PEDRO PABLO RUBENS (1577-1640)
Rubens es el principal pintor de la escuela flamenca del siglo XVII y uno de los que mejor encarna los ideales de la pintura barroca en toda Europa.
Breve biografía e influencias artísticas.
Comienza su formación en Amberes, pero con veintitrés años viaja a Italia, donde permanecerá ocho años recorriendo las principales ciudades y empapándose de los estilos italianos del Renacimiento y del Barroco inicial .
Autorretrato de Rubens con su esposa Isabel Brandt, 1609.
En 1609 regresa a Amberes y casa con Isabel Brandt, su primera mujer y modelo. Pronto consigue éxito económico y gran fama pasando a trabajar bajo el mecenazgo de los archiduques regentes, Isabel y Alberto de Austria. Su capacidad para relacionarse con las altas esferas le convierte además en diplomático. Como tal viajará y realizará varias misiones en las principales cortes europeas. En dos de ellas llegará a Madrid (1603 y 1628) y en la última llegará a conocer al joven y prometedor Velázquez. Estos viajes le permiten además copiar y aprender de la pintura de las colecciones reales que visita y recibir encargos de reyes y aristócratas de todo Europa.
Rubens con su mujer Elena Fourment y su hijo, 1639.
En 1626 queda viudo, casando de nuevo en 1630 con Elena Fourment, que por entonces contaba con dieciséis años y que también se convertirá en su musa. El pintor morirá en 1640.
Influencias y características artísticas.
No es fácil sintetizar en unas líneas las características artísticas de Pedro Pablo Rubens entre otras cosas porque fue uno de los pintores más fecundos de la Historia del Arte y también porque siempre estuvo ávido de asimilar toda nueva forma estética: desde las corrientes pasadas del gótico flamenco y del Renacimiento, a las barrocas de su tiempo. Por otro lado, aunque su deuda con Italia es mucha, tampoco pierde su naturaleza nórdica. Su estilo es, por tanto, contradictorio y a la vez síntesis de su aprendizaje en Italia y de su formación en Flandes.
- De Miguel Ángel, adquiere las formas humanas de anatomía exagerada y las escenas dramáticas. No hay duda de que en su retina están presentes los "ignudi" y la caída de los condenados del Juicio Final de la Capilla Sixtina.
- De Leonardo da Vinci, le atraen el ímpetu incontenido y las diagonales en fuga de la Batalla de Anghiari. Tenemos que agradecer a Rubens que hiciera un dibujo de este fresco porque el original ha desaparecido.
Rubens. Batalla de las Amazonas, 1618.
- De los venecianos, especialmente de Tiziano, recoge el color cálido, la pincelada amplia, sus bellos desnudos y el tema mitológico. De Veronés los amplios escenarios arquitectónicos, la gracia del gesto elegante y los contrapicados. De Tintoretto, ciertos modelos humanos y osadías técnicas y compositivas.
- De Corregio la gracia y la dulzura.
- De Carracci y los eclécticos, las grandes composiciones y el movimiento grandilocuente.
- De Caravaggio, la influencia es menos evidente, pero también tuvo conocimiento de su obra y aprecio, ya que compró El Tránsito de la Virgen de éste para Vicenzo Gonzaga, Duque de Mantua y su protector en Italia.
- Color. Después de una etapa inicial en el que sus cuadros reflejan la importancia del dibujo preciso y del modelado de sus personajes, éstos pasarán a segundo plano ante el color y la luz de Venecia. La pincelada y el color vivo y limpio vivifican al mismo modo las formas y la luz. Las vibraciones del amanecer y del ocaso presagian al moderno impresionismo.
- Efectismo dramático. El cuadro de La Lanzada es uno de los que mejor muestran el dramatismo barroco, tanto por las actitudes como por el rostro de los personajes, sobre todo, el de las tres Marías y San Juan. El punto de vista contrapicado también contribuye a este efecto. Da la sensación de que los crucificados están a punto de caer sobre el espectador; en particular, el ladrón de la derecha que, en pleno movimiento por liberarse del madero, ha conseguido soltar uno de sus pies del sangrante clavo que le unía a la cruz. Todo es dinamismo y patetismo en la escena a excepción de la serena y vertical figura de Cristo, que aparece aceptar resignado el martirio.
- Modelo humano. El ser humano de Rubens es sensual y carnoso en sus desnudos. El cuerpo femenino resulta blando y vibrante y de entonaciones rosadas, muy alejado de los estereotipos latinos. En Las tres Gracias o en cualquiera de los cuadros mitológicos podemos contemplar la misma modelo de desbordantes caderas, el de sus mujeres Isabel y Elena. Por otro lado, la figura humana a menudo también se representa en un espacio de naturaleza fogosa. Si las figuras aparecen vestidas, las ropas son opulentas, excesivas y de gran lujo.
- Composición y movimiento. Prefiere las composiciones asimétricas y en diagonal, creando un ritmo curvilíneo fruto del movimiento en torbellino con el que dota a sus figuras. Todo es desequilibrio y dinamismo en este cuadro de una Fiesta campesina. Los personajes están entrelazados de tal forma que cada movimiento parece consecuencia del anterior y causa del siguiente.
Características temáticas y principales obras.
Su facilidad para pintar es sorprendente. Se le atribuyen nada menos que tres mil cuadros de su propia mano o de la de su taller. Su obra abarcó todos los géneros.
- Religiosos. Más frecuentes al comienzo de su carrera. Son grandes ejemplos de pintura contrarreformista. Destacan los trípticos de La Erección de la Cruz (1610) y de El Descendimiento (1611), ambos para la catedral de Amberes. O el monumental cuadro de La Adoración de los Reyes Magos (1609) que conserva el museo del Prado.
- Mitológicos o paganos. En estos cuadros trabaja con más libertad en el color y en las formas femeninas como ya hemos visto Las Tres Gracias (1639) o podemos ver en El rapto de las hijas de Leucipo (1617) de la Alte Pinakothek de Munich.
- Retrato. Son notables sus autorretratos y retratos de su familia, pero también trabajó para muchos de los principales personajes de la época. María de Medicis, la reina viuda, le encargó una serie de veintiún lienzos en las que ella o su marido, Enrique IV de Francia, eran los protagonistas. También pintó en 1603 a un Duque de Lerma a caballo, que dejó honda influencia en la retratística española.
- El costumbrismo y el paisaje. En la tradición flamenca iniciada en le siglo XVI fue un amante de la naturaleza idealizada y en movimiento y de retratar las Kermesses o fiestas populares. Aunque sea su producción menos destacada.
No nos detenemos en la obra de sus discípulos, puesto que merecen un artículo aparte. Sólo señalar que el más importante tal vez sería Anton Van Dyck (1599-1641), elegante retratista de la monarquía de Carlos I de Inglaterra y de su corte. No a la zaga estaría Jacob Jordaens (1593-1678), que destacará por su afición a las escenas costumbristas con un tono alegre, (El Rey Bebe, del Museo de Bruselas). Rubens también ejerce su influencia sobre los paisajistas como Brueghel de Velours o Roland Savery; sobre los pintores de animales y de naturalezas muertas como Snyders, Paul de Vos y Jean Fit; sobre los especialistas en cuadros de género como los pícaros caricaturizados de Brouwer y de Teniers...
Jordaens. El Rey Bebe, 1640.
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