FICHA TÉCNICA.
- Autor. Tiziano Vecelllio, (1488-1576)
- Título. La Bacanal de los andrios.
- Dimensiones y soporte. Óleo sobre lienzo. 1,75 x 1,93 mts.
- Fecha y estilo. Hacia 1523-1526. Cinquecento y primer manierismo
- Mecenas que lo encarga. Pintado para Alfonso I D´Este para el llamado “Camerino o studio de alabastro” de su palacio en Ferrara.
- Localización actual e historia del cuadro: Museo del Prado. Perteneció a la colección de Felipe IV desde 1637, en que lo recibió junto con La ofrenda a la diosa Venus del mismo autor (1518) como regalo del cardenal Niccolo Ludovisi.
COMENTARIO DE LA OBRA.
Este óleo sobre lienzo es un buen ejemplo de pintura renacentista de la etapa del Cinquecento con reflejos manieristas y del estilo de pintura veneciana del siglo XVI, en concreto del pintor Tiziano Vecellio.
La temática mitológica y el mecenazgo de la aristocracia italiana.
Representa una escena mitológica, lo que ya era frecuente para muchos pintores desde la segunda mitad del siglo XV. La mitología era uno de los temas preferidos por la aristocracia para decorar sus palacios, en concreto éste lo encargó Alfonso D´Este para su estudio o lugar de lectura y recreo. La Bacanal es la fiesta en honor al dios Dionisos/Baco, que contemporalizada en el siglo XVI constituye un canto a los placeres de la vida. Tal obra escandalizaría a la Iglesia Católica, pero no a una clase aristocrática ilustrada, amante de las fiestas y encantada de recuperar los temas de la Antigüedad Clásica. Además de los temas festivo y mitológico hay un deseo explícito de mostrar la belleza del desnudo femenino en actitud erótica.
La escena está inspirada en el texto de Filóstrato de cuadros famosos de la Antigüedad (Imagines I, 25), un escritor griego del siglo III d. C. Representa a Ariadna en el momento en el que al despertar descubre que ha sido abandonada en la isla de Naxos por Teseo, que se aleja en un velero. La ninfa no tendrá tiempo de reaccionar puesto que se ve sorprendida por la llegada de los habitantes de Andros, que forman el cortejo de Dionisio, que beben y bailan junto a ella. Esta escena precede a la del enamoramiento de Dionisio, reflejado en otro cuadro del mismo pintor, Baco y Ariadna que se conserva en la National Gallery de Londres. Estos dos junto con La ofrenda a Venus, del mismo Tiziano en el Museo del Prado y La fiesta de los dioses de G. Bellini, de la National Gallery de Washington decoraban el Studio de Alfonso I D´Este en Ferrara.
Si quieres ver estos cuadros con detenimiento pausa la presentación de Slide.
Los bacantes son los verdaderos protagonistas del cuadro. En el centro dos muchachas con vestidos contemporáneos se embriagan después de haber acompañado con sus flautas una melodía cuyo texto aparece en una nota en el suelo: "Quien bebe y no vuelve a beber, no sabe lo que es beber". Un torbellino de faunos revolotean sirviendo y bebiendo. Otro grupo baila, la mujer de en medio muestra sensualmente una pierna desnuda como una ménade de Skopas. La exaltación del vino se muestra en una jarra de cristal llena de este elemento que se recorta contra el cielo blanquecino. El resultado de todo este desenfreno lo podemos ver en el sileno derrumbado por la bebida del fondo.
Otra interpretación temática a través de la audioguía del Museo del Prado. Utiliza la presentación que he puesto debajo puesto que podrás ver ampliados muchos de los detalles a los que se refiere la locución y los detalles artísticos del capítulo siguiente.
Influencias artísticas.
El cuadro es una buena muestra de las influencias pictóricas de un Tiziano maduro y manierista:
- En primer lugar hay que ponerle en relación con su maestro Giorgione. El conjunto festivo recuerda otro cuadro que se atribuye indistintamente a Giorgione o a Tiziano, el Concierto Campestre del museo del Louvre. La música, el desnudo sensual y el paisaje rural son los elementos de unión. Aún más evidente es el recuerdo de La Venus dormida de Giorgione en la postura y el desnudo de Ariadna, aunque el desnudo de Tiziano resulta más erótico.
- El protagonismo que tiene el paisaje e incluso el mostrar una naturaleza inquietante, en absoluto serena, también puede provenir de la influencia de Giorgione. Vemos que el viento agita las ramas, que las nubes crecen amenazantes desde el fondo o que el suelo en vez de ser llano se convierte en una cuesta. Todo ello acentúa el frenesí y forman parte de la composición desequilibrante y del juego de luces del cuadro.
- El protagonismo de los cuerpos desnudos y, sobre todo, los escorzos y el movimiento de la escena denotan la influencia de Miguel Ángel. Los tonos pastel -naranja, azul y rosa- de los danzantes también es otro recurso miguelangelesco y manierista.
Rasgos característicos de la mano de Tiziano.
- El pintor se muestra como un maestro de las calidades de los objetos. Los árboles, los ropajes, las redomas de vidrio, loza o metal le interesan con el mismo detalle que los cuerpos. Sus texturas son plásticas y precisas.
- La tradición veneciana del color es enriquecida por Tiziano con sus tonos cálidos, brillantes e intensos, a menudo animados por una luz resplandeciente.
- La composición que parece caótica en realidad marca el ritmo de la música y le acerca al barroco creando líneas paralelas que huyen hacia el la do derecho de la escena. Danza, música, vino, erotismo y paisaje desafían nuestros sentidos en una composición en la que la armonía de la luz coloreada constituye el elemento integrador del conjunto.
El conjunto de la obra de Tiziano.
El pintor es uno de los artistas que más influencia ha ejercido en la historia de la pintura. De su taller salieron una pléyade de pintores manieristas venecianos entre los que destacaremos a Tintoretto, a El Veronés y a los hermanos Bassano entre otros. Más allá de Italia dejó honda huella en la obra de pintores flamencos como Rúbens (del que se conserva una copia de La Bacanal en el Nationalmuseum de Estocolmo) o en pintores españoles como Velázquez.
La Bacanal según Rubens. Copia de la de Tiziano, pero nótese el estilo inconfundible de Rubens en el modelo humano más carnoso y en cómo retuerce los troncos de los árboles o exagera aún más los escorzos. Por cierto, Rubens se muestra también más pudoroso.
Su dilatada vida, cerca de noventa años, y su dedicación le convirtieron en uno de los pintores más prolíficos y dominador de muchos géneros. En el Museo del Prado tenemos una magnífica colección: practicó con excelencia el desnudo bello y la mitología (Dánae y la lluvia de Oro, Venus y Adonis, Venus recreándose con la música..), pero también el tema religioso (Adán y Eva, El Santo Entierro...)y, sobre todo, el retrato donde procura darnos una visión idealizada del retratado (El emperador Carlos V en Mühlberg, retrato de Federico II Gonzaga, Autorretrato...).
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