La pintura holandesa de paisaje del siglo XVII constituye uno de los capítulos más brillantes y originales de la historia de la pintura barroca.
Tradicionalmente se ha visto en ella una voluntad de realismo; este punto de vista se ha expresado por ejemplo diciendo que por medio de sus paisajes los pintores holandeses hacían un fiel y apasionado retrato de su país. Desde los pintores flamencos del siglo XV, especialmente desde Van Eyck, encontramos en esta tierra la devoción por registrar de forma realista lo que les rodeaba. Aunque el paisaje apareció en Flandes propiamente como género durante el siglo XVI con pintores como Joaquín Patinir y Peter Brueghel el Viejo, no será hasta el siglo XVII en Holanda donde alcance la categoría de representación real de una nación, de una tierra y de sus gentes.
Pieter Brueghel. La cosecha, 1565.
Es irónico que un pueblo que vive en un pequeño lugar tan acuoso, llano y gris haya conseguido un registro tan variado y bello de su medio. Ello es explicable conociendo el contexto histórico. El pintor holandés demuestra el orgullo por su patria, que ha conseguido la gesta de afirmarse como nación en este siglo frente a enemigos tan poderosos; y también siente orgullo por vencer en la batalla diaria de arrebatarle tierra al mar con sus polders o por poseer un alto nivel de vida, alcanzado gracias a su trabajo y a los negocios lucrativos del comercio internacional. Sólo desde el orgullo, por tanto, es capaz de entenderse cómo supieron mostrar al mundo a través de sus cuadros la belleza de sus vastas llanuras y cielos cubiertos, el trazado regular de sus canales y ríos llenos de meandros, sus polders y diques, sus playas, sus ciudades y pueblos y, por supuesto, sus espectaculares mares tempestuosos.
Jacob Ruisdael. Vista de Harleem, 1668
La visión holandesa del paisaje no es tan fiel como en principio se puede pensar, sino que selecciona y reforma la naturaleza y el medio humano para representarlos de modo ejemplar y mejorado. El pintor salía a pasear por el campo, tomaba apuntes de esa realidad y a la vuelta, en su estudio, componía una imagen manipulada mezcla de lo visto y de las licencias artísticas que le permitían crear algo armónico. Por otro lado, a menudo, en esta pintura hay mensajes codificados de contenido proverbial o religioso y una idea bucólica de "urbanitas", que contempla el medio rural como lugar ideal para la reparación mental.
Hobbema. Avenida de Milderhamis, 1689.
El gran desarrollo alcanzado por la producción paisajística también fue consecuencia del crecimiento de una clase burguesa que demandaba este tipo de género para decorar sus viviendas. Muchos de los cuadros intimistas de Vermeer de Delf o de Gabriel Metsu nos muestran deliciosos momentos de la vida cotidiana enmarcados en habitaciones que se decoran con este tipo de temática, para solaz de sus dueños.
Vermeer de Del. Detalle de Carta de amor, 1667. En la pared cuelgan un paisaje con camino y paseante y una marina.
La pintura de paisajes fue tan popular que generó una competencia entre los pintores que obligó a casi todos a terminar especializándose en algún aspecto para ser conocidos. Había que buscar el éxito en parcelas concretas: Hendrick Avercamp pintó casi exclusivamente escenas de invierno; Aert van der Neer añadió los temas nocturnos y crepusculares a su especialidad de paisajes de invierno; Willen van der Velde retrató la mar y la navegación; Jan Van Goyen y Salomon Ruysdael los estuarios y los caminos y las granjas entre las dunas; hubo pintores, como Paulus Bril o Cornelius van Poelenburch, que seducidos por el paisajismo italiano de los Carracci o de los pintores franceses como Poussin y Lorena, pintaron a corteses pastores en escenarios de campiñas con ruinas clásicas; Rembrandt prefirió pintar tenebrosos paisajes imaginarios de efectos lumínicos expresionistas; Paulus Potter fue ante todo un pintor de animales pastando en paisajes muy bellos; Vermeer de Delf hizo su incursión en el paisaje urbano con las vistas de su propia ciudad; Meindert Hobbema creó agradables caminos entre hileras de árboles por los que paseaban los ciudadanos; Philips Koninck pintó mayoritariamente panorámicas llanuras... A continuación tienes una buena exposición de algunos de los autores y paisajes más interesantes.
Muy didáctico el estudio. Muchas gracias.
ResponderEliminar