstruido tras la II Guerra Mundial.
- Arquitectura gótica española hasta el siglos XIV.
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