viernes, 3 de octubre de 2014

EL SÍNDROME DE STENDHAL. SOBREDOSIS DE TURISMO ARTÍSTICO.

Stendhal es el seudónimo del escritor francés Henri Beyle (1783-1842) que se hizo llamar así en memoria del lugar de nacimiento de su admirado J.J. Winckelman, el teórico y crítico de arte que patrocinó el neoclasicismo. Con ese sobrenombre alcanzó las más altas cotas de la literatura universal en la primera mitad del siglo XIX.
Fue un apasionado por el arte y después de la caída de Napoleón Bonaparte tuvo que buscar asilo en Milán. En 1817 emprendió un viaje por toda Italia que luego publicó como novela a la manera de diario de viaje Roma, Nápoles y Florencia.

Apenas cruzó los Apeninos se sintió embargado de inmediato por la emoción de pensar en el placer estético que le esperaba. Todo él  era presa de un gran desasosiego interior al pensar que vería las obras de Miguel Ángel y Leonardo o pasearía por los lugares en donde vivió Dante. Su ansiedad llegó a tal extremo en Florencia que en varios momentos llegó a entrar en un estado de conmoción extrema, casi de éxtasis, al contemplar las obras de arte. En el curso de algunas de estas "crisis nerviosas" llegó incluso a temer por su vida. La más conocida es la que le sobrevino dentro de la iglesia de la Santa Croce.

¿Alucinaciones? ¿Mareos? ¿Síndrome de Stendhal?...

El cuadro clínico del escritor francés no es un caso aislado. El pintor Anselm Feuerbach experimentó síntomas parecidos en 1856.  Durante su visita a los Uffizi y al Palacio Pitti no fue capaz de reprimir las lágrimas y llegó a implorar la ayuda divina para que le hiciera soportar su padecimiento como un hombre. Otro gran escritor alemán, Rainer María Rilke, sintió que se le hacía difícil respirar ante semejante belleza cuando visitaba Florencia en 1898. También sufrió mareos y se sintió angustiado hasta el punto de que "creyó sumergirse en el magno oleaje de un extraño poderío".

El frenesí turístico de querer verlo todo en un día también pasa factura a los turistas de hoy en día.

Este tipo de reacciones no sólo han afectado a los artistas o personas extremadamente sensibles del siglo XIX. En la actualidad siguen ingresando turistas con síntomas parecidos en el psiquiátrico de Santa María Nuova de Florencia. La psiquiatra sicoanalista Graziella Magherini, que fue responsable de este Hospital diagnosticó hasta 107 casos de personas desde 1978 a 1986. En 1989 escribió un libro al que titulo precisamente El Síndrome de Stendhal, describiendo este estado transitorio provocado por una sobredosis de arte.

La causa de este fenómeno es el desmesurado placer estético que produce contemplar en un espacio reducido tantas hermosas obras de arte. La suma de de tanta belleza provoca la pérdida de control en ciertas personas y los sume en un estado de desorientación. Algunos tienen que ser ingresados para superar graves, aunque transitorios,  ataques de euforia, depresión o crisis de pánico. En casos extremos se han producido también alucinaciones. Los pacientes más habituales son los solteros de mediana edad que  viajan solos. Curiosamente el síndrome no ha afectado nunca a un italiano ni a un japonés.

Por último, si queréis deleitaros con algunas imágenes de Florencia y un texto inspirado en el tema del artículo, pinchad en el vídeo de abajo.

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