viernes, 5 de junio de 2015

EL APRENDIZAJE DE LOS ALUMNOS BASADO EN PROYECTOS. UNA PROPUESTA PRÁCTICA APLICADA A LAS ASIGNATURAS DE HISTORIA, ARTE Y CULTURA CLÁSICA.

Dando vueltas a qué significa la nueva propuesta de la LOMCE de trabajar con los alumnos en proyectos de investigación, me he topado con esta presentación editada por el British Museum, que puede ser un ejemplo muy didáctico sobre el que partir para  nuestras asignaturas de Historia, Historia del Arte, Cultura Clásica, etc.



Sobre el aprendizaje basado en proyectos (ABP).

De acuerdo con la definición que proponen los manuales sobre el aprendizaje basado en proyectos (ABP), éste es un conjunto de tareas de aprendizaje que implican al alumno en el diseño y planificación de su propio aprendizaje, en la toma de decisiones y en los procesos de investigación, dándoles la oportunidad para trabajar de manera relativamente autónoma durante la mayor parte del tiempo, que culmina en la realización de un producto final presentado ante los demás.

Como tal definición resulta teórica y liosa, digámoslo en negativo, el ABP no es:
  1. Un proyecto en los que los estudiantes aprenden cosas que no están en el currículo, lo que llamaríamos proyectos de enriquecimiento o de ampliación, independientemente de lo atractivos o motivadores que resulten para los alumnos. 
  2. Tampoco se trata de unas tareas que se hacen al final de la unidad para permitir a los alumnos pasar un buen rato. 
  3. Ni un conjunto de actividades atadas todas juntas bajo un tema o concepto.

El ABP es un conjunto de experiencias de aprendizaje, en torno a la resolución de un problema. Es el método a través del cual los alumnos pueden aprender los contenidos de una manera diferente a la instrucción tradicional, lo que implica tareas que sean un reto intelectual, basadas en la investigación, la lectura, la escritura, el debate, la utilización de las TIC, el uso de internet y las presentaciones orales ante sus propios compañeros. Pueden ser proyectos individuales, pero en la ley se apuesta sobre todo por los colectivos.

La labor de los docentes será la de propiciar el acceso a la información (proponer el momento y la materia sobre la que aprender) y la de guiar el proceso de aprendizaje (reforzando los esfuerzos grupales e individuales, diagnosticando problemas, dando pistas, ofreciendo soluciones y evaluando los resultados). El rol del profesor es más el de mediador o guía, y su labor debe centrarse en encaminar al estudiante para que encuentre la mejor solución al reto.




Los estudiantes deben ser los protagonistas de su propio aprendizaje e involucrarse en el proceso de investigación, lo que implicará: la toma de decisiones autónomas sobre qué voy a investigar y cómo lo voy a planificar; la indagación de información sobre el tema; la construcción de nuevos conocimientos; y la presentación de los mismos ante sus compañeros. Los alumnos deben saber que son responsables de su propio aprendizaje, puesto que contarán con sesiones en el aula, pero también de tiempo de trabajo sin supervisión en su casa. En ese camino de aprendizaje el alumno encontrará dificultades lógicas como generar preguntas científicas significativas, manejar el tiempo, transformar información en conocimiento y desarrollar argumentos para apoyar sus tesis... Es entonces cuando el alumno más adelantado aprenderá por sí mismo al superar estos problemas y el que se encuentre frente a un muro insalvable recurrirá a la ayuda del profesor que le orientará sobre cómo proseguir.


Al aplicar el ABP, los profesores se encontrarán también con dificultades que hay que tener en cuenta antes de ponerlo en marcha. Los problemas más habituales son:

  1. que los proyectos suelen tomar más tiempo de lo que habitualmente se programa, por lo que debemos plantear retos asequibles. 
  2. que el orden en las clases no es tan controlable, por lo que el profesor deberá encontrar el  equilibrio entre permitir a los alumnos trabajar por su cuenta y mantener cierto orden. 
  3. que el apoyo al aprendizaje que ofrezca el profesor también sea equilibrado, que no se le de ni demasiada ni muy poca libertad a los alumnos.
  4. que el profesor conozca las herramientas TIC, tanto la de generación de materiales, como lo más básico que puede ser proyectar en un aula.
  5. que el profesor prevea unos criterios objetivos de evaluación de los proyectos en los que se tenga en cuenta la adquisición de habilidades y destrezas y no sólo la memorización de contenidos. 

La propuesta práctica en Historia.

Si habéis abierto la presentación (que también se puede descargar en Slideshare), habréis visto que se trata de ir desvelando una historia a través de una imagen artística, que poco a poco va apareciendo, en este caso de una pintura de una vasija griega. Lo que ha hecho el equipo educativo del museo bien lo puede hacer cualquier alumno con la herramienta de power point u otra similar.



En este caso, dejándola tal y como está, podría ser aplicada a la asignatura de Historia de 1º de la ESO (español, si  se traduce, o bilingüe, si se deja tal como está) o a la asignatura de Cultura Clásica, que también me ha tocado dar alguna vez. Subiendo el nivel de dificultad y de exigencia en los contendidos a investigar puede ser aplicable a la asignatura de Historia del Arte o cambiando la imagen por otro cuadro o fotografía adecuada a cada curso se puede hacer lo mismo en cualquier otro curso de Historia.

Objetivos y realización. El reto general para toda la clase podría ser, por ejemplo, que los alumnos indaguen en la sociedad, religión y vida cotidiana de los griegos a través de las representaciones pintadas en sus vasijas. El profesor orientaría a cada grupo sobre una temática más concreta (un mito, el panteón de dioses, los oficios, la vida de la mujer, los deportes, la guerra, los ritos religiosos...Temas habituales de las vasijas griegas con las que reconstruir la vida cotidiana de esta sociedad).

En este caso, la imagen narra sobre un ánfora griega una escena en el que un hoplita ateniense, armado para ir a la guerra, se despide  de su familia. Pintura de figuras rojas sobre fondo negro del 440 al 430 a. C. British Museum. Diapositiva explicativa número 7.


Pero, además, otro objetivo de este tipo de trabajo es que los alumnos aprendan a analizar en cada parte una escena y a interpretarla en el conjunto, una actividad que no es tan obvia para los estudiantes. Por eso entre las diapositivas 2 a 6 se va, en forma de juego, preguntando sobre personajes u acciones que aparecen individualizados para ir revelando poco a poco el tema de la pintura. El alumno que realizó el trabajo finalmente tendría que contarnos los aspectos fundamentales que demuestren conocimiento sobre lo representado (diapositiva 7 y exposición aclarativa sobre personajes y acciones).

Y, en tercer lugar, se pretende que una vez comprendida la escena se compare con otras similares de esta civilización como vemos en las diapositivas 8 a 11 o que se indague sobre cuestiones tangenciales a las imágenes como, por ejemplo, en este caso puede ser la guerra en Grecia, el ejército en Atenas o en Esparta, su forma de combatir, su composición y su equipamiento. O también podría ser sobre las diferencias artísticas entre las vasijas de figuras negras y de figuras rojas, al exponer otra imagen parecida como la que vemos abajo, en donde los colores de los fondos y de las figuras se cambian, además de tener detalles artísticos distintos. O se puede explicar la finalidad que tenían estas vasijas que se han encontrado siempre ligadas a las tumbas...



Presentación y evaluación. Si cada alumno o grupo de alumnos de un curso se enfrenta a uno de estos retos y se plantean de forma de misterio o de imagen oculta como aquí, se puede dedicar una sesión para exponer en común las presentaciones. Al  proyectar las presentaciones y plantear en las diapositivas iniciales una pregunta que exige una contestación, los alumnos que no han hecho el trabajo que en ese momento se expone no estarían pasivos ante la exposición sino que anotarían en su cuaderno o en una hoja las contestaciones a las preguntas que se plantean. Estas contestaciones permitirían al profesor evaluar el trabajo y conocimiento alcanzado por todos sobre la sociedad griega. Para hacerlo más divertido, se puede plantear un concurso por grupos donde cada grupo debe ir contestando y ganando puntos por respuestas acertadas.

El profesor además evaluaría el trabajo realizado por cada alumno o grupo de alumnos en relación con el uso de los medios informáticos, la exposición en la puesta en común, la búsqueda de información en cada una de las presentaciones, las relaciones e interpretaciones halladas...


Espero que estas reflexiones personales que he hecho para aclarar mi propio caos os sirvan de ayuda. Estoy abierto a sugerencias o aportaciones que se os ocurran sobre el tema. Espero vuestros comentarios.

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