El noveno CaixaForum de España se inaugura este verano de 2022. En espera de una visita personal, quisiera presentaros la nueva instalación que por fin proporciona una función estable al edificio más espectacular y polémico del conjunto planeado por el arquitecto Santiago Calatrava para la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
El Ágora de Calatrava fue el último de los edificios diseñados por Santiago Calatrava en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Su inauguración en 2009 fue muy polémica por muchos motivos:
- No se había previsto una función concreta para el mismo. Fue empleado como edificio multiusos para acoger un par de campeonatos de tenis y algunos otros eventos temporales hasta cerrar en 2015.
El primer evento que acogió el edificio ágora fue el torneo de tenis in door Open 500 de la ATP, entre octubre y noviembre de 2009. Se confirmó como un magnífico espacio para un evento coyuntural y escaparate propagandístico de la ciudad. Durante unos pocos años fue utilizado para acoger la Valencia Fashion Week, ser sala de discoteca con motivo de la carrera de la Fórmula 1, Feria del Campus Party de tecnología, mercadillo navideño... Ninguna finalidad concreta. La precipitación en su apertura fue la causa de su cierre en 2015.
- - --- - - . l El edificio fue inaugurado sin haber sido concluido. La cubierta, que se levanta hasta casi los 70 metros de altura, originariamente debía ser móvil y forrada con 163 lamas de acero. De ellas, 82 estarían fijas y las 81 restantes serían las que se moverían para cerrar imbricándose. En su inauguración todavía no había sido ejecutada esta parte fundamental de las obras y aceleradamente se cerró con paneles de vidrio.
Faltaba la parte más elevada del edificio, las grandes lamas de hierro que conducirán el aire hacia el interior de la plaza y elevarían su altura más allá de los 80 metros.Con el paso del tiempo se desechó este proyecto y se optó por cerrar de forma fija su techumbre para evitar las goteras con gruesos cristales. Las lamas y otros de los elementos del revestimiento original quedaron abandonadas al óxido y al pillaje.
Proyecto original de cubierta del edificio ágora. El edificio Ágora se concibió como espacio diáfano y multifuncional, de planta elíptica apuntada. Con unas dimensiones de 100 x 65 m y una altura de 68 m, con las lamas centrales desplegadas alcanzaría una cota de 85 m.
Las 163 lamas estuvieron aparcadas en un solar cercano que gestiona la UTE. la constructora del Ágora. Las 1.388 toneladas de acero durante años estuvieron expuestas a la oxidación, rotura y saqueo de los chatarreros.
- - Con estos cambios del proyecto original, la factura final del edificio ascendió a 100 millones de euros, un sobrecoste de 45 millones sobre el presupuesto inicial.
- A ello hubo que añadir los desperfectos que inmediatamente se vieron sobre el trencadís azul que se desprendía de la fachada, que hicieron que desde 2017 se habilitaran andamiajes para su reparación. De hecho, se han retirado 150 metros cuadrados de trencadís de los más de 7.500 metros cuadrados de la fachada y se han añadido otros tantos que nunca se pusieron y que se pintaron simplemente de azul para a inauguración de 2009. También los paneles provisionales de vidrio del cierre de cubierta han tenido que ser sellados correctamente.
Aspecto que tuvo el edificio ágora desde 2017
Desde 2018 el ayuntamiento de Valencia llegó a un acuerdo con Fundación la Caixa para terminar las obras de remodelación del interior y encargarse de la reapertura del edificio en el contexto de sus salas de exposición Caixaforum. La apertura se había previsto para 2020, pero la crisis de la Covid19, lo ha prrogado hasta su apertura oficial de ayer 22 de junio de 2022.
La Fundación la Caixa ha invertido 19 millones de euros, más un presupuesto anual de 5 millones para su funcionamiento, para crear una serie de espacios (6.500 metros cuadrados útiles) dedicados a salas de exposiciónes y centro cultural.
El arquitecto que ha diseñado las estructuras y "paisajes interiores" es Enric Ruiz- Geli, director del estudio Cloud 9 y profesor de la universidad Virginia Tech, que ha concebido la obra como una gran plaza pública desde donde el público podrá acceder libremente a los seis distintos espacios en que se vertebra y que se interconectan. Es el sentido que se le quiso dar cuando se bautizó al edificio como ágora, el espacio público griego donde confluir todos los ciudadanos
Proyecto de Ruiz-Geli en sección y planta. El resultado final ha variado en algo. En cuanto a la planta y, tal y como artísiticamente la ha entendido el arquitecto, formaría un espacio en forma de ojo.
Imagen tomada del proyecto donde se ven las estructuras orgánicas y vivas de las dependencias destinadas a restaurante/cafetería. En piso sobreelevado, la nube cuyo aspecto final ha vaariado un poco. En frente un gran panel para audiovisuales.
El centro posee un graderío o auditorio para 300 personas que se enfrenta al edificio de la librería y oficinas.
El Auditorium con la instalación del artista Frederic Amat. Este espacio huele a roble, con asientos forrados de tela vaquera y una cubierta de cartón reivindica la protección de los bosques.
Edificio de Administración, librería y sala Vip del centro en dos alturas. El ceramista Toni Cumella ha aplicado el trencadís a las bóvedas.
El restaurante y la cafetería, también a doble altura, están recubiertos por un jardín vertical.
El centro del complejo es la Nube, que más bien parece una nave espacial por su aspecto externo y la forma de acceder a ella. Está destinado especialmente destinado a los niños y las familias. Quiere servir de espacio de encuentro y experimentación sobre el uso de la IA en la educación. Con experiencias interactivas y laboratorio donde ensayar proyectos de investigación. La entrada es especial y la experiencia dura 90 minutos.
Entrando por el graderío que eleva la segunda planta se emplazan las dos salas de exposición de entre 400 y 700 metros cuadrados. Para su inauguración hay os exposiciones: una sobre los faraones, con 137 piezas del Museo Británico, y otra sobre paisaje y naturaleza, con obras de 24 artistas.
Además de las salas de exposición, el centro cuenta con dos obras de arte de instalación permanentes de las artistas valencianas Inma Femenía y Anna Talens.
Femenía ha proyectado para el centro una escultura intangible que reproduce el fenómeno óptico del arcoíris, "Arc al cel". Representa la combinación de arte, naturaleza, ciencia y arquitectura que la artista ha interpretado como la esencia de CaixaForum València.
Por su parte, Talens propone con "Palafit" una escultura que tiene como referente la arquitectura agraria propia de los ecosistemas acuáticos. Se trata de un palafito dorado de sección triangular, pensado para recordar y sacralizar el modo de vida de los agricultores de la Albufera y de las zonas acuáticas de Levante.
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