Os presento un artículo realizado por un compañero del departamento en el que nos explica la importancia que tiene para el arte islámico la epigrafía, como valor religioso en sí y como elemento decorativo y simbólico. Además nos aporta a través de las imágenes los distintos soportes en los que podemos ver representada este tipo de decoración islámica.
LA CALIGRAFÍA EN EL ARTE ISLÁMICO
La abundancia de elementos epigráficos es una de las manifestaciones más originales del Arte Islámico. El desarrollo de la caligrafía reside en dos razones históricas determinantes que hay que tener en cuenta.
- La primera de ellas se encuentra en el mismo origen del Islam, que es la revelación de un libro sagrado, el Corán, que significa recitación. El Corán es el libro por excelencia, que se aprende, se memoriza, se estudia en las madrasas o escuelas casi a la vez que se enseña a leer y escribir. La versión canónica (oficial) del Corán quedó establecida en el primer siglo del Islam (hacia finales del siglo VII) bajo el tercer califato, de Utman. Desde entonces, las copias del texto se multiplicaron, como no lo ha hecho ningún otro texto tan tardío. La reproducción de copias de un texto con valor tan sagrado supuso el desarrollo de la caligrafía como arte y como ciencia específica. Hay que tener en cuenta que la introducción del papel desde China en el mundo islámico también fue muy temprana y que, aunque las copias más valiosas siempre fueron en pergamino, el uso del papel también contribuyó a la generalización de la escritura, convertida en el principal vehículo de la enseñanza religiosa.
Corán Magrebí del siglo XIV con una caligrafía muy elaborada que incluye indicaciones ortográficas para una recitación perfecta.
- La segunda razón histórica del desarrollo del arte caligráfico es también religiosa. Se trata de la prohibición expresa de la representación de imágenes (escultura y pintura) que el Islam comparte con la tradición bíblica (ver Génesis y Deuteronomio). En este sentido la excepción fue el cristianismo, que por contacto con la cultura clásica greco-latina adoptó pronto la imaginería religiosa (iconodulia), aunque ello no dejó de provocar ciertos conflictos de distinta intensidad por parte de movimientos iconoclastas cristianos en reacción a esas prácticas. En consecuencia, la exclusión de las imágenes en el arte islámico será un factor decisivo para el desarrollo de la caligrafía como sustituto decorativo de la figuración en los lugares sagrados. Esto se convertirá además en uno de los elementos más originales y característicos del arte islámico. En lugar de representar a Dios o al profeta, o cualquier otro motivo figurativo relacionado con la religión, el arte islámico los sustituye por la representación caligráfica de sus nombres, o por frases extraídas del Corán.
Libro "De la utilidad de los animales", de Ibn al-Durayhim al-Mawsili. Folios 79v-80r del ms. árabe 898, copia del tiempo del autor (1354). Conservado en la Biblioteca de El Escorial de Madrid. Utiliza un tipo de letra magrebí de uso común, además incluye la ilustración con imágenes por tratarse de un texto científico.
Funciones de la epigrafía islámica.
Las inscripciones de textos juegan tres funciones esenciales dentro de las diferentes manifestaciones artísticas de la civilización islámica: la decorativa, la didáctica y la simbólica.
1. El aspecto decorativo tiene diferentes facetas, desde la puramente caligráfica que trata de adaptar los tipos de letra a las estructuras o formas arquitectónicas, como es el caso de la letra cúfica de líneas geométricas, o de grafías implantadas en capiteles, pechinas, cúpulas…; o rasgos caligráficos que definen diversidades regionales: modelos magrebíes, persas u otomanos. El uso de materiales blandos en la construcción como el estuco y areniscas o de revestimientos como el mosaico, va a facilitar grafías muy complejas que decoran principalmente los interiores arquitectónicos con profusión de arabescos.
Inscripciones coránicas en letra cúfica hechas con ladrillos, junto con decoración romboidal (sebka) y arcos ciegos de la portada de la mezquita del Cristo de la Luz (Bab al Mardum) en Toledo, siglo X.
Lema o divisa de la dinastía nazarí. Este tema se repite constantemente en la decoración de los muros estucados, mosaicos o maderas del palacio de la Alhambra de Granada: “No hay vencedor sino Dios”.
Portada del mihrab de la mezquita de Córdoba, siglo X. Se han utilizado mosaicos para trazar atauriques en las dovelas y decoración caligráfica con letra cúfica en el friso y en el alfiz.
2. El aspecto didáctico nos parece hoy menos relevante y se tiene menos en cuenta pero es en realidad el origen del arte caligráfico como hemos dicho. En contraste con la imaginería religiosa cristiana, dirigida a una sociedad más analfabeta, la escritura jugó un papel fundamental en la formación religiosa de personas que sabían ya leer y escribir. Las referencias epigráficas son en su mayor parte coránicas, aunque a veces son simples fórmulas de carácter talismánico. Es muy frecuente, en caso de palacios, el uso de poesía amorosa.
Las monedas islámicas, dinares o dirhemes son otro soporte para la epigrafía. En esta imagen vemos dirhemes de plata de los califas andalusíes Abderramán III y Alhaken II, siglo X, procedentes del tesoro de Canalejuela (Albacete). Estos objetos difunden muchos datos sobre los reinados y los califas pero sin difundir ninguna imagen de los monarcas que las acuñaron. También contiene inscripciones de fórmulas religiosas.
3. Por último, hay que señalar el aspecto simbólico que en algunos casos es lo más significativo, como es el uso de fórmulas de protección que combinan el valor numérico de las letras con las formas geométricas y con el contenido sintético de las palabras. El aspecto simbólico va unido a veces con el valor ritual o la función específica del lugar en el que se encuentra, mihrab, mausoleos, puertas, minaretes, etc.
Talismán de protección en letra cúfica, muy utilizado en muros, puertas o sellos a veces con distintas formas geométricas hexagonales u octogonales. Inscripción en piedra sobre la fuente de la mezquita del Sultan Ayyubid Suleiman en Hasankeyf, Turquía. Siglo XV.
Las posibilidades decorativas de la caligrafía árabe combinadas con lo simbólico se ponen de manifiesto en los caligramas, a modo de poemas visuales, ya que se dibuja algo a través de las palabras que lo describen.
Muy conocida es esta embarcación representada con versículos coránicos alusivos a la salvación, donde las letras representan los distintos elementos de la barca como el símbolo de la misma.
La escritura y el mensaje simbólico político-religioso también está presente en muchas mezquitas sunitas de Turquía. El remate de la cúpula hace referencia a los atributos divinos y en cada una de las cuatro pechinas dentro de un círculo están inscritos los nombre de los cuatro primeros califas (el llamado califato perfecto) del Islam. Estos motivos son frecuentes en muchas mezquitas otomanas para simbolizar el papel intermediario del califa, entre el cielo y la tierra.
Cúpula de la mezquita azul de Estambul, 1609-1616. Azulejo.
Hola! me podría proporcionar su bibliografía
ResponderEliminarLo siento, Oscar. Este artículo no pretende ser un artículo académico donde basarse en bibliografía, sino de divulgación didáctica y de interpretación personal.
ResponderEliminar