La revolución iniciada por Giotto en el siglo XIV (Trecento) se consolida en Florencia en el siglo XV (Quattrocento). Durante la primera mitad se ponen las bases para la invención de un nuevo sistema para representar la perspectiva, el volumen, la proporción, la composición, la luz, el paisaje, la belleza... Unos pintores optan por imitar lo real, pero otros escapan hacia la idealización; y no faltan los que tratan de reducir la pintura a pura ciencia matemática. El Renacimiento trae consigo una cantidad de posibilidades que hace difícil el señalar características comunes a todos los artistas. En la siguiente presentación puedes ver una muestra muy variada de obras realizadas en Italia durante este siglo agrupadas por autores y por líneas de preocupación pictóricas muy concretas, a veces opuestas, que nos puede servir para entender la diversidad de estilos particulares del Quattrocento.
Dada la cantidad de pintores que debería tratar al hablar del Quattrocento me veo obligado a escoger a aquellos que considero esenciales y a apuntar someramente algún rasgo y alguna obra de cada uno de ellos, quedando pendiente para otro momento artículos monográficos que profundicen sobre su trabajo. Para mejor comprender sus aportaciones o líneas de trabajo los he agrupado por categorías y por parejas.
Durante el siglo XV persisten todavía en Florencia algunos artistas con características góticas.
- Fra Angélico, de nombre Guidolino di Pietro, (1387-1455). Es quien mejor personifica la herencia medieval. Monje dominico y pintor, posee un ardor místico y poético que trasmitirá a través de su obra. Realiza obras exclusivamente religiosas de dos tipos: por un lado, tablas de altar con la Virgen como protagonista y, por otro,frescos para las celdas de su convento (San Marcos de Florencia) y para la capilla de Nicolás V en el Palacio Vaticano de Roma.
- Benozzo Gozzolli (1420-1498). discípulo del anterior, aunque tiende a someter todo a la belleza y a la idealización renacentista, ejecuta en su obra principal, el fresco de la Cabalgata de los Reyes Magos en la capilla del Palacio Medici- Ricardi, la representación de los principales personajes florentinos de la época en un paisaje irreal a caballo entre los montes agreste de Giotto y la vegetación minuciosa de los primitivos flamencos.
La profundidad como obsesión y como regla.
- Masaccio, de nombre real Tommaso de Giovanni Guidi, (1401- 1427). Posee dos obras claves para entender elinicio del Renacimiento pictórico. La primera es el fresco de la Santísima Trinidad donde se ejecuta por primera vez correctamente la representación de la perspectiva geométrica, en una obra cargadas de referencias al nuevo estilo. Pero su obra más influyente fue el conjunto de los frescos de la Capilla Brancacci en Florencia, donde a través de los desnudos de Adán y Eva y de las escenas de la Vida de San Pedro, asistimos a la superación del Giotto de la capilla Scrovegni en la consecución de las proporciones de los cuerpos, el volumen suavizado y la creación de profundidad.
- Paolo Uccello (1396- 1475). Es un buscador incasable de las leyes de la perspectiva, tanto es así que muere apretando entre sus manos un manuscrito cubierto de líneas entrecruzadas. Sus cuadros sobre la Batalla del puente de San Romano son estudios en donde pretende resolver geométricamente el problema de la composición y de la perspectiva a través de violentos escorzos y lanzas en el suelo que actúan de cuadrícula donde encajar las figuras.
Pintores de toda Italia buscan representar modelos humanos perfectos que transmitan el ideal de belleza corporal y de equilibrio interior o serenidad.
- Alessandro Botticelli (1445-1510). Interpreta la realidad en clave ideal, buscando referentes bellos. Los temas cristianos de Madonnas son excusas para recrear una mujer perfecta, rubia, sensual y de mirada lánguida. Tal modelo humano elegante y delicado se traslada a cuadros mitológicos como La Primavera y el Nacimiento de Venus, donde con gran atrevimiento modelo como si fuera un nuevo Praxíteles el más maravilloso desnudo femenino del Renacimiento. Su obra evoluciona y se transforma hacia el dramatismo patético tras las predicaciones de Savonarola en Florencia a finales del siglo XV. El pintor reniega de su obra anterior y realiza en esta última etapa imágenes como la Piedad de Munich y, cegado de fanatismo, llega a quemar públicamente parte de su producción que considera pagana.
- Pietro Vanucci, el Perugino (1446-1524). Maestro de pintores (Rafael y el Pinturicchio). Su obra encantó en la Italia de la época por la belleza y equilibrio de sus paisajes y, sobre todo, por el canon humano de posturas afectadas y dulzonas. Su obra más conocida es el fresco que se encuentra en la capilla Sixtina que representaLa entrega de Cristo de las llaves a San Pedro.
La frialdad de los personajes de algunos pintores contrasta el desbordar de sentimientos de otros.
- Piero della Francesca (1416-1492). Sus figuras humanas tienen la grandeza estática de la arquitectura. Son majestuosas, pero impasibles. No cree que la pintura tenga la misión de trasmitir los sentimientos del pintor. Su dominio del color y de la luz confieren a sus obras un halo poético y armónico, que las hace mágicas. Destacamos algunas como La Flagelación, El bautismo de Cristo o la Resurrección.
- Andrea Mantegna (1431-1506). Es pintor que desde Padua ensalza todo lo contrario a Della Francesca, aunque parta como éste de la grandeza monumental de las figuras. Para este pintor, sin embargo, es vitaltransmitir dramatismo y conmover al espectador como podemos ver en sus obras San Sebastián, Calvario oEl llanto por Cristo Muerto. Su color agrio acompaña a la perfección el sentimiento doloroso. Posee gran maestría en la representación del escorzo y en crear composiciones novedosas (casi fotográficas). También posee obra de temática pagana y, sobre todo, una obra al fresco en el palacio de los Gonzaga de Mantua (Camera degli Sposi), que tendrá gran importancia en la pintura ilusionista de espacio de las bóvedas del Barroco.
En Venecia la luz y el color se aplica con maestría a la representación de los paisajes, que cobran tanto protagonismo o más que las figuras.
- Los Bellini , Gentille (1429-1507) y Giovanni (1430-1516). Son genuinos representantes de la escuela veneciana que comienza en el Renacimiento amantes de la luz y del color. El primero refleja los ambientes y canales venecianos donde el tema del cuadro y la figura humana sólo tiene una importancia secundaria (Milagro de la Cruz y Procesión en la Plaza de San Marcos). El segundo, después de seguir una senda cercana a su cuñado Mantegna (Piedad de Brera), decide evolucionar hacia el desarrollo del color. Sus figuras de busto siguen siendo monumentales, aunque el paisaje tras ellas también es sumamente atractivo.
- Vittore Carpaccio (1460-1525). Sigue a los Bellini con sus fondos inspirados en los canales venecianos. Sus composiciones están repletas de personajes y edificios coetáneos al pintor, aunque esté narrando la Historia de Santa Úrsula ocurrida en el siglo IV.
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