Entre el 36.000 y el 10.000 A. C., en el periodo que denominamos Paleolítico Superior, los pueblos cazadores-recolectores de la nueva especie Homo Sapiens Sapiens que repoblaba el continente europeo desarrollaron una forma de expresión para transmitir su mundo mágico a través de imágenes. Este fenómeno se dio en regiones alejadas entre sí, lo que implica que tenían una conciencia ideológica y una necesidad expresiva común. En un primer momento, en el auriñaciense, comenzaron realizando pequeñas estatuillas femeninas, las “venus” y otros objetos muebles que reflejaban un trasfondo simbólico-religioso. Y hacia el 30.000, sin saber porqué, trasladaron con pigmentos su universo de imágenes a las paredes de las cuevas creando con ello las primeras manifestaciones de arte pictórico.
Zdenek Burian. Cuadro que recrea a los pintores de las cuevas de Lascaux. Museo Anthropos, Breno, República Checa.
Las cuevas donde dejaron estos testimonios se ubican en cotas de los valles por debajo de los fenómenos glaciares que en ese momento vivían el continente europeo y sus cordilleras y en las desembocaduras de los ríos. Ambos eran lugares de hábitat ideal para los cazadores-recolectores del Paleolítico Superior. Es posible que bajo las aguas del mar todavía exista sin descubrir un buen número de yacimientos, ya que por efecto del hielo el nivel del mar estaba por aquel entonces mucho más bajo que hoy en día y es lógico pensar que también habitarían junto al mar.
Yacimientos del paleolítico superior con artes figurativas. En verde los de arte mobiliar y en rojo los de arte rupestre. La línea azul es la frontera del hielo de la glaciación y la línea gris la costa en la última glaciación.
De hecho, la Grotte Cosquer descubierta en 1991 cerca de Marsella, es el caso más espectacular, pero no el único. Su entrada quedó sumergida a 37 metros de profundidad tras la elevación del nivel del mar y sus impresionantes pinturas sólo pudieron ser descubiertas en el curso de una difícil exploración submarina.
Las pinturas rupestres de la gruta de Cosquer tienen una antigüedad entre 27.000 y 19.000 años, cuando la línea de costa se situaba a unos 10 km del lugar. En la gruta quedaron grabadas manos, caballos, uros, bisontes, focas, etc.
Debido a los numerosos testimonios que se han encontrado en la Península Ibérica, especialmente en la franja cantábrica, y el centro-sur de Francia se llegó a conocer esta manifestación como arte paleolítico franco-cantábrico. Sin embargo, también se han encontrado pinturas, aunque en menor número y calidad, en el sur de la península Itálica y Sicilia, en la Europa Central, en las Islas Británicasy hasta en el otro extremo de Europa, en Rusia, en la cueva de Kapova, al sur de los montes Urales.
En este artículo me centraré en los yacimientos españoles y en uno posterior trataré los franceses.
El arte rupestre paleolítico en la Península Ibérica
En la Península Ibérica están datados cerca de 150 yacimientos de pinturas rupestres paleolíticas, repartidos mayoritariamente por la región cantábrica y en menor medida por el interior peninsular y Andalucía.
Yacimientos paleolíticos en la región Francocantábrica. Se destacan los españoles.
En la región cantábrica, los yacimientos se localizan en una franja costera de poco más de 300 kilómetros que iría desde el centro-occidente de Asturias hasta la frontera navarra con Francia.
- En Asturias destacan los yacimientos del valle del Nalón, como el abrigo de la Viña y San Román de Candamo, los de la desembocadura del Sella, en especial la cueva de Tito Bustillo, y los del valle del Cares, como los de Llonin, Coimbre y Covaciella.
- En Cantabria, además de la mundialmente conocida cueva de Altamira, hay otros conjuntos fundamentales como los formados por las cuevas de Monte Castillo, en Puente Viesgo (El Castillo, La Pasiega, Las monedas y Las Chimeneas), o el de Ramales de la Victoria, donde destacan las de Covalanas y La Haza, y la galería inferior del complejo de La Garma.
- En el País Vasco hay cuatro yacimientos destacables y posiblemente sincrónicos, los de Santimamiñe, Ekain, Altxerri y, el descubierto más recientemente (2015), de Atxurra en Vizcaya
Cronología y manifestaciones de pintura rupestre de toda la prehistoria en la Península Ibérica.
Temática por principales yacimientos.
- Puede que las manos en negativo sean las representaciones más antiguas que hemos encontrado, ya que algunos prehistoriadores las llegan a datar en el Gravetiense (30.000-22.000), aunque también se fechan en los otros periodos del Paleolítico Superior. Hay distintas interpretaciones mágicas acerca de su significado, desde ritos mágicos propiciatorios hasta actos de reafirmación individual. Se han hallado en gran número en cuevas como las de Garma, Castillo, Altamira o Tito Bustillo.
Manos en negativo de la cueva de El Castillo, Puente Viesgo, Cantabria.
- Los signos constituyen el tema de mayor variabilidad. Ni siquiera existe una nomenclatura aceptada para ellos. En unos casos se alude con mayor o menor fortuna a la forma: los tectiformes se llaman así porque su forma recuerda los techos de las cabañas; los claviformes remiten a un tipo de arma, la clava o estaca; los motivos ondulados suelen denominarse meandros o serpentiformes; los puntos; etc. Se datan en el Solutrense (22.000-15.000). Los encontramos en abundancia, por ejemplo, en la Cueva del Castillo, Cantabria. Son de difícil interpretación, aunque Leroi-Gourham les atribuye cualidades simbólicas masculinas y femeninas. Es indudable que este mundo de signo o "ideomorfos" entraña un lenguaje escondido, puesto que a menudo acompañan, como si fuera una explicación, a figuras más o menos realistas.
Signos tectiformes de la cueva de Las Chimeneas, Cantabria.
- Las imágenes de animales predominan en la etapa Magdaleniense (15.000-10.000). Son de estilo realista y a menudo bícromas, lo que les hacen más atractivas desde el punto de vista artístico. Los animales más representados son los herbívoros que cazan estas tribus: predominan los caballos y bóvidos (bisontes y uros), seguidos de los cérvidos (especialmente las ciervas) y en menor medida, los cápridos.
Panel principal de caballos de Ekain, Vizcaya.
- Los seres híbridos, mezcla de hombre y animal, no son muy corrientes siendo quizá el más conocido el dispuesto en una estalagmita de la cueva del Castillo que es una figura grabada y pintada en vertical de un hombre-bisonte.
El hombre-bisonte de El Castillo es un bajo relieve embebido en una estalagmita. Aprovechando las caprichosas formas de la roca se configura una figura con cabeza y cuerpo de bisonte acabando en extremidades inferiores humanas. Dimensiones de 73 cms de altura. Posiblemente del Auriñaciense, por datación comparativa con los híbridos de la cueva de Chauvet en Francia.
Los polícromos de la cueva de Altamira.
El techo de los Polícromos de Altamira (Cantabria) es el yacimiento pionero que dio a conocer con su descubrimiento en 1879 la pintura paleolítica. En la cueva se representan trescientos animales entre los que destacan varias decenas de bisontes, ciervos y jabalíes. Los animales aparecen dispersos y no dan la impresión de formar un rebaño. Algunos parecen caminar, mientras que otros reposan tranquilos. Son todos ellos ejemplares adultos representados en perspectiva lateral y frontal. Las figuras tienen distintos acabados. Sus contornos se delimitan con una línea negra e incluso se llega a conseguir efectos de relieve a través de de un graduado de tonalidades o de aprovechar las formas naturales de la roca. Los colores utilizados son el negro, el ocre, el amarillo y el rojo.
El Techo de los Polícromos de Altamira, Cantabria. Bisontes.
En el gran panel de Altamira se superponen pinturas y grabados que van desde el solutrense, con una antigüedad próxima a los 18.000 años, hasta los polícromos del Magdaleniense que son por datación de C14 de hace 14.500 años. Las superposiciones se relacionan con el valor simbólico o mágico de un determinado lugar, lo que le convierte en un "santuario" reutilizado durante generaciones.
Yegua preñada de Peña de Cándamo, Asturias.
También son muy bellas las pinturas de la yegua preñada (magia de reproducción) de Peña de Cándamo (Asturias) ; los ciervos de La Pasiega (Cantabria) o El Pendo (Cantabria); el panel de caballos de Tito Bustillo (Asturias), los bisontes de la Covaciella (Asturias); o la galería de los caballos de Atxurra (Vizcaya) y Ekain (Guipúzcoa).
Panel principal de la cueva de Tito Bustillo en Asturias.
Yacimientos rupestres del Paleolítico Superior en otros lugares de la Península Ibérica.
En el resto de la península se han encontrado hasta 50 yacimientos de arte parietal del Paleolítico Superior repartidos principalmente entre los rebordes montañosos del interior y los de Andalucía.
- En ellos predomina el grabado sobre la pintura y cuando aparece ésta suele ser un dibujo de línea negra o roja sin coloración interior. El animal dominante es el caballo, seguido de ciervos, uros y cápridos.
Cueva de la Pileta. Caballo y otros animales en silueta.
- Los antropomorfos están constatados destacando el grupo de antropomorfos “batracios” de la Cueva de Los Casares (Guadalajara) y la figura femenina de la cueva de Ardales (Málaga).
Cueva de Ardales, Málaga. Silueta femenina, cadera.
- En la Cueva de la Pileta (Málaga) encontramos como animal excepcional la representación de peces.
Cueva de La Pileta, Málaga. Pez y otros animales y signos.
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