Los templos eran grandes construcciones básicamente de dos tipos según su función: los dedicados al dios o a los dioses protectores de una ciudad y los de carácter funerario que se construían cerca de las tumbas para dar culto a los dioses y al faraón muerto. En ellos podemos aplicar todas las características de la arquitectura egipcia.
HISTORIA DE LOS TEMPLOS EGIPCIOS.
Conocemos la existencia de algunos templos notables en el Imperio Antiguo y Medio, pero no nos han llegado grandes restos arqueológicos de los mismos. Entre los funerarios destacarían el del complejo del faraón Zoser en Saqqarah de la III Dinastía y el de Mentuhotep II en Deir el-Bahari de la XI Dinastía. Entre los urbanos el famoso de Path en Menfis o el de Ra en Abusir.
Para encontrar restos espectaculares de templos y un modelo paradigmático habrá que llegar al Imperio Nuevo y a la ciudad de Tebas. Allí desde la dinastía XVIII se iniciaron las grandes obras de construcción de templos funerarios y de templos para los dioses, con el fin de crear edificios monumentales que testimoniaran el nuevo sistema teológico. Comenzaré la siguiente presentación y el artículo que viene a continuación analizando las partes de un templo egipcio paradigmático, el de Jonsu (en el santuario de Karnak, Tebas). Después estudiaremos las peculiaridades de los santuarios/templos principales de Karnak y Luxor en Tebas y los funerarios de la otra orilla del Nilo.
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Para completar el estudio viajaremos a donde se conservan las ruinas templararias en mejor estado, las del periodo de decadencia, a los santuarios de Dénderah, Edfú y Filé.También visitaremos los templos de Nubia más allá de Asuam, los que la Unesco rescató en los años 60 y 70 de la inundación de la presa.
EL TEMPLO DE JONSU. MODELO DE TEMPLO EGIPCIO.
Estas son las partes más significativas de un templo.
- Se llegaba al edificio por medio de una larga avenida de esfinges o de carneros, que servía como pasillo procesional cuando se sacaba la estatua del dios en los días sagrados.
- El edificio era rodeado por un sólido muro, a veces doble, que tenía como puerta de entrada dos especies de talud-torres que flanqueaba el vano, los pilonos. Se decoraban éstos con relieves alusivos al Dios objeto de culto o al faraón que erigía la obra. Los pilonos poseían también mástiles con banderas y estaban antecedidos por dos obeliscos y tal vez por las estatuas sedentes del faraón.
- Atravesando los pilonos se accedía a un gran patio porticado con columnas o sala hípetra. Se restringía el paso a este espacio a la multitud, pudiendo entrar sólo los grandes dignatarios y sacerdotes.
- De aquí pasaban a la sala hipóstila sólo los sacerdotes y el faraón. Ésta la formaban numerosas columnas decoradas con relieves pintados. La penumbra invadía el recinto, puesto que la luz sólo entraba a través de estrechas celosías de piedra.
- En último término se encontraba el santuario o residencia del dios, donde sólo podía acceder el faraón y los altos sacerdotes que atendían su culto. Este lugar era un conjunto de dependencias donde se guardaba la estatua, la barca sagrada, los objetos de culto y las riquezas del dios.
Santuario del templo de Abu simbel. Ra, Amón , Path y el mismo Ramses II.
En Tebas, la capital del Imperio Nuevo, se levantaron los templos más grandiosos de la civilización egipcia. Los santuarios dedicados a Amón, Karnak y Luxor, se alzaban en la orilla oriental de la ciudad en medio de los barrios residenciales, los edificios administrativos y los palacios reales. En la ribera occidental, conectados por una vía procesional con el río y apoyándose en los acantilados del desierto, se alineaban los templos funerarios de los faraones de la dinastía XVIII a la XX. Sus hipogeos estaban excavados en un valle del desierto por motivos de seguridad.
El Santuario de Amón en Karnak.
La historia de este templo es complicadísima porque aunque fue iniciado por Tutmosis I a comienzos del Imperio Nuevo sufrió continuas ampliaciones y remodelaciones hasta la Baja Época. Sobrecogen sus colosales dimensiones de nada menos 1.400 metros de largo.
El santuario reunificaba diversos cultos en torno al templo principal, consagrado a Amón-Ra, entre ellos el de Jonsu, edificio que nos ha servido para explicar las partes de un templo. Se unía con otros santuarios de la ciudad, el de Mut y el de Amón en Luxor, a través de rectas avenidas de esfinges. Otra calle le comunicaba con un embarcadero en la orilla del NIlo
Había en él célebres obeliscos que despertaron la codicia de todas las civilizaciones y por eso hoy se encuentran en Londres, Nueva York, Roma y Estambul.
Impresionante es la gran sala hipóstila principal con 139 columnas. Las del pasillo central, con capiteles campaniformes, miden 21 metros de altura y 3 de diámetro de fuste. Las que flanquean a las anteriores, de capitel capulliforme, parecen pequeñas a su lado puesto que "sólo" alcanzan los 13 metros de altura.
Poseía también un gran Lago Sagrado para realizar ciertos ritos religiosos.
Reconstrucción de Tebas con los dos santuarios principales de la ciudad unidos por una avenida de esfinges y carneros.
El Santuario de Amón en Luxor.
Más reducido, si lo comparamos con el anterior, es el templo de Luxor aunque sus dimensiones también son impresionantes. Construido a la orilla del Nilo por Amenofis III y Ramsés II. Tenía un estrecho vínculo simbólico con la figura del faraón, cuya generación divina y cuyo nacimiento están representados en una sala. Sus columnas son papiriformes, de capitel campaniforme y capulliforme según los espacios, y alcanzan los 16 metros de altura.
Los templos funerarios de Tebas.
Estaban edificados en la orilla occidental del Nilo, entre el río y el desierto. Están muy mal conservados, incluso el de Amenhotep III ha desaparecido, dejando como testigo únicamente las dos estatuas del faraón que presidían los pilonos y que se conocen popularmente como los Colosos de Memnon. El más interesante por su originalidad es el templo de la reina Hatshepsut en el valle de Deir el-Bahari. Al modelo de este templo se le conoce como semispeo ya que tiene el santuario excavado en la montaña y el resto del edificio se dispone en estructuras de terrazas conectadas entre si por medio de rampas.
El templo de Medinet Habu es el más entero de todos los existentes manteniendo parte de su policromía. Conserva incluso su muralla.
LOS TEMPLOS DEL PERIODO DE DECADENCIA
De la época ptolemaica, entre los siglo IV y III a. C., son los santuarios de Horus en Edfú y de Isis /Hathor en Denderah y en la isla de Filé. El primero presenta como novedad el cierre de los intercolumnios con muros hasta media altura de los fustes. El de Denderah posee unos magníficos capiteles hathóricos. El último era un centro de peregrinación en una isla junto a la primera catarata, que se levantaba en el lugar donde según la leyenda Isis dio a luz a Horus.
LOS TEMPLOS NUBIOS.
La zona al sur de Filé, conocida como Nubia, formaba parte de Egipto desde comienzos del Imperio Nuevo. Allí se levantaron muchos templos en este periodo y en el último milenio. El más importante lo construyó Ramses II en Abu Simbel. Se trata de un templo totalmente excavado en roca o speo. Cuatro estatuas colosales del faraón custodian la pared de la montaña que hace a modo de pilono. Su mujer, Nefertari, también aparece representada junto al faraón en otro speo mas pequeño que hay junto al anterior. Interiormente se distribuyen del mismo modo que los grandes templos.
Abu Simbel. Templos/speos de Ramsés II y su esposa Nefertari.
La zona al sur de Filé, conocida como Nubia, formaba parte de Egipto desde comienzos del Imperio Nuevo. Allí se levantaron muchos templos en este periodo y en el último milenio. El más importante lo construyó Ramses II en Abu Simbel. Se trata de un templo totalmente excavado en roca o speo. Cuatro estatuas colosales del faraón custodian la pared de la montaña que hace a modo de pilono. Su mujer, Nefertari, también aparece representada junto al faraón en otro speo mas pequeño que hay junto al anterior. Interiormente se distribuyen del mismo modo que los grandes templos.
Abu Simbel. Templos/speos de Ramsés II y su esposa Nefertari.
Como iban a ser engullidos por las aguas del embalse que se construía en Asuam desde los años 60, la UNESCO realizó unas costosas campañas arqueológicas para salvar éstos y otros templos de la zona. En la presentación podéis ver por curiosidad cómo se hizo el traslado de estos templos hasta una ubicación artificial por encima del nivel de inundación. Algunos de los templos salvados se pueden ver hoy en lugares tan lejanos de Egipto como Madrid (Debod) o Nueva York (Dendur).
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