domingo, 9 de julio de 2017

EL TORO Y LA NIÑA. EL ARTE COMO DESAFÍO Y SÍMBOLO EN LAS CALLES DE WALL STREET. LA POLÉMICA.

El 8 de marzo de este año 2017, coincidiendo con el día internacional de la mujer, apareció como por encanto la figura frágil, pero gallarda, de una niña de bronce en las calles de Nueva York.


Nadie lo esperaba. La instalación se realizó durante la noche y tenía un permiso temporal del ayuntamiento para ocupar el espacio de la plaza de Bowling Green inicialmente de una semana. La obra había sido encargada por una de las principales empresas de inversiones financieras que trabajan en Wall Street, State Street Global Advisors, como una manera de reivindicar que se incluyan a más mujeres en los consejos de administración.


Inmediatamente, como vemos por las fotos que acompañan este artículo, se convirtió en una imagen viral por todos los que visitaban Nueva York. Sobre todo las mujeres posaban junto a la estatua y la subían a las redes sociales, ansiando parecerse a esta desafiante niña. El permiso temporal se prorrogó primero un mes y el 2 de abril, cuando se agotaba  el segundo plazo, recibió un permiso para estar en la calle al menos un año más.


La autora. La escultura, titulada "la niña sin miedo"(Fearless Girl), es obra de la escultora uruguayo-estadounidense Kristen Visbal. Esta escultora, especialista en trabajar el bronce por medio de la antigua técnica de la cera perdida, era conocida por sus figuras de animales y de atletas, pero no se había hecho tan famosa por sus obras anteriores hasta que esta niña le ha puesto en primera línea. Todo el mundo ha querido saber de ella y de su vida. Incluso en España, se ha recordado en las entrevistas que su apellido Visbal es porque sus abuelos eran gerundenses.

Kristen Visbal frente a su niña.


La polémica. El éxito inicial entre la gente se ha reavivado con una nueva oleada de presencia en los medios desde que ha surgido la polémica entre grupos feministas y, sobre todo, con otro escultor, Arturo di Modica.

¿Dónde radica la polémica? Las feministas critican que la iniciativa de patrocinar esta obra ha radicado en una empresa de Wall Street. No ven clara la intención de la compañía. Argumentan que la estatua se ha erigido más por una campaña de marketing de la compañía, que de la reivindicación de que la mujer debe tomar el protagonismo en el mundo bursátil y de la empresa. No voy a entrar en esta polémica.

Me interesa más  la segunda controversia. La denuncia que ha hecho de la obra el escultor Arturo di Modica.

Arturo di Modica con su toro.



¿Quién es Arturo di Modica? Arturo di Modica es un escultor italoamericano que se hizo muy famoso por la que hasta ahora era la segunda estatua más popular en Nueva York,  Charging Bull o, más conocida, el Toro de Wall Street. Creo que no hace falta decir que el otro icono escultórico que ocupa el primer lugar en el ranking es la decimonónica y gigante Estatua de la Libertad en la que participó Eiffel.


Di Modica colocó la estatua de bronce de su toro el 15 de diciembre de 1989, con nocturnidad y con ayuda de una grúa (pesa 3200 kgs), en medio de Broad Street frente a la Bolsa de Nueva York. Ese día, cientos de espectadores se sorprendieron y se detuvieron para admirarla y analizarla, mientras Di Modica distribuía un folleto sobre su obra de arte. Por supuesto, no tenía permiso del ayuntamiento de Nueva York, ni de la Bolsa, que consideraron su acto como vandálico. La acción del escultor fue un acto ilegal, con una clara intención de saltarse las leyes y de protestar contra el sistema financiero. El significado que daba a su obra es que el toro simbolizaba al pueblo americano, fuerte y poderosos, que plantaba cara y arremetía contra los abusos de las firmas bursátiles (recordemos que 1987 se había producido uno de los peores desplomes de la Bolsa de Nueva York). El escultor se defendía diciendo que lo suyo era un acto reivindicativo de "guerrilla artística" y que era un regalo de Navidad que hacía a los neoyorquinos. Ese mismo día la escultura fue retirada.


A los pocos días, la presión de los ciudadanos y de la opinión pública obligó a rectificar al ayuntamiento que rescató la estatua del depósito municipal y la volvió a colocar, no frente a la Bolsa sino en su emplazamiento actual en Bowling Green, dos manzanas más allá de donde fue puesta el día 15. A partir de entonces todos cambiaron su versión. Al Ayuntamiento ya le parecía una obra de arte. La Bolsa de Nueva York adoptó al toro como su mascota....Y Di Modica cambio el significado de la obra puesto que el un toro ya no era una obra crítica sino el símbolo de todo lo positivo que había en el mundo: la prosperidad y la capacidad de reponerse del pueblo norteamericano y "la libertad, la paz, la fuerza, el poder y el amor".

La estatua del toro también se instaló con un permiso temporal de un año, pero, lo cierto, es que ningún alcalde ha querido enfrentarse a la impopularidad que supondría retirarla, porque como ya hemos dicho es una de las principales atracciones fotográficas de Manhattan. Y tal vez sea también la más manoseada puesto que se ha hecho costumbre tocar su belfo, sus cuernos y su escroto como forma de obtener buena suerte.


Pero, la obra ni siquiera es de la ciudad. Sigue perteneciendo a Di Modica, que en 2004 anunció que estaba a la venta, con la condición de que el comprador no la moviese de su localización actual. Actualmente, el escultor sigue siendo propietario de los derechos de autor de la estatua y ha demandó a los almacenes Walmart y a otras compañías, como la editorial Random House, por vender réplicas del toro o usar su imagen en campañas publicitarias.

Colgante de diamantes y oro blanco de Walmart.



El escultor gastó unos 360.000 dólares para crear, moldear e instalar la escultura, pero la ha sabido rentabilizar al máximo. Su aparente acto de generosidad, no es tal.  En los años que han pasado desde 1989 probablemente ha recuperado varias veces el gasto de fundir el toro. No sólo por los derechos de imagen, sino por las réplicas que ha vendido para ciudades de todo el mundo (Shanghai en 2010, Amsterdam en 2012, Abu Dhabi en 2013, Stamford en 2015 y  Dubai en 2016) y por la venta de pequeñas versiones a coleccionistas particulares. Y, por su puesto, le ha dado una popularidad que de otra parte no tendría.

La versión del toro en Sanghai.



La querella entre la Niña y el Toro. Arturo di Modica, ha emprendido medidas legales para que se retire la estatua de la "niña sin miedo". ¿Lo logrará? Sus abogados argumentan que "Fearless Girl" ha subvertido el significado del toro, porque con la escultura de la niña desafiante enfrente ya no se puede interpretar su obra como un mensaje positivo y optimista, sino como una fuerza negativa y una amenaza.


La querella y la polémica suscitada por Di Modica me parecen hipócritas. ¿Por qué no quiere a la niña frente a su toro? Porque, evidentemente, le ha hecho perder protagonismo y le ha arrebatado la popularidad de gran parte de los que se fotografían en la plaza. Di Modica lo que hace es negar a otro lo que él mismo hizo. El se apoderó sin permiso de una plaza y de la imagen de la Bolsa y ahora se niega a compartir  con la niña su privilegiado espacio y el ser símbolo de Nueva York.

No obstante, hay otras personas que no piensan lo que yo, como el escultor Alex Gardega, que instaló junto a la de la niña su propia estatua, llamada "Pissing Pug", durante tres horas. Una estatua de un perro pequeño orinando sobre su pierna. Una estatua para ridiculizarla, igual que degrada la niña al toro.


Si tenéis curiosidad de saber quién gana en estos momentos entre los visitantes de Nueva York, podéis pinchar sobre este enlace que os llevará a una webcam que enfoca 24 horas en directo sobre esta esquina de Nueva York.

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