El arte es una creación exclusivamente humana. Es una forma de expresar a través de un lenguaje simbólico pensamientos, sensaciones, sentimientos, miedos… Como podemos comprobar en la siguiente presentación su origen está ligado a una forma mágica de canalizar las preocupaciones del hombre, de intentar dominar aquello que no comprende o que desea de la naturaleza. A través de la figuración el hombre creerá que puede conjurar de alguna forma a esas fuerzas para que hagan su voluntad o le favorezcan.
Aunque la humanidad se remonta a millones de años de antigüedad, las representaciones figurativas no comienzan hasta la aparición de nuestra especie, el Homo Sapiens Sapiens. Somos los primeros “Homos” capacitados para crear ese lenguaje simbólico.
CARACTERÍSTICAS TEMÁTICAS.
Las preocupaciones que nos trasmite el hombre prehistórico del Paleolítico a través de la figuración son muy primarias: asegurar la supervivencia de su clan tanto en el corto plazo (la subsistencia alimenticia del día a día), como en el medio y en el largo plazo (la descendencia).
- El primero de los temas iconográficos surgido en el periodo auriñaciense es el relacionado con la reproducción. Las pequeñas estatuillas en piedra que llamamos venus representan a mujeres con sus atributos sexuales exageradamente marcados y se suponen diosas madre o ídolos de fecundidad. Las más conocidas son las francesas de Brasempouy, Lespugue y Laussel, la italiana de Grimaldi y la austriaca de Willendorff, pero hay muchas otras, demostrando una especie de culto o idea común a los clanes que habitaban desde Rusia a la península ibérica. En este culto a la fertilidad el hombre tiene un protagonismo menor y, tal vez, las mujeres danzantes en torno a un hombre de Cogull (Lérida), ya en el periodo Mesolítico, sea unas de las pocas representaciones que podemos ligar a este tema.
Las Venus de Renancourt son estatuillas del Paleolítico superior descubiertas entre 2014 y 2019 en Amiens, Francia . En realidad, se trata de una serie de 15 estatuillas descubiertas desde el inicio de las excavaciones en 2014 hasta 2019. Caliza, de 4 a 15 cm de altura. 23.000 a. C.
- El otro gran tema del paleolítico, que no aparece hasta el magdaleniense, es el de la representación animalística. La mayor parte de los animales representados son grandes herbívoros, que el ser humano se había especializado en cazar y que seguía hasta las frías praderas subglaciares. Entre ellos destacan los caballos, los bisontes, los renos, los ciervos y los bóvidos que podemos ver representados en objetos de hueso y de piedra o en paredes del interior de aquellas cuevas que el hombre podía utilizar como refugio temporal. Estas pinturas rupestres están situadas en lugares de difícil acceso, lo que nos indica que su representación no se debía a un capricho sino a un rito mágico que necesitaba oscuridad y misterio. Comparaciones antropológicas nos permiten suponer que servían para realizar un conjuro que aseguraba a los clanes la existencia de estos animales y, por tanto, su caza y su seguro de subsistencia.
Mujer del magdaleniense pintando el techo de la cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria), según ilustración de Arturo Asensio e idea de Enrique Baquedano. |
Las cuevas/santuarios en donde se han encontrado más restos pictóricos de esta época son las situadas en la región franco-cantábrica: en Francia en Lascaux, Chauvet, Font de Gaume, Les Combarelles o Trois Frères; y, en España, en Altamira, la Pasiega, Tito Bustillo, El Castillo, Ekaín y Atxurra. Durante miles de años un grupo humano de cazadores, no muy numeroso, habitaría y dejaría constancia de sus creencias en ellas.
Dos caballos grabados en la cueva de Atxurra, Vizcaya. Las siluetas estaban delimitadas además con pigmentos negros que aún se conservan en parte. En este caso, descubierto en 2015, se puede ver el vandalismo de algunos otros homo "sapiens" posteriores que dejaron sus iniciales a modo de grafiti (JMN) sobre los grabados.
Dos caballos grabados en la cueva de Atxurra, Vizcaya. Las siluetas estaban delimitadas además con pigmentos negros que aún se conservan en parte. En este caso, descubierto en 2015, se puede ver el vandalismo de algunos otros homo "sapiens" posteriores que dejaron sus iniciales a modo de grafiti (JMN) sobre los grabados.
A partir del mesolítico y, sobre todo, del neolítico los alimentos se consiguen no sólo por la caza (cacería de ciervos, Valltorta, Castellón), sino también por la recolección, la agricultura y la ganadería. Las pinturas rupestres de Tassili (Argelia) son un buen ejemplo de cómo el hombre evoluciona en la obtención de sus recursos alimenticios. Ver también de Tassili.
- Cuando a partir del neolítico el ser humano tenga más asegurados los recursos y, por tanto, la vida más fácil, ampliará la representación figurativa para dar una explicación “mágica” a otros misterios naturales que le rodean: la alternancia entre el día y la noche; las estaciones del año; la vida y la muerte; los astros; la masculinidad y la feminidad; etc. En la presentación he introducido algunos ejemplos de lo que fueron ídolos relacionados con estos misterios naturales. Los más curiosos, datado en la edad del Bronce, son el carro solar de Trundhold, encontrado en Seeland (Dinamarca), y los betilos, encontrados en España, extrañas piezas de piedra de forma cilíndrica o de placa, que parecen representar seres humanos. En éstos últimos sólo se reconocen una especie de cabeza con grandes ojos, que por el contexto arqueológico pueden estar relacionados con el culto a los difuntos.
- En pintura también es motivo de representación el propio ser humano realizando acciones. En el Paleolítico no son frecuentes las escenas narrativas. Son reseñables por su excepcionalidad la escena de Lascaux donde un hombre-pájaro aparece derribado por un bisonte destripado, que es interpretada como la imagen más antigua de una lucha tribal, o la imagen de un hechicero portando una piel y cuernos de reno de Trois Frères. En el Mesolítico, sin embargo, el hombre protagoniza las más de las representaciones apareciendo claramente danzando, cazando, luchando o en escenas domésticas. Los ejemplos más interesantes son los de Cogull en Lérida, Alpera en Albacete, Cueva de la Araña en Valencia y Valltorta en Castellón.
- Desde el Paleolítico el hombre también ha intentado trasmitir ideas a través de signos mágicos. Según Leroy-Gourhan los puntos y rayas encontrados en las cuevas son símbolos relacionados con la sexualidad y responden a un lenguaje primitivo. En el Neolítico los signos casi sustituirán a la figuración, en un paso previo a la creación de la escritura. También los trazos servirán para crear los más primitivos motivos decorativos y repetitivos con los que se adornarán objetos como las cerámicas.
CARACTERÍSTICAS ARTÍSTICAS
A lo largo de la prehistoria el hombre interpreta de distintas maneras la figuración:
- En el Auriñaciense y Gravetiense podemos ver que la forma humana de las venus está geometrizada en torno al rombo y a la esfera. La simplicidad es total, los detalles desaparecen y únicamente queda la idea que se quiere transmitir: la fecundidad y la mujer.
- En el periodo Magdaleniense, sin embargo, se busca modelar con realismo a los animales: se proporcionan los cuerpos; se detallan sus pieles, sus ojos y sus pezuñas; se crea sensación volumétrica con el color; o se les muestra en movimiento.
- Desde el Mesolítico se tiende de nuevo a la esquematización de las figuras, llegando en el Neolítico a un nivel tal que la figura animal o humana es reducida a dos o tres trazos.
El soporte material donde o con lo que se representa también evoluciona. En escultura, la piedra, el barro y el hueso son complementados por los metales como el oro, la plata y el bronce principalmente. En pintura, por su parte, al llegar el Neolítico se añade al soporte parietal el de la vasija cerámica.
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